El Sex Education Film Festival convierte a Terrassa en el epicentro del cine y la educación sexual

Las agresiones sexuales han crecido un 116% en los últimos cinco años y el 76,5% de los adolescentes consume pornografía hardcore, según la Fiscalía de Menores y del Instituto Balear de la Mujer. Como en tantas ocasiones, la educación se erige como la única herramienta para combatir esta realidad: “la ...

Las agresiones sexuales han crecido un 116% en los últimos cinco años y el 76,5% de los adolescentes consume pornografía hardcore, según la Fiscalía de Menores y del Instituto Balear de la Mujer. Como en tantas ocasiones, la educación se erige como la única herramienta para combatir esta realidad: “la educación sexual es un derecho humano porque somos seres sexuales”, afirma Anna Flotats, experta en sexología. Y qué mejor manera de aprenderla que a través del séptimo arte. Este lunes, a partir de las 19 horas, el Sex Education Film Festival vuelve a convertir Terrassa (Barcelona) en el epicentro de la educación sexual. En su cuarta edición, el Cinema Catalunya proyectará 45 cortometrajes internacionales que rompen tabúes y promueven el debate entorno a las dimensiones biológica, cultural y afectiva de la sexualidad.

Tras años dedicándose a la venta de productos eróticos, Nadia Gumà (Sabadell, 38 años) pensó que “debía hacer algo” para acabar con la desinformación sexual. Cuatro años más tarde, el Sex Education Film Festival ―creado junto a Ivan Albacete― se ha convertido en una cita indispensable para aprender sobre relaciones sexuales sanas y disfrutar del buen cine. Esta edición pone el foco en la liberación sexual, la sexualidad de las persona con diversidad funcional ―con los cortos franceses Mon Frère y Fleur de Pep―, y el consentimiento en las relaciones de pareja, de la mano de No me dejes así de Seres Machado. Los cabezas de cartel son About Me, el cortometraje holandés de Ali Asgari nominado al Oscar, que reflexiona sobre la sexualidad en la cultura musulmana; y La Cita, sobre las experiencias de mujeres en busca de relaciones sexuales, “basado en algunas experiencias reales” de su creadora, Itziar Castro, recientemente fallecida.

Mediante mesas redondas y sesiones de debate, el festival pone a prueba el cine como herramienta para cuestionar las conductas y valores sexuales predominantes, especialmente en lo relativo al machismo y la violencia en la sexualidad. “Tenemos un problema de ignorancia. Antes se podían permitir el lujo de vivir así la sexualidad, pero con la llegada de Internet nos tenemos que poner las pilas”, advierte Flotats. La sexóloga recuerda la definición de pornografía que le dio una alumna de primaria: “La pornografía es gente que hace el amor, se filma, y lo enseña para que la gente que no sabe aprenda”. Actualmente, el 30% de los adolescentes acceden de forma accidental al porno y el 89% de los videos porno que circulan en internet muestran conductas sexuales violentas, según datos de Dale Una Vuelta y Violence Against Women.

Gumà explica que la pornografía es a la educación sexual lo que Fast and Furious a la conducción, “nadie aprende a conducir con esta película, y no es un peligro para la DGT porque los espectadores saben que es pura ficción”. Pero la diferencia entre ambos es que los jóvenes sí interiorizan las conductas machistas y violentas del porno, porque al no haber recibido ninguna educación sexual, “no lo distinguen como ficción”, añade. Durante las mañanas, el Sex Education Film Festival celebra su sección Teens, a la que acuden cientos de adolescentes de distintos centros educativos. La diversidad sexual y las “primeras veces” suelen ser los tópicos más candentes, a los que este año se suman varios cortos sobre el abuso sexual en menores.

Los adolescentes no son los únicos que necesitan aprender qué es vivir una sexualidad saludable, al llegar la tarde, el festival inaugura su sesión para Adults. Gumà explica que la edad media de los espectadores es de 20 a 40 años y el interés decae en las generaciones anteriores. En esta selección de cortometrajes predominan cuestiones como la sexualidad en la tercera edad, el sexo en pareja o la violencia de género. El consentimiento y el placer femenino protagonizan muchos de estos cortos. Más allá de la parte educativa, la vertiente cinematográfica tiene su hueco en el festival. El jurado del certamen, compuesto por personalidades del mundo del cine y la educación sexual, será el encargado de seleccionar el mejor corto de ambas secciones. El público también podrá escoger la mejor proyección a través del código QR que encontrará en las sesiones.

“Las generaciones anteriores no sabían qué era la educación sexual, la tuvieron que aprender sobre la marcha, pero los jóvenes de ahora no parten de la desinformación, sino de muy mala información”, señala Flotats. El Sex Education Film Fest es la forma perfecta de ganar el pulso a internet y evitar que el porno se convierta en el manual oficial de educación sexual.

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