Los posibles resultados de la suma de Yolanda Díaz

El proyecto de la vicepresidenta del Gobierno para crear un “movimiento ciudadano” a la izquierda del PSOE ya ha echado a andar bajo el nombre de Sumar. Aunque Yolanda Díaz rehúye la etiqueta de plataforma electoral y prefiere que el debate se centre en un modelo de país “para la próxima década”, reconoce que las elecciones generales previstas para 2023 pueden convertirse en su pista de lanzamiento.

— Sumar es la apuesta de Yolanda Díaz ...

El proyecto de la vicepresidenta del Gobierno para crear un “movimiento ciudadano” a la izquierda del PSOE ya ha echado a andar bajo el nombre de Sumar. Aunque Yolanda Díaz rehúye la etiqueta de plataforma electoral y prefiere que el debate se centre en un modelo de país “para la próxima década”, reconoce que las elecciones generales previstas para 2023 pueden convertirse en su pista de lanzamiento.

— Sumar es la apuesta de Yolanda Díaz para reflotar el espacio político a la izquierda del PSOE. Lo ha definido como un “movimiento ciudadano” que busca levantar un nuevo “proyecto de país” con la sociedad civil en el centro y, aunque huye de la etiqueta “electoral”, ella misma ha reconocido que posiblemente se concrete en una plataforma para las generales previstas en 2023. Inicialmente, Sumar era el nombre de la asociación creada para poner en marcha la logística de la primera fase del proceso, una gira por buena parte de España en la que Díaz se reunirá con diferentes colectivos para diseñar ese modelo de país “para la próxima década”, lo que en términos electorales sería el programa. Finalmente, Sumar denomina al conjunto del proyecto en marcha.

— El pasado 8 de julio, la vicepresidenta segunda presentó Sumar en el centro cultural Matadero (Madrid) ante unos 5.000 asistentes. Tan solo una semana después, inauguró en una cooperativa de Lavapiés el primero de los encuentros que ha bautizado como “actos de escucha”, reuniones sectoriales para abordar diferentes temáticas con expertos en cada área: ecologismo, cultura, sanidad, educación, feminismo, tecnología, calidad democrática, derechos LGTBI… Empezó con una treintena de jóvenes preocupados por la crisis climática, que en turnos de tres minutos dieron cuenta de sus propuestas. Díaz pidió a los asistentes que hagan llegar sus aportaciones o entren a formar parte del grupo encargado de trabajar esa materia para el proyecto —ya hay más de 25 constituidos y su tarea es concretar las ideas que salgan de estas reuniones—. De aquí a fin de año, la política gallega recorrerá distintas comunidades autónomas para mantener diferentes encuentros. Los formatos irán variando (abiertos o no al público, más o menos lúdicos…). La idea es terminar esta fase a final de año. Será después cuando haga pública formalmente la decisión sobre si presentarse o no como candidata a la presidencia.

— Yolanda Díaz es una política de izquierdas, militante del PCE, excoordinadora de Esquerda Unida y actual líder de UP en el Gobierno. Su discurso el 8 de julio en Matadero, donde pidió que la democracia llegue a los impuestos y los “hiperricos” aporten “como todo el mundo”, dio muestra de ello. Con todo, en línea con los postulados del primer Podemos, la vicepresidenta aspira a construir un movimiento transversal, capaz de convencer a gente de pensamiento muy distinto. “Muchas personas que han podido confiar en opciones de derechas o que se consideran a sí mismas conservadoras quieren proteger el medio ambiente o están preocupadas por este problema. La gente está cansada de la política entendida como un partido de fútbol”, señalan fuentes de su equipo, que enfatizan que Sumar pone por delante los objetivos antes que la ideología, con la “aspiración principal” de “ensanchar la democracia”, una expresión que emplea continuamente Díaz. “Para ello, y todavía más en este contexto de crisis y desafección ciudadana hacia los partidos políticos, es más importante una política de valores que una política basada en -ismos”, subraya su entorno. Díaz ya afirmó en diciembre pasado, en una entrevista, que no se conformaba con la “esquinita” a la izquierda del PSOE.

— Entre las personas involucradas en Sumar hay viejos rostros conocidos de la política, como el ex secretario general de Podemos Cataluña y ex coordinador general de Catalunya en Comú, Xavier Domènech. También el eurodipu­tado catalán Ernest Urtasun y la concejala de Compostela Aberta (una de las mareas gallegas) Marta Lois. Junto a estos tres, otros perfiles próximos a Díaz se reparten diversas tareas de organización. Algunas personalidades de distintos ámbitos ya han expresado su apoyo al proyecto, bien a través de vídeos y redes sociales o con su presencia en el acto inaugural. Entre ellos, el escritor y periodista Manuel Rivas; los actores Luis Tosar, Antonio de la Torre y María Vázquez; el crítico Bob Pop, el pianista James Rhodes o el economista británico Guy Standing.

— Ha sido el principal punto de fricción con Podemos y se mantiene como una de las incógnitas. IU, Catalunya en Comú o el PCE, todos parte de UP, han avalado los planes de Díaz. También el partido fundado por Pablo Iglesias, aunque en los últimos meses ha hecho notar su malestar con la vicepresidenta. En marzo de 2021, cuando anunció su salida del Gobierno, Iglesias señaló a la vicepresidenta como su sucesora al frente de UP. Sin embargo, la vicepresidenta, que no es militante de Podemos, ha decidido abrir el espacio para recuperar los apoyos que la coalición ha ido perdiendo en las últimas convocatorias electorales. Díaz siempre menciona la brecha que existe entre ciudadanía y partidos, de ahí que haya construido este proceso para sumar a actores de la sociedad civil y que hasta la fecha haya dejado a las fuerzas políticas en un segundo plano. La idea, no obstante, es atraer también a otras formaciones que en su día salieron del grupo por enfrentamientos con Iglesias, como es el caso de Más País (Íñigo Errejón). Se supone que la definición del papel de los partidos (y su lugar en las listas) se empezará a despejar en público a partir de enero. La tensa negociación de una coalición de izquierdas en Andalucía ha funcionado como preámbulo de una batalla que amenaza con estropear el relato de Díaz. Un discurso que busca servir de revulsivo ante la apatía del electorado.