Exteriores evita protestar por los insultos de Argelia contra Albares para no alimentar la escalada

El Gobierno español espera que Argel desbloquee el comercio bilateral tras la destitución del ministro de Finanzas

El ministro de Exteriores , José Manuel Albares, a la izquierda intercambia documentos con su homólogo indio, Subrahmanyam Jaishankar, en Nueva Delhi.Naveen Sharma (EFE)

El Gobierno español no va a responder a los insultos que la agencia oficial de noticias argelina, APS, dedicó al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en un artículo de opinión sin firma publicado el pasado martes. Fuentes gubernamentales aseguran que España no se plantea presentar una protesta diplomática, pues el objetivo es superar la crisis con Argelia y no dar excusas para continuar la escalada verbal. Quienes sí han contestado públi...

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El Gobierno español no va a responder a los insultos que la agencia oficial de noticias argelina, APS, dedicó al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en un artículo de opinión sin firma publicado el pasado martes. Fuentes gubernamentales aseguran que España no se plantea presentar una protesta diplomática, pues el objetivo es superar la crisis con Argelia y no dar excusas para continuar la escalada verbal. Quienes sí han contestado públicamente han sido algunos ministros, como la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, que ha calificado de “inaceptables” los epítetos vertidos por la agencia oficial argelina ―“seudodiplomático”, “indigno” o “pirómano”― contra su compañero de gabinete. También el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha defendido al titular de Exteriores. “Albares es un magnífico ministro. Todas las decisiones las ha tomado en favor de España. Toda mi consideración, respeto y apoyo a las decisiones que ha adoptado”, declaró el martes por la noche a la Cadena SER.

Albares, de visita en Nueva Delhi (India), ha evitado responder a las descalificaciones. “Lo que nosotros queremos con Argelia es tener la mejor relación posible, resolver cualquier diferencia a través del diálogo y la diplomacia”, declaró a la agencia Efe. El ministro subrayó que “el pueblo español es amigo del argelino” y su propósito es “que esa amistad prevalezca” pero, apostilló, “lo que tienen que ver claro [las autoridades de Argel] es que siempre habrá por parte del Gobierno una firme defensa de los intereses de España”.

El asunto prioritario para Exteriores es el desbloqueo del comercio bilateral entre los dos países. Algunos sectores han interpretado que la destitución el pasado martes del ministro de Finanzas, Abderramán Rauya, que llevaba solo cuatro meses en el cargo, es la antesala de la retirada de la circular de la Asociación de Bancos y Entidades Financieras (Abef) que ordenó la congelación, a partir del día 9 de este mes, de las domiciliaciones bancarias en transacciones provenientes o destinadas a España; lo que en la práctica impide cualquier operación comercial. Aún no se sabe, sin embargo, si el presidente del país, Abdelmayid Tebún, destituyó a su ministro por esta circular y si, en ese caso, fue por la forma o por el contenido.

La filtración de esa orden fue lo que permitió a Albares pedir el pasado viernes el apoyo de la Comisión Europea, que emitió un duro comunicado advirtiendo a Argel que la política comercial es competencia suya y cualquier medida discriminatoria contra un socio comunitario vulnera el acuerdo de asociación de 2005 entre la UE y el país magrebí. Las autoridades argelinas reaccionaron con indignación ante el comunicado de las instituciones europeas, tachándolo de “precipitado” e “injustificado”.

Un arreglo amistoso

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Podría darse el caso de que la orden de congelar el comercio con España, cuya existencia nunca ha reconocido oficialmente Argel, desapareciese, pero no sus efectos. Por eso, tanto el Gobierno español como la Comisión Europea están recabando información sobre la situación en el terreno. Fuentes diplomáticas confían en un arreglo amistoso, pero dan por sentado que, si el veto de facto al comercio con España se mantuviera, la Comisión Europea debería actuar, como hizo en enero pasado, cuando denunció a China ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por boicotear los productos de Lituania para forzar a su gobierno a cambiar la política respecto a Taiwán.

En 2021, las ventas españolas a Argelia sumaron 1.888 millones de euros y, entre enero y marzo de este año, 473; mientras que las compras alcanzaron 4.768 millones el año pasado y 1.789 en el primer trimestre de este. De momento, las importaciones de Argelia (más del 90% hidrocarburos) no se han visto congeladas, aunque el precio del gas, en plena renegociación, si podría sufrir los efectos de la crisis diplomática.

Entre las acusaciones que la agencia argelina lanzó contra Albares está la de haber sugerido que el presidente ruso, Vladimir Putin, está detrás de las medidas tomadas por Argelia contra España, pero, en realidad, quien primero sugirió públicamente la implicación rusa en la crisis diplomática fue la vicepresidenta primera, Nadia Calviño.

Por su parte, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, rechazó este miércoles “entrar en especulaciones” sobre el origen de la crisis, mientras que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, dijo que nada le gustaría más que el Gobierno “acertase” y “dejase de meter la pata” en relación con Argelia. Tras subrayar que el Ejecutivo va “error tras error” le pidió que deje de improvisar en política exterior. “No provoquemos más, no tensionemos”, añadió.

Sea cual sea el desenlace de la crisis, el ataque de la agencia argelina deja claro que Argel ha puesto en su lista negra al ministro de Exteriores, José Manuel Albares, al que parece responsabilizar de la crisis, igual que Rabat hizo con su antecesora al frente de la diplomacia española, Arancha González Laya.

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