Mister b&b: la plataforma para viajeros LGTBIQ+ que nació tras una mala experiencia con un anfitrión homófobo
La red creada por Matthieu Jost incluye información sobre alojamientos ‘queer friendly’ en 200 países y cuenta con 1,3 millones de usuarios
La historia de Mister b&b comienza con una mala experiencia, la que sufrió su fundador, el empresario gay Matthieu Jost, cuando, hace aproximadamente una década, viajaba por España con su pareja y, al llegar a Barcelona, quedó claro que su anfitrión era un hombre homófobo. Se fueron de inmediato, pero aquello prendió una chispa en Jost. “Pensé: ¿por qué no crear una solución hecha por nosotros para nosotros? Una que entienda nuestra comunidad y la respetara plenamente”, cuenta el francés. Mister b&b es, pues, una plataforma pensada inicialmente para hombres gais, pero que ha evoluciona...
La historia de Mister b&b comienza con una mala experiencia, la que sufrió su fundador, el empresario gay Matthieu Jost, cuando, hace aproximadamente una década, viajaba por España con su pareja y, al llegar a Barcelona, quedó claro que su anfitrión era un hombre homófobo. Se fueron de inmediato, pero aquello prendió una chispa en Jost. “Pensé: ¿por qué no crear una solución hecha por nosotros para nosotros? Una que entienda nuestra comunidad y la respetara plenamente”, cuenta el francés. Mister b&b es, pues, una plataforma pensada inicialmente para hombres gais, pero que ha evolucionado con el paso de los años y hoy es una de las mayores comunidades de viajes LGTBIQ+ del mundo.
Fue creada en Francia pero creció en Silicon Valley, donde tuvo que vérselas con unos inversores reticentes y, cómo no, trazos de homofobia: las firmas de capital riesgo consideraban que una web como la de Mister b&b caía en la categoría de pornografía. Pero han pasado 10 años desde entonces y el tiempo estaba del lado del proyecto. La web ahora cuenta con 1,3 millones de usuarios.
“Vi un problema que nadie había resuelto y, francamente, no muchas personas pensaron que fuera posible abordarlo: cómo ayudar a la comunidad LGTBIQ+ a sentirse más segura, a estar más segura, cuando viaja por el mundo”, abunda Jost. “A muchos nos encanta viajar y tenemos recursos para hacerlo, existía un mercado de miles de millones de dólares. ¿A quién no le gusta la oportunidad de ganar dinero extra como anfitrión, mientras recibe a miembros de su propia comunidad? Todos salen ganando”, explica Jost.
Mister b&b pretende ofrecer una solución que se adecue a esta comunidad plural, diversa e históricamente maltratada. Ninguno de sus muchos miembros debe sentirse excluido por la marca y todos deben notar que tienen una oferta personalizada. “Basé parte de lo que ofrecíamos en mis propias experiencias; cuánto me gustaba viajar, conocer gente nueva, sumergirme en la cultura. También me pregunté: ¿qué hace que me sienta cómodo cuando viajo? Sentirme bien recibido y no estar inseguro en mi alojamiento. En fin, una experiencia sin estrés”. Más allá de las diferencias culturales entre países, Jost destaca que, al final, todos somos bastante similares en cuanto a nuestros deseos respecto a un viaje.
“Todos quieren divertirse, por supuesto, pero también sentirse recibidos y aceptados dondequiera que vayan; ya seas gay, heterosexual, trans, hombre, mujer, no binario, joven o mayor”, dice Jost. Y añade: “Al tener a mano una comunidad estrechamente unida de personas LGTBIQ+ y aliados, y hoteles que te den la bienvenida, tienes un hogar en cualquier lugar del mundo”.
La coyuntura ha cambiado (a peor) desde los comienzos de Mister b&b. Incluso países donde se ha avanzado en derechos en las últimas décadas, viven hoy en riesgo de retroceso. El año pasado se propusieron más de 500 proyectos de leyes explícitamente anti-LGBTQ+ en Estados Unidos. Setenta y cinco de ellos fueron aprobados. Las manifestaciones contra los derechos LGBTQ+ en aquel país han aumentado un 30% desde 2017. Aún existen 64 Estados que consideran las relaciones entre personas del mismo sexo ilegales. “Espero que, en la próxima década, la siguiente generación de personas LGTBIQ+ pueda viajar sin tener que estar constantemente en guardia. Programamos un viaje perfecto, pero… ¿seremos bienvenidos donde nos quedamos? ¿Es seguro abrazar a mi pareja en esta cafetería? En el futuro, espero que esta cubierta de ansiedad que cargamos ya no exista”.