VINOS

Un brindis de Ecce Homo

El fresco 'restaurado' por una octogenaria sirve para bautizar a dos vinos de la comarca de Borja

La buena fe con la que Cecilia Giménez restauró el polémico eccehomo del Santuario de la Misericordia en Borja (Zaragoza) ha sido embotellada. Bodegas Aragonesas acaba de lanzar al mercado los vinos Ecce Homo, que incluyen en su etiqueta una recreación de la ya celebérrima  desfiguración de la pintura de Borja (un fresco de finales del XIX sin excesivo valor artístico que la vecina bienintencionada emborronó en una desafortunada intervención).

La bodega tenía en proyecto comercializar un vino con fines sociales desde ...

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La buena fe con la que Cecilia Giménez restauró el polémico eccehomo del Santuario de la Misericordia en Borja (Zaragoza) ha sido embotellada. Bodegas Aragonesas acaba de lanzar al mercado los vinos Ecce Homo, que incluyen en su etiqueta una recreación de la ya celebérrima  desfiguración de la pintura de Borja (un fresco de finales del XIX sin excesivo valor artístico que la vecina bienintencionada emborronó en una desafortunada intervención).

Línea de vinos Ecce Homo de Bodegas Aragonesas.

La bodega tenía en proyecto comercializar un vino con fines sociales desde hace varios años, afirma Enrique Chueca, director de la bodega, que pertenece a la denominación de origen Campo de Borja. Así que cuando el pasado verano se desató la polémica en Borja decidieron que había llegado el momento y el motivo perfectos (la empresa asegura que las ventas que se obtengan del vino se destinarán a entidades benéficas). Actuaron con rapidez. El primer paso fue registrar la marca Ecce Homo en la Oficina de Patentes, y después, bajo este sello hoy mundialmente conocido, empezaron a etiquetar dos vinos: Garnacha 2011, un vino joven creado para la ocasión, y Garnacha Selección Viñas Viejas 2009, un tinto con 12 meses en barrica de roble francés que ya estaba embotellado y que estaba previsto que se exportase a Estados Unidos.

Respecto al ecchehomo que ilustra la etiqueta de las botellas, la bodega fue más prudente. La idea original era incluir la controvertida obra de Cecilia Giménez, pero finalmente optaron por realizar una interpretación propia del fresco, “debido a la confusión que existe respecto a los derechos de autor de la pintura”, aclara el director. Chueca se refiere a la disputa surgida entre la familia de la artista octogenaria y los responsables del santuario, quienes comenzaron a cobrar un euro de entrada al templo debido a la expectación generada por la obra. Ahora, la autora reclama su parte. “Nos pusimos en contacto con el entorno de Cecilia, pero no obtuvimos respuesta alguna”, añade Chueca, por lo que mientras se esclarece el asunto (no renuncia a incorporar el borrón en el futuro) la bodega creó su propio eccehomo para no retrasar la salida de los vinos. El resultado final, asegura, “no se inspira en la restauración, el único objetivo es que fuera distinto al de Cecilia y se apartase de la mofa que se ha visto en otras recreaciones".  Y aunque no disimula el aprovechamiento publicitario del filón del eccehomo, afirma: "Para nosotros este es un proyecto serio”.

La primera remesa puesta a la venta alcanza las 75.000 botellas entre ambos vinos. Hay razones para prever una buena acogida, según Chueca: “Están hechos con toda la seriedad y entrega de Bodegas Aragonesas, no son vinos inflados. Es difícil encontrar vinos de esta calidad a ese precio”. 3,95 euros el tinto joven y 9,90 el Garnacha selección 2009.

Dos tintos ricos en matices

Los vinos Ecce Homo están elaborados exclusivamente con variedad de uva garnacha, procedente de viñedos con más de 50 años de antigüedad ubicados a 600 metros de altura en las laderas del Moncayo; la exposición al frío viento de Cierzo resulta clave en la maduración de la uva.

El Garnacha 2011 responde a un tinto joven amable, "fácil de beber", según Javier Vela, enólogo de Bodegas Aragonesas, con un rojo cereza intenso en copa, buena intensidad aromática en nariz, donde aparecen sobre todo frutos rojos, y un gusto amable y suave en boca, rico en matices.

El Garnacha Viñas Viejas 2009, criado en barricas de roble francés durante 12 meses, luce un intenso color rojo cereza con ribetes rubí en copa y una gran intensidad aromática en nariz, que entremezcla los aromas especiados y frutales propios de la garnacha con finas notas a cacao, café y tostados. Un tinto bien ensamblado, amable y carnoso en boca.

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