Colección Salvat, una radiografía del arte español actual en 25 obras
La fundación del grupo farmacéutico presidido por Javier Peris expone las pinturas adquiridas el último cuarto de siglo, una por año, en Can Framis
El coleccionista reúne los objetos y las obras por las que siente interés o atracción poco a poco y con mucha paciencia, estando siempre pendiente de subastas y ferias y cualquier oportunidad para hacerse con una nueva pieza para su colección. Pero Javier Peris Musso no es un coleccionista al uso. El farmacéutico, propietario del grupo Salvat, creador de más 60 productos líderes en su sector del mercado, con antisépticos, antiinfecciosos y antidiarreicos que se pueden encontrar en las farmacias de medio mundo, se define como un “colecc...
El coleccionista reúne los objetos y las obras por las que siente interés o atracción poco a poco y con mucha paciencia, estando siempre pendiente de subastas y ferias y cualquier oportunidad para hacerse con una nueva pieza para su colección. Pero Javier Peris Musso no es un coleccionista al uso. El farmacéutico, propietario del grupo Salvat, creador de más 60 productos líderes en su sector del mercado, con antisépticos, antiinfecciosos y antidiarreicos que se pueden encontrar en las farmacias de medio mundo, se define como un “coleccionista por generación espontánea”. Todo comenzó en 1994 cuando, para ilustrar la felicitación de Navidad, la familia decidió hacerlo con una obra de arte contemporánea, evitando las imágenes religiosas tradicionales que pudieran herir la sensibilidad de las personas de otras partes y culturas del mundo, a donde llegan todos sus principios activos.
La obra escogida fue Envol pintada por Albert Rafols Casamada ese mismo año y recién adquirida por la familia. Al año siguiente fue Josep Guinovart el autor seleccionado, debiendo ilustrar un principio activo en el que la empresa estaba trabajando para combatir la obesidad mórbida. De aquí nació la obra Merlín (1995). La hormona no salió adelante, pero la obra sí que quedó en el seno de la familia. Son de las primeras piezas de una tradición que la familia Salvat ha mantenido a lo largo de un cuarto de siglo y que ahora les permite tener una importante colección de arte contemporáneo español.
Las 25 obras adquiridas en 25 años, a razón de una obra por año, pueden verse por primera vez todas juntas en Can Framis, de su colega y amigo el también farmacéutico, mecenas y coleccionista Antoni Vila Casas. Será solo dos semanas mientras dure la exposición Colección Salvat. 25 años, que ha comisariado el presidente de la Fundación Salvat, Llucià Homs.
Todas cumplen los tres requisitos que enumeró Peris durante la presentación de la muestra: que sean obras de gran formato, de un artista español y realizadas en el mismo año en que se compran. A la lista se han ido sumando los trabajos de Perejaume (1999), Jaume Plensa (2000), Carlos García-Alix (2002), Frederic Amat (2004), Jordi Alcaraz (2010), Ignasi Aballí (2012), Hugo Fontela (2106) y Secundino Hernández (2019). El año pasado, por la pandemia, no se pudo celebrar la exposición de los 25 años, pero si que se adquirió la obra del año. En este caso la única que no es pintura; la fotografía: Concierto para el Bioceno #4, de la performance que Eugenio Ampudia hizo en el Liceo ante varios miles de plantas. “Las obras se compran no por su valor económico, ni, a veces, por su valor artístico, sino por la relación personal que se establece con los artistas”, apuntó el coleccionista.
Hasta ahora las obras se han podido ver en las diferentes estancias de la sede de la empresa en Esplugas de Llobregat, como la enorme Bajo luces de neón pintada por Julio Vaquero en 1997, que está siempre en el despacho de Peris y que ahora casi recibe al visitante de la exposición. Para celebrar los 20 años se colgaron las 20 obras entonces reunidas en la Llotja de Mar de Barcelona, pero tan solo unos días por lo que la ocasión es única para poderlas ver hasta el próximo domingo.
Para el director de arte de la Fundación Vila Casas, Àlex Susanna, la colección Salvat es una “radiografía de los últimos años de la pintura española”. Para él, la muestra tiene un punto reivindicativo ya que “el coleccionismo y el mecenazgo están en horas bajas”.
Como cada año por estas fechas el coleccionista y director de la fundación ya están poniendo en marcha la maquinaria para escoger la nueva obra y así poder ir encargando las felicitaciones para la próxima Navidad. Cada una de las obras y la historia vinculada con su autor y su adquisición se pueden ver en el catálogo editado para la ocasión.