Aragonès pide a Sánchez que mueva ficha para la investidura: referéndum y una negociación bilateral sobre la financiación

La líder de Junts, Laura Borràs, critica al ‘president’ por supuestamente hablar en nombre de su partido mientras el Gobierno reitera que “cualquier avance tiene como límite el marco constitucional”

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, durante la rueda de prensa de este martes, en la que ha evaluado el curso político.Foto: Albert Garcia | Vídeo: EPV

Pere Aragonès urge a Pedro Sánchez a acelerar, concretar y ser “valiente” en su propuesta para desbloquer una eventual investidura del líder del PSOE. El presidente de la Generalitat ha comparecido este martes, tras la reunión semanal del Ejecutivo catalán, para ofrecer un balance de la acción del Govern antes del descanso estival y ha aprovechado para sacudirse la responsabilidad de posicionarse sobre las...

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Pere Aragonès urge a Pedro Sánchez a acelerar, concretar y ser “valiente” en su propuesta para desbloquer una eventual investidura del líder del PSOE. El presidente de la Generalitat ha comparecido este martes, tras la reunión semanal del Ejecutivo catalán, para ofrecer un balance de la acción del Govern antes del descanso estival y ha aprovechado para sacudirse la responsabilidad de posicionarse sobre las propuestas no oficiales orientadas a que ERC y Junts se avengan a dar el sí a Sánchez. Aragonès ha reclamado, de nuevo, “que se acabe con la represión y que Cataluña vote su futuro en un referéndum”, así como una negociación bilateral sobre la financiación. Horas antes, la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, volvía a establecer las líneas rojas de esos contactos. “Lo hemos repetido hasta la saciedad, cualquier cuestión en la que podamos avanzar tiene como límite el marco constitucional”, afirmaba la vicesecretaria general del PSOE en TVE.

“Estos días irán saliendo muchas ideas, unos hablarán de financiación y otros de infraestructuras. No me pondré a hablar sobre aspectos concretos que están más dentro de la especulación que de la realidad”, ha dicho en referencia a supuestos ofrecimientos sobre mejoras en el modelo de financiación, una quita en la deuda del Fondo de Liquidez Autonómica o la gestión del aeropuerto de El Prat. “Yo no le puedo responder si se van a repetir las elecciones o no. Eso se lo puede responder Pedro Sánchez”, ha asegurado Aragonès a varias preguntas de periodistas sobre el futuro de la legislatura española.

El líder republicano sigue a rajatabla la línea discursiva que hasta ahora defiende también Junts: es el presidente en funciones quien tiene que moverse si quiere ser investido e intentar seducir a aquellos cuyos votos necesita. El jefe del Govern, eso sí, no ha negado que hay contactos entre todas las partes, aunque sin que eso implique que haya una propuesta efectiva. La manera como el líder republicano se ha referido a la negociación conjunta del indepedentismo no ha caído bien en una parte de Junts y su presidenta, Laura Borràs, le ha respondido vía Twitter: “De los votos de Junts ya hablaremos los de Junts”. Se trata del primer choque público después de que hace una semana ambos partidos aceptaran negociar conjuntamente las condiciones de la investidura.

Aunque el Partido Nacionalista Vasco también ha instado a Sánchez a que haga ya su propuesta, sí ha puesto sobre la mesa un acuerdo en clave de solución conjunta para el encaje territorial tanto de Cataluña como del País Vasco. Aragonès ha dejado la puerta abierta a esa posibilidad pero ha insistido en que todo se debe centrar en la contraoferta a lo que diga el socialista. “Cuantos más posicionamientos compartidos tengamos mejor, vale tanto para el independentismo o para las otra naciones con las que tenemos nexos y colaboración”, ha dicho el president, que de momento no piensa en contactar al lehendakari más allá de conversaciones preliminares.

“Las cuestiones fuera del marco constitucional quedan descartadas”, había reiterado Montero a primera hora en una alusión al referéndum y la amnistía, una postura que ya expresó el Gobierno a lo largo de la semana pasada, nada más conocerse las demandas planteadas por el partido de Carles Puigdemont y, de una manera más posibilista, por Esquerra. La ministra defendió que es el PSOE, como partido mayoritario, el “encargado de contactar con los diferentes grupos políticos” —un recado también al probable socio de coalición, Sumar, que anunció que el exdiputado Jaume Asens había inciado las comunicaciones con Puigdemont— y admitía así esas conversaciones “con todos”, primero para la conformación de la Mesa del Congreso —las Cortes se constituyen el próximo 17 de agosto y el PP quiere pelear tanto ese órgano como la Presidencia—, y después para la investidura. Con todo, la dirigente socialista apelaba a la “discreción” en aras de “posibilitar los acuerdos” y pedía “dejar descansar a los ciudadanos después de dos campañas” y que sean “los políticos” quienes “trabajen” en este período.

Aragonès, durante la rueda de prensa del martes en el Palau de la Generalitat.Albert Garcia

Tal y como avanzó en un vídeo difundido el lunes, Sánchez está decidido a intentar la investidura y traducir “la mayoría social” que se observó en las urnas el 23-J en una “mayoría parlamentaria”. Además de Montero, en el equipo que dirigirá esas conversaciones están el ministro Félix Bolaños, uno de los principales negociadores del secretario general del PSOE; Salvador Illa, líder del PSC y persona de su máxima confianza o el secretario de Organización del partido, Santos Cerdán.

Aunque buena parte de la actualidad del día ha girado en torno a la posibilidad de abordar una reforma del sistema de financiación autonómica que pudiera atraer a los nacionalistas y servir como baza al Gobierno en la mesa de negociaciones, Aragonès ha insistido en que las conversaciones se tienen que centrar en la resolución del conflicto político entre Cataluña y el resto de España. “El objetivo es que se acabe la represión” y a través de un referéndum “la ciudadanía se pronuncie sobre la independencia de Cataluña”, ha reiterado el jefe del Govern. Ahí ha vuelto a apelar a Sánchez para que el contenido de la propuesta en esta línea sea “valiente” y “sin miedo a lo que diga la derecha y la extrema derecha”. El líder republicano sí ha ironizado sobre las palabras de Montero, al señalar que la reforma del modelo de finaciación “era una urgencia esta legislatura”. “Hace diez años que se tenía que renovar el modelo y hace cinco años que ella es ministra. La urgencia no la ha visto hoy”, ha afirmado.

Aunque hasta ahora el president había sido renuente a participar en el Consejo de Política Fiscal, ha dejado una puerta abierta aunque con aires de callejón sin salida: Cataluña no irá a negociar “de la mano de [Isabel Díaz] Ayuso y [Emiliano] García Page un sistema global para todas las comunidades”, sino que quiere que se pacte un acuerdo en el que “todos los recursos que se generan en Cataluña se queden aquí para financiar nuestros servicios públicos”. Ha asegurado: “Si esta es la voluntad, encontraremos los caminos”.

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