Es más fácil estudiar ruso que catalán, gallego y euskera en las escuelas oficiales de idiomas

El 80% de estos centros en España no imparte lenguas cooficiales. Profesores y alumnos exponen las ventajas laborales, académicas y culturales de estas enseñanzas

Diego Bernal, jefe del Departamento de gallego de la EOI Jesús Maestro de Madrid, en A Coruña.VANESSA CASTELEIRO

Para ampliar las opciones laborales o los estudios universitarios, por interés cultural y lingüístico, e incluso por amor…. Estos son algunos de los motivos que llevan a los españoles a estudiar alguna de las lenguas cooficiales del país. Pero aprender catalán, gallego o euskera no es tan fácil cuando se vive en una comunidad monolingüe, con contadas excepciones en provincias limítrofes con las que tienen otro idioma oficial. Alrededor del 80% de las escuel...

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Para ampliar las opciones laborales o los estudios universitarios, por interés cultural y lingüístico, e incluso por amor…. Estos son algunos de los motivos que llevan a los españoles a estudiar alguna de las lenguas cooficiales del país. Pero aprender catalán, gallego o euskera no es tan fácil cuando se vive en una comunidad monolingüe, con contadas excepciones en provincias limítrofes con las que tienen otro idioma oficial. Alrededor del 80% de las escuelas oficiales de idiomas (EOI) no incluyen en sus programas la enseñanza de ninguna de esas lenguas y apenas se ofrecen en las que son bilingües —que sí ofertan la que es autóctona―, de acuerdo con los datos facilitados por el Ministerio de Educación y Formación Profesional.

En Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Murcia, Asturias, Cantabria, La Rioja, Canarias y Ceuta y Melilla no se puede estudiar de manera presencial ninguna de las lenguas cooficiales. El catalán, además de en Cataluña y Baleares, se imparte en las EOI de Monzón ―y su extensión en Fraga―, Alcañiz y Zaragoza (en Aragón); el gallego, además de en Galicia, solo se enseña en la EOI de Ponferrada (Castilla y León) y en la de Barcelona; el euskera, en la EOI de Miranda de Ebro (Castilla y León), Valencia, Alicante y Barcelona; y el valenciano, únicamente en la Comunidad Valenciana. Solo en Madrid se puede aprender catalán, gallego y euskera. El ruso, por ejemplo, sí puede estudiarse en Andalucía (Málaga); Aragón (Zaragoza); Canarias (Las Palmas); Castilla y León (Burgos); Islas Baleares (Ibiza, Menorca y Palma); País Vasco (Vitoria); Galicia (A Coruña), Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid. Incluso el chino se oferta de manera presencial en más territorios: Andalucía (Sevilla y Málaga) , Castilla y León (Segovia y Valladolid), Canarias (Tenerife); Murcia; Galicia (Vigo, A Coruña, Lugo y Ourense); Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid.

“Existen prejuicios enormes contra las lenguas oficiales minoritarias en general, por motivos políticos y por desconocimiento, cuando la realidad es que son tan españolas como el castellano, pero es que, además de un interés patrimonial, existen intereses académicos y comerciales que deberían impulsar el estudio de los idiomas oficiales en todo el país”, indica José Antonio Sierra, fundador en 1971 del Instituto Español de la Cultura de Dublín y que en 1975 incluyó en su oferta académica el estudio del catalán, gallego y euskera. . Cuando se jubiló en 2003, se mudó a Málaga y un año más tarde creó la Asociación Diversidad y Convivencia para la promoción en Andalucía del castellano, el catalán, el gallego y el euskera. En este tiempo, ha tratado, sin éxito, de que la Junta andaluza impulsara la enseñanza de las lenguas cooficiales en sus escuelas de idiomas. La respuesta ofrecida es que no hay demanda. “Esto es como la carta de un restaurante, la gente no pide los platos que no hay en ella. Los políticos no entienden que si un estudiante andaluz luego quiere hacer un máster en una Universidad del País Vasco o trabajar en Cataluña, conocer el idioma va a ser fundamental”, sostiene.

Catalán y gallego solo en las provincias limítrofes

Rubén Comas, maestro de primaria en su clase del colegio de Reus en el que trabaja, gracias a haberse sacado el C2 de Catalán, en la EOI de Alcañiz (Teruel).

Precisamente, conseguir el título en C2 de catalán le ha abierto las puertas a Rubén Comas, de 25 años, para poder impartir clases de primaria en Cataluña. Él nació en Alcañiz (Teruel), la única EOI de Aragón que ofrece ese grado en la comunidad. Obtenerlo tras licenciarse en Magisterio le permitió, primero, ejercer como profesor de catalán en un colegio de Fraga (Huesca) y luego obtener plaza en Reus (Tarragona), donde ejerce como maestro. “Mi familia es catalanoparlante porque proviene de la comarca del Matarraña y cuando vi que podía sacarme el C2 en mi ciudad en lugar de tenerme que ir a Cataluña, no lo pensé”, explica. “Me interesaba, porque veo que se está perdiendo el habla del idioma entre los más jóvenes y para ampliar el espectro laboral. La gente de la Franja con la titulación del catalán tenemos más opciones tanto para trabajar en Aragón como en Cataluña”, señala.

La Franja abarca todo el territorio de Aragón fronterizo con Cataluña. Allí se hablan distintas variedades del catalán, lo que coloquialmente se denomina el chapurreau. “Como muchas familias lo hablan en sus casas, aquí sobre todo se demandan los cursos superiores”, explica Lourdes Miguel, antigua directora de la EOI de Alcañiz, un idioma, explica, “proporcionalmente más demandado que el inglés, que es la lengua estrella”. El curso pasado en total se matricularon 92 personas de oficial, una cifra que se multiplica en la modalidad de libre, donde muchos estudiantes son de Cataluña y la Comunidad Valenciana.

Fraga es otro municipio de la Franja, en la provincia de Huesca, donde también se habla el catalán. Su EOI depende de la de Monzón y en ambas se imparte ese idioma con un profesor en cada municipio. “En general los estudiantes más jóvenes lo cursan para poder estudiar en universidades catalanas y los más mayores, para tener más opciones laborales”, explica su director Rupert Nicholson.

También son los intereses laborales los que preponderan entre los alumnos que estudian gallego en la EOI de Ponferrada (León). “Este año se han matriculado 47 personas, la mayoría son profesionales que necesitan el conocimiento del gallego para estudiar o trabajar en Galicia”, confirma Guadalupe Nuñez, su directora. Ponferrada, la capital del Bierzo, en el caso del gallego, Miranda de Ebro, con el euskera, y Monzón, Fraga y Alcañiz, con el catalán, son las únicas ciudades de comunidades monolingües donde las EOI ofrecen este idioma. Sus alumnos, además, están familiarizados con ellos porque, además de hablarse en general en sus casas, se imparten en primaria y secundaria.

Mayor promoción y protección

Juan Carlos Benito, muestra sus ejercicios de euskera, en su casa de Colmenar de Oreja (Madrid).

En el caso de los estudiantes que cursan lenguas cooficiales en la EOI Jesús Maestro de Madrid ―la que más número de idiomas oferta de España― sus inquietudes varían. Los vínculos familiares, el amor por el estudio de las lenguas o el interés por la cultura prevalecen a la hora de optar por estudiar catalán, gallego o euskera. “España, a pesar de tener reconocidos derechos lingüísticos, sigue siendo bastante monolingüe a la hora de ofrecer la opción de estudiar idiomas”, sostiene Diego Bernal, jefe del Departamento de Gallego en esa escuela. “En España la enseñanza de idiomas siempre se ha visto como algo precario, en lugar de verlo como algo positivo, para disfrutar y conocer”, añade Bernal, que advierte de que la realidad en Europa es distinta. “Los estudiantes jóvenes se dirigen a un mercado europeo donde existe una necesidad lingüística que antes no había”, añade.

Él sabe de lo que habla. Ha vivido en siete países y trabajado en tres lusoparlantes gracias a su dominio del gallego. “El 90% de las palabras son iguales que el portugués”, indica. “Cada lengua tiene sus puntos fuertes y débiles: el catalán es una lengua empresarial, importante en España para hacer negocios en Cataluña, el gallego tiene proyección a través del portugués, con él te pueden entender 250 millones de hablantes [por Brasil], y el euskera es la lengua de los secretos, es buena porque no se entiende”, sostiene.

“El interés por el euskera aquí es más integrador. Se dirige a conocer la cultura o se trata de alumnos de ascendencia vasca que se plantean regresar, incluso hay quienes se han echado un novio o una novia vascos… No es meramente instrumental”, señala Errukine Olaziregi, una de las dos docentes de euskera de la EOI Jesús Maestro. “La legislación dice que las lenguas cooficiales merecen una especial protección, pero luego no es así, no hay opciones para que se puedan impartir cursos, ni recursos, ni se promocionan como se hace con otros idiomas”, se lamenta. “Madrid es la única comunidad de toda la Meseta donde se puede estudiar euskera en una Escuela de Idiomas”, abunda.

Juan Carlos Benito es uno de los estudiantes de Olaziregi. “Cuando comenté a una amiga que me había apuntado a euskera, se sorprendió y me preguntó: ‘¿para qué?”. Él lo tiene claro. “Para disfrutar. Me lo paso pipa aprendiendo idiomas”, explica. Habla inglés, francés, alemán, italiano y catalán, el año pasado comenzó con el sueco y el euskera y este curso empezará árabe. “Hay que vencer los prejuicios. Somos españoles y aquí hablamos cuatro lenguas. Eso muy enriquecedor y a mí me encanta ir a Cataluña y que la que me atiende en su panadería no tenga que cambiar el idioma para hablar conmigo”, defiende Benito.

Difusión en el extranjero

Fuera de España, además de los institutos Etxepare y Ramon Llull, el Instituto Cervantes también contribuye a difundir el catalán, el gallego y el euskera a través de cursos de idiomas, actividades culturales y de los 38.902 libros en los tres idiomas que se encuentran disponibles en su red de bibliotecas. “El catalán es la lengua más demandada, seguida del euskera y el gallego. Muchos vienen a aprenderlo por el vínculo familiar o por un interés filológico”, indica Carmen Pastor, directora académica de la entidad. El año pasado se impartieron 51 cursos de catalán, nueve de vasco y dos de gallego en un total de 20 del centenar de centros que el Cervantes tiene en más de 50 países. Es en las ciudades germanoparlantes, como Múnich, Berlín, Fráncfort y Viena, donde más se demanda el catalán. “Allí hay muchos departamentos de lenguas romanísticas, pero también si tienen una pareja catalana quieren aprenderlo para entender a la gente cuando viajan allí. En Viena también es donde más se estudia el euskera porque los austriacos son forofos de los equipos vascos”, explica Pastor.

En 1975, Sierra ya defendía la importancia del enriquecimiento sociocultural que supone poder conocer las lenguas cooficiales. Casi 50 años después, Comas es un ejemplo claro tanto de los beneficios a la hora de estudiar ―lo hizo en Tarragona porque entendía y escribía en catalán― como laborales. A él, como a Sierra, le preocupa que las administraciones -en su caso el nuevo Gobierno aragonés de PP y Vox- limiten el apoyo para garantizar su enseñanza: “En muchos municipios de la Franja se está perdiendo el hábito de hablar en catalán; si se suprimen horas lectivas del idioma en los colegios, los niños dejarán de tener contacto con la lengua con la reducción de posibilidades que ello supone”. Bernal también lo tiene claro: “Cuantas más lenguas sepas, tú vida será mejor”.

Cursos para concienciar a la España monolingüe

A concienciar de que en España se hablan más lenguas que el castellano es a lo que va enfocado el curso Historia de las Lenguas Españolas que la Universidad de Málaga impartirá a partir de este año en el aula de mayores. “La visión que se tiene en Andalucía o Castilla-La Mancha es incierta, España desde el punto de vista demográfico no es mayoritariamente monolingüe, sino bilingüe, y lo que pretendemos es que se conozca que aquí se hablan otras lenguas y eliminar los prejuicios que las asocian con intereses políticos”, señala Francisco Carriscondo, catedrático de Lengua Española de la UMA. “Las lenguas cooficiales son una realidad y una riqueza desde el punto de vista cultural y social, porque cada lengua es una forma de entender y ver el mundo”, sostiene Casrriscondo, responsable también de proyecto Lengua y Prensa, una hemeroteca virtual de las lenguas de España que ha inventariado y etiquetado hasta 27.000 noticias relacionas con las lenguas oficiales en medios de comunicación.

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