Yasmine Ouirhrane

“O una mujer como yo se queda callada o es objeto de ataque si levanta la voz”

La ítalo marroquí Yasmine Ouirhrane lucha a favor de la igualdad de género y la integración de migrantes. Su nombramiento como Joven Europea del año 2019 desató la ira de la extrema derecha francesa

La ítalo marroquí Yasmine Ouirhane, Joven Europea del año 2019.Bibbi Abruzzini
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Yasmine Ouirhrane (Biella, Italia, 1995) recuerda muy bien los controles exhaustivos de los que fue objeto en un aeropuerto de Bulgaria la noche anterior a un encuentro europeo en el que estaba invitada a participar. El pañuelo que envolvía su cabeza no acababa de encajar muy bien con su pasaporte italiano, según los agentes fronterizos. Irónicamente, el congreso al que se dirigía iba de integración.

A sus 23 años, se les acumulan los reconocimientos y las experiencias. De padre marroquí y madre italiana, Ouirhrane ha sido nombrada Joven Europea del año 2019 por la Fundación Schwarzkopf por su compromiso a favor de la igualdad de género y la integración de migrantes. Esta decisión no le sentó nada bien a la extrema derecha en Francia, país en el que la activista reside con su familia desde 2011. La misma Marine Le Pen, a la cabeza del partido ultranacionalista y xenófobo Agrupación Nacional, se tomó la molestia de tuitear una foto suya a la vigilia de las elecciones europeas para pedir un voto contra la “promoción del islam radical”.

En los días siguientes al nombramiento, los insultos, críticas y hasta amenazas llovieron a través de las redes sociales. “Me acusaban de no ser europea sin siquiera conocer mi historia. Instrumentalizaban mi reconocimiento para criticar las instituciones europeas”, recuerda en conversación telefónica desde Vancouver, donde ha viajado para participar en la Women Deliver Conference, una de las principales cumbres mundiales sobre igualdad de género, salud, derechos y bienestar de mujeres y niñas.

“Fue muy duro aguantar esa tensión, pero no dejé que eso me hiciera desistir de luchar por la paz y la inclusión social. O una mujer como yo se queda callada, invisible y oprimida o es objeto de ataque si osa levantar la voz”, cuenta. “Sigo adelante para que otros jóvenes como yo, hijos de inmigrantes, no tengan que morir mientras huyen de la policía, para que se les tome en cuenta, para que ganen confianza en sí mismos”. Esta historia, según ella, es la ulterior confirmación de cómo las noticias falsas contribuyen a la discriminación.

Sigo adelante con mi trabajo para que otros jóvenes como yo, hijos de inmigrantes, no tengan que morir mientras huyen de la policía

“Los discursos populistas se nutren de bulos para que se piense que los migrantes son el verdadero problema de nuestras sociedades, cuando el verdadero problema es la crisis económica como la que ha llevado a mi familia a tener que marcharse de Italia”, resume. Cuando tenía 15 años, se mudaron a Grenoble, en Francia, y fue allí que empezó a despertar su conciencia. “En mi ciudad he sido testigo de distintas formas de injusticias sociales y desigualdad. Hay mucha violencia y criminalidad. Los jóvenes hijos de inmigrados viven situaciones difíciles”.

Empezó así a trabajar como voluntaria los sábados por la mañana en los barrios más desfavorecidos, echando una mano con los deberes y otras actividades extraescolares. No dejó de hacerlo ni siquiera cuando se mudó a Burdeos para estudiar Ciencias Políticas y espera seguir a largo plazo con la creación de una empresa social para los jóvenes. “Me gustaría que todos puedan tener las mismas oportunidades que yo he tenido”, señala.

Poco a poco su compromiso por la inclusión y la justicia social fue más allá que unas horas de voluntariado el fin de semana. Quería dar voz a todas las personas víctimas de exclusión y llevarla ante las instituciones europeas. “Aún recuerdo cuando trabajaba con el Foro de la Juventud Europea en la organización del festival YO!Fest y algunas mujeres me dijeron que era la primera vez que se sentían europeas. Me impactó mucho. Lamentablemente, no se les considera como ciudadanas. Están todo el rato diciéndoles que vuelvan a su país, aunque hayan nacido en Italia o Francia, algo que te lleva a una crisis de identidad”. Esto también se aplica a su caso. “En Italia, siempre me preguntan por qué hablo tan bien italiano, por ejemplo. Por suerte, he sabido integrar bien mi doble origen, pero en Italia la situación está empeorando”.

Ouirhrane ha sido seleccionada por la Comisión Europea junto a otros 14 jóvenes líderes de entre 21 y 26 años provenientes de todo el mundo para participar en los Días Europeos de Desarrollo, que se celebrarán en Bruselas el próximo 18 y 19 de junio. “El tema de este año, la desigualdad, es algo que conozco desde cerca. Espero que en el encuentro se tomen compromisos políticos concretos. No podemos seguir hablando de cooperación sin tener en cuenta la voz de los jóvenes”, afirma la ítalo-marroquí. Los jóvenes líderes fueron seleccionados entre más de 400 aspirantes de 99 países y en la cumbre compartirán sus ideas para no dejar a nadie atrás, como reza el lema de este año del encuentro del que Planeta Futuro, la sección de desarrollo de EL PAÍS, es aliado.

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