El Congreso aprueba la mayoría de las medidas para la reconstrucción pero rechaza las de política social

Sánchez y Casado se cruzan duros reproches y el presidente recrimina al líder del PP su falta de apoyo en la negociación europea

En la foto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, saludo a la bancada socialista, este miércoles en el Congreso. En vídeo, líder socialista critica el poco apoyo del Partido Popular al Gobierno. Vídeo: CHEMA MOYA (EFE) / ATLAS/EUROPA PRESS

Los planes para la reconstrucción quedan finalmente muy deslucidos: no hay consenso para reeditar los Pactos de La Moncloa. El Congreso solo dio este miércoles luz verde a dos de los cuatro planes diseñados para reactivar la economía española tras la pandemia: las medidas sanitarias y sobre la UE cosecharon amplias mayorías, pero la oposición tumbó las medidas sociales para los más vulnerables, y un error en la votación dejó las medidas económicas en el aire. La falta de ayudas a la enseñanza concertada provocó el rechazo de PP, Vox y Cs; los nacionalistas criticaron que el paquete social inva...

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Los planes para la reconstrucción quedan finalmente muy deslucidos: no hay consenso para reeditar los Pactos de La Moncloa. El Congreso solo dio este miércoles luz verde a dos de los cuatro planes diseñados para reactivar la economía española tras la pandemia: las medidas sanitarias y sobre la UE cosecharon amplias mayorías, pero la oposición tumbó las medidas sociales para los más vulnerables, y un error en la votación dejó las medidas económicas en el aire. La falta de ayudas a la enseñanza concertada provocó el rechazo de PP, Vox y Cs; los nacionalistas criticaron que el paquete social invade competencias autonómicas.

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Un pacto de país: tanto el PSOE como Unidas Podemos pretendían en primavera, en la fase más aguda de la pandemia, una reedición de los Pactos de La Moncloa. El PP recondujo la idea del presidente Pedro Sánchez y llevó el proyecto al Congreso con la creación de una comisión específica que empezó a andar el 7 de mayo y que este miércoles bajó la persiana con la votación en el pleno del Congreso. El escepticismo con el que nació esa comisión pasó por varias fases, pero la votación final deja muy deslucido el proyecto: las medidas sanitarias y los planes relacionados con la UE recogieron amplios apoyos, pero un error en la votación impidió que salieran adelante las medidas económicas. Y tanto la bancada de la derecha como los partidos nacionalistas tumbaron estrepitosamente el paquete de medidas sociales, diseñado para intentar que los más vulnerables no se queden atrás como sucedió con la Gran Recesión, que provocó un brutal aumento de la desigualdad en España hace 10 años.

A pesar de que las negociaciones llegaron hasta prácticamente el último minuto, nada resultó sencillo en el Congreso. El voto a favor del PP en el paquete sanitario y en el relativo a la Unión Europea subió mucho la cotización política de la comisión. Pero los planes del PSOE y Podemos sufrieron un mazazo al perder la votación del bloque social con 175 votos en contra, 171 a favor y una abstención. Al filo de las ocho de la tarde llegó un segundo jarro de agua fría: las medidas económicas tampoco salieron adelante por un error en la votación, por lo que ese paquete queda en el limbo hasta el próximo pleno extraordinario. La presidencia del Congreso comprobó que un miembro de la cámara que había pedido votación telemática votó al final presencialmente. Ese voto quedó anulado y eso dejo la votación en empate a 168.

El Ejecutivo apuntó que ese error podría corregirse en el próximo pleno, con lo que aspira a salvar las medidas económicas si finalmente consigue apoyos suficientes. Pero el consenso para los planes sociales ya ha quedado definitivamente atrás: la participación de Vox en esta votación, a pesar de haberse inhibido de los trabajos y de no haber presentado documentos en ninguna materia, determinó el rechazo a este bloque, que deja en el camino medidas específicas para los más vulnerables. Todo apuntaba mal desde hace semanas por el capítulo de educación. El texto preveía una dotación de 2.000 millones para reforzar la enseñanza pública, lo que motivó que PP y Cs exigieran que ese dinero fuera también para la concertada. El grupo de Inés Arrimadas, que apoyó al Ejecutivo en el resto de planes, rechazó las medidas sociales ante la falta de claridad en ese asunto. El PSOE intentó transaccionar incluyendo una fórmula que reparte el dinero entre todos los centros, concertados o públicos, para alumnos de especial vulnerabilidad. No fue suficiente.

Con ese rechazo decaen todas las medidas de ayuda a la dependencia, a las residencias de mayores —a las que se vinculaba con centros de salud y hospitales y se instaba a su medicalización—, las nuevas restricciones para los desahucios, los fondos para rehabilitación de viviendas, las ayudas al desarrollo rural y a la atención a los inmigrantes, entre otros muchos asuntos. PP y Cs nunca se apearon de sus exigencias para la concertada. Y Vox se felicitó por haber propiciado tumbar el plan de reconstrucción social: “Ha ganado la libertad”, escribió en redes sociales el portavoz Iván Espinosa de los Monteros. A pesar de todo, las conclusiones de la comisión son meras recomendaciones: el Gobierno puede tenerlas en cuenta para el diseño de planes y proyectos para la reactivación de la economía española en los próximos presupuestos. Pero puede también activar las mismas medidas por otros canales. El objetivo de la comisión era generar un consenso que, tras la sesión de este miércoles, queda deslucido.

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Los apoyos se limitan a las conclusiones sobre Europa y, sobre todo, al bloque sanitario. Ahí sí negociaron durante semanas el PSOE y el PP con equipos dirigidos por la portavoz parlamentaria socialista, Adriana Lastra, y la ex ministra de Sanidad Ana Pastor, del PP. Después de muchas dudas, los populares acabaron respaldando tanto las medidas sanitarias (que obtuvieron 255 votos a favor) como las conclusiones sobre la UE, que salieron adelante con holgura: 276 síes, 59 noes y 13 abstenciones.

Sin incluir reforma laboral

Las diferencias ideológicas y políticas fueron la tónica en el bloque económico. En este capítulo las diferencias venían tanto por la izquierda como por la derecha: Cs se decantó por el sí, y eso hizo alejarse del voto afirmativo a otros partidos. Las medidas económicas salieron inicialmente adelante por un solo voto, pero el citado error de un diputado dejó un empate definitivo, que obligará a repetir la votación. Bildu intentó —en vano— incluir en el texto la derogación completa de la reforma laboral. La actitud del PNV fue también de un cierto distanciamiento: su portavoz, Aitor Esteban, dejó claras muestras de que la negociación presupuestaria no va a ser nada fácil.

Pese a que las recomendaciones económicas están en el aire, el texto funciona como una especie de hoja de ruta de lo que está por venir. En materia laboral, las conclusiones se limitan a ahondar en la protección del empleo, pero dejan cualquier movimiento para el diálogo social. En materia de impuestos, las conclusiones hablan de una “reforma fiscal” difusa, que solo cristalizará en los presupuestos. Ese error en el voto dejó todo el esfuerzo en el plano económico en agua de borrajas; el rechazo a las medidas sociales es un claro indicativo de que el Gobierno no tiene el consenso que esperaba. Y al final de la sesión no se escuchó el habitual aplauso a una comisión repleta de claroscuros, que deja un sabor final cuando menos agridulce.

El presidente del PP registró una pregunta genérica para la sesión de control sobre cómo ve el jefe del Ejecutivo la situación de los españoles. Y no avanzó mucho más, se reservó para escuchar la primera respuesta de Sánchez. El presidente del Gobierno no tardó en entrar al debate de fondo para atacar a Casado y al PP por su comportamiento durante estos días cuando se estaba negociando en Bruselas un fondo de reconstrucción que será básico para España y nuclear para la redacción de los Presupuestos que deben afrontar la reactivación del país tras la inédita pandemia.

Sánchez alabó de entrada la actitud de “resistencia, disciplina social y moral de victoria” de los españoles y también la de la mayoría parlamentaria que le ha apoyado en estos meses críticos durante la peor crisis sufrida en 100 años. Y fue ahí cuando aprovechó para destacar que frente a esa colaboración ante el “gran acuerdo histórico para el país”, mientras negociaba “extenuantemente” en Bruselas con un “resultado extraordinario”, pudo observar que el PP y Casado tuvieron “una aportación inexistente a ese logro colectivo”.

En foto, Pablo Casado, presidente del Partido Popular, en una intervención en el Congreso de los Diputados. En vídeo, Pablo Casado apoyará el presupuesto para la reconstrucción en sanidad.Vídeo: EUROPA PRESS / CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


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