Este domingo, en ‘El País Semanal’, especial moda: vuelve la estética burguesa

Traje de chaqueta con pantalón bermuda de lana jaspeado de Dior, camisa de seda con volantes de Chanel, collar de perlas de Suarez, sortija dorada con ónix de Aurélie Bidermann, y mocasines de piel y cadena, ambos de Gucci. La modelo lleva el corrector Touche Éclat High Cover, de YSL Beauté.Fotografía Pablo Zamora | Estilismo Sara Fernández

LA ESTÉTICA BURGUESA de principios de los ochenta es la tendencia. Un regreso, con todos sus símbolos, de la nostalgia. La industria de la moda se recrea cada vez más en un pasado que muchos de sus actuales destinatarios ni conocen ni comprenden. Y a pesar de estar ancladas en el tiempo, estas propuestas creativas reflejan el estado de ánimo de las sociedades contemporáneas. En paralelo, las cuentas pendientes con la sostenibilidad, la igualdad, la diversidad y la inclusión han comenzado por fin a saldarse. Bajo estas premisas arranca el despliegue especial que plantea este número, en el que t...

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LA ESTÉTICA BURGUESA de principios de los ochenta es la tendencia. Un regreso, con todos sus símbolos, de la nostalgia. La industria de la moda se recrea cada vez más en un pasado que muchos de sus actuales destinatarios ni conocen ni comprenden. Y a pesar de estar ancladas en el tiempo, estas propuestas creativas reflejan el estado de ánimo de las sociedades contemporáneas. En paralelo, las cuentas pendientes con la sostenibilidad, la igualdad, la diversidad y la inclusión han comenzado por fin a saldarse. Bajo estas premisas arranca el despliegue especial que plantea este número, en el que también entrevistamos a Alber Elbaz, el diseñador herido que vuelve a primera línea, y el modista Lorenzo Caprile reflexiona sobre el eterno dilema entre moda y arte.

Además, tomamos el pulso a la OTAN en el 70º aniversario de su fundación. Un gran reportaje de las páginas centrales aborda cómo la Alianza busca reinventarse para sobrevivir al siglo XXI. Y Nick Clegg, expolítico británico, que ahora trabaja para Facebook, nos advierte de que esta red social “no puede ser la policía de Internet”.

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