Yolanda Díaz, la ministra de los pactos, este domingo, en 'El País Semanal'

Daniel Ochoa de Olza

Le dijo que no con firmeza, pero segura de que al final daría un sí. Le dijo no, no y no, presa de la contundencia con la que casi solo ella es capaz de discutir con Pablo Iglesias. Pero convencida también de que ante aquella propuesta era imposible negarse.

 —¿Estás sentada?

El líder de Unidas Podemos llamó por teléfono y fue preparando el terreno. Yolanda Díaz (Fene, A Coruña, 1971) andaba iracunda por su casa. “Limpiando”, dice. “¡Enfadadísima!”, añade. ¿Por qué? “Por la repetición de estas últimas elecciones”. Aquellas, se refiere, en las que la falta de tino que impidió al P...

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Le dijo que no con firmeza, pero segura de que al final daría un sí. Le dijo no, no y no, presa de la contundencia con la que casi solo ella es capaz de discutir con Pablo Iglesias. Pero convencida también de que ante aquella propuesta era imposible negarse.

 —¿Estás sentada?

El líder de Unidas Podemos llamó por teléfono y fue preparando el terreno. Yolanda Díaz (Fene, A Coruña, 1971) andaba iracunda por su casa. “Limpiando”, dice. “¡Enfadadísima!”, añade. ¿Por qué? “Por la repetición de estas últimas elecciones”. Aquellas, se refiere, en las que la falta de tino que impidió al PSOE y a Unidas Podemos llegar a un pacto antes, había llevado directamente a volver a las urnas. Al descentrarse ambos en sus acuerdos dentro de la izquierda, pasó Vox por la ultraderecha y sacó 52 diputados. Un error de cálculo que ha lastrado el futuro de todo un país. Por eso estaba ella indignada en su casa de Ferrol.

Todo el mundo sabía que, de llegar a un pacto, Yolanda Díaz, diputada por Galicia en Común, formación adscrita a Unidas Podemos en el Congreso, acabaría con la cartera de Trabajo. Hoy, se ha convertido en figura clave del gobierno. Su objetivo: crear el marco Laboral del Siglo XXI.

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