Un equipo más grande y más “influencers” para contrarrestar el poder del clan gallego de Feijóo
El PP constata que el líder refuerza a su núcleo de confianza en Galicia en la cúpula real del partido y la dirección del grupo parlamentario
Después de 20 meses de su llegada a la presidencia del PP, de varias campañas recorriendo todo el país para reconocer mejor a su organización y de semanas de inquietar al partido y a los medios de comunicación con los prometidos ajustes para la nueva etapa, Alberto Núñez Feijóo alumbró al fin a su próximo equipo. Ha cundido cuando menos algo de desconcierto. “¿Era esto?”, se preguntan dirigentes populares de diferentes sectores y edades. El núcleo de poder en ...
Después de 20 meses de su llegada a la presidencia del PP, de varias campañas recorriendo todo el país para reconocer mejor a su organización y de semanas de inquietar al partido y a los medios de comunicación con los prometidos ajustes para la nueva etapa, Alberto Núñez Feijóo alumbró al fin a su próximo equipo. Ha cundido cuando menos algo de desconcierto. “¿Era esto?”, se preguntan dirigentes populares de diferentes sectores y edades. El núcleo de poder en el aparato del Comité de Dirección del PP casi se duplica, con 10 mujeres entre sus 16 componentes, una aparente clarificación de funciones en su cúpula y la incorporación de perfiles más jóvenes. Más mujeres y más conectadas con las redes sociales y el mundo digital. “Las influencers”, como las califican con cierta distancia entre los más veteranos del partido. El núcleo de poder real lo mantendrá su círculo de confianza que le acompaña desde su etapa en Galicia y que se extenderá ahora por toda la dirección del grupo parlamentario en el Congreso.
Feijóo lleva suministrando desde el pasado domingo, con la confirmación de Cuca Gamarra con dedicación exclusiva para la secretaría general del PP, un goteo de pistas sobre cómo pretende conformar su nuevo equipo. Resuelta esa decisión, al restarle a Gamarra la portavocía en el Congreso para entregársela a Miguel Tellado, su colaborador más estrecho durante años en el PP de Galicia, el siguiente enigma consistía en observar cómo relegaba en su posición teórica de número tres al ya ex coordinador general, Elías Bendodo, sin que pareciese una pérdida de influencia de Juan Manuel Moreno, la persona que más le presionó para asumir la responsabilidad de sustituir en abril de 2022 a Pablo Casado. El resto de los nombramientos ofrecen pistas sobre apuestas de futuro, confusas componendas territoriales y parches para mejorar los agujeros negros detectados tras los agridulces resultados electorales del 23-J.
El equipo de análisis del PP le proporcionó a Feijóo, tras el 23-J, un informe encargado a una consultora externa privada en el que se concluía, entre otros de sus problemas en la campaña, que en las urnas le había fallado fundamentalmente parte del electorado joven y de las mujeres, uno de los nichos fuertes de su rival, Pedro Sánchez. Los cuatro nuevos fichajes anunciados ayer para ampliar las vicesecretarías de área del PP son mujeres: dos jóvenes, Ester Muñoz (38 años) y Noelia Núñez (31); y dos más veteranas, Ana Alós (54) y Paloma Martín (53). Todas ya con carreras más o menos contrastadas en el PP en sus territorios, con altos y bajos, amigos y enemigos. Las dos primeras muy activas y aguerridas para el combate en las redes sociales. Las segundas, con más experiencia de gestión en cargos políticos.
Feijóo, y su entorno más directo, llevan meses preguntando en distintos despachos de la organización por perfiles de ese estilo. Más mujeres, más jóvenes y algunas gestoras experimentadas, como se ha completado con la nueva portavoz en el Senado, Alicia García, exconsejera del gobierno de Juan Vicente Herrera en Castilla y León, o Alós, en distintos cargos en Aragón, y Martín, exconsejera relegada del último ejecutivo de la madrileña Isabel Díaz Ayuso. A la que no le cabe ninguna duda sobre su pasión por el ayusismo es a Noelia Núñez, que acude a las manifestaciones contra la amnistía con el lema “Me gusta la fruta” en su camiseta y se ha propuesto digitalizar a los más antiguos de la sede nacional del partido y del Gobierno de la Comunidad de Madrid.
En el eterno doble juego político de Feijóo cabe todo. Desde que llegó a la presidencia nacional del PP no para de remachar que le gustan los candidatos ganadores, con trayectoria profesional y trazabilidad avalada, y que detesta los políticos de tuits y plató fácil. Entre las nuevas dirigentes fichadas, Alós perdió la alcaldía de Huesca tras un extraño cambalache con Ciudadanos, el PSOE y el intercambio de otros bastones de mando en otras capitales de Aragón. García fue enviada como candidata en Ávila para ser derrotada y salió escaldada de las luchas intestinas del PP local. Muñoz llegó a despachar la ley de memoria histórica y la exhumación de Franco en un debate en el Senado así: “¡Quince millones de euros destinados a que ustedes desentierren unos huesos en lugar de mejorar los salarios de jueces y fiscales”.
En su primera entrevista, tras defenestrar el PP a Pablo Casado, el 6 de marzo de 2022, Feijóo declaró en El Mundo que perseguía un PP sólido, adulto, no guay: “Yo no quiero ser influencer”.