6 fotos

Un día en la vida de un modelo

Ejercicio al despuntar el alba. Reuniones encadenadas. Trayectos en bici de un lado a otro de la ciudad. Paseos con el perro. Pasamos 24 horas con Oriol Elcacho

Deporte al amanecer Para Elcacho, el deporte es imprescindible: “No hay nada como levantarte temprano y salir a correr o ir a jugar un partido de baloncesto con los amigos”. Lleva gorra de Deus ex Machina, camiseta de algodón de Adidas; en la mano, cartera naranja de la colección Eye Nature, de Loewe; pantalones negros de Nike y, atada a la cintura, camisa impermeable acolchada de Loreak.
Reuniones y lecturas Después de 20 años como modelo, comienza una nueva etapa inmerso en varios proyectos empresariales a la vez. En la foto, viste un traje marino de tres piezas de B Corner (a la venta en El Corte Inglés de Serrano, 52), camisa de popelín de BD Baggies, gafas vintage de Ray-Ban y reloj modelo Calibre Diver, de Cartier.
Cremitas las justas A punto de cumplir 40 años, reconoce que no se cuida la piel a diario. “Solo uso hidratante cuando la tengo seca, pero no sigo una rutina. No podemos evitar lo inevitable: la gravedad y el envejecimiento”. En la imagen, con sudadera de Deus Ex Machina, traje de baño de Holiday Boileau, calcetines de Prada; reloj Seamaster Aqua Terra, de Omega; neceser de piel y loneta de Hermès con crema de cara de Dr. Hauschka dentro. Al lado, perfume Terre, de Hermès; crema de manos de Byredo y bálsamo labial de Kiehl’s.
Un friki de las cámaras antiguas “Colecciono cámaras analógicas. Tengo desde una Leica hasta una Voigtlander Bessa de la Segunda Guerra Mundial. Y las utilizo todas”. Con una de sus cámaras, lleva abrigo de Prada; mochila negra que se convierte en bolso tote de la colección Eye Nature, de Loewe; camisa de popelín y pañuelo de cachemir estampado, ambos de Hermès, y pantalón de algodón de Tommy Hilfiger.
Movilidad ecológica “Cada cosa que hacemos tiene un impacto, como los coches. Davinia [su pareja] estudió Ciencias Medioambientales y eso nos ha concienciado mucho sobre la importancia de respetar la naturaleza”. En la foto, con parka impermeable de la colección Eye Nature, de Loewe; bléiser de lana de Polo Ralph Lauren, camisa de Brooks Brothers, pantalón de Salvatore Ferragamo, zapatos de Tommy Hilfiger y maletín de piel de Prada.
Escapadas a la playa Suele ir a pasear o correr por la playa de Barcelona con su galga Tiny. “Solo si no hay gente, claro”. En la foto, con gabardina de crepé y algodón de Salvatore Ferragamo, vaqueros de Levi’s para Zalando y mochila en canvas naranja con detalles en piel de la colección Eye Nature, de Loewe. —

El modelo Oriol Elcacho se levanta a las siete de la mañana. Sale a correr con su galga, Tiny. Vuelve a casa, se arregla y responde a unos cuantos correos electrónicos. Luego va a la reunión de trabajo o a la sesión de fotos que toque y encuentra como sea un hueco para el deporte (correr, nadar o montar en bici), sus amigos y su pareja. Esta rutina diaria es un lujo para el catalán, acostumbrado hasta hace poco a la vida nómada de los modelos, con agendas imprevisibles, largos viajes, campañas comerciales y eventos ineludibles. Una aventura que comparte desde 2006 con su pareja, la también modelo Davinia Pelegrí, y que ha desembocado en esta vida más tranquila en Barcelona, con planes de mudarse a las afueras. “Después de tantos años instalados en ciudades como Nueva York o Milán, apetece disfrutar de la calma y la naturaleza”, cuenta. Los fines de semana, la pareja hace senderismo, siempre acompañada de Tiny. “La adoptamos en 2017. Llegó con heridas físicas y psicológicas que han tardado en cicatrizar”. A Elcacho y Pelegrí siempre les habían gustado los animales (“De hecho, Davinia estudió Ciencias Medioambientales y eso nos ha acercado mucho a la naturaleza”), pero no habían podido cuidar de uno antes.

Elcacho tenía apenas 20 años cuando un cazatalentos le fichó y cambió sus estudios de Comercio Internacional por la moda. La decisión parecía arriesgada en una época en la que pocos conseguían una trayectoria internacional, pero a él le fue más que bien. Ha sido imagen de Bulgari, Custo, Cavalli, Galliano, Polo Ralph Lauren y Valentino. Ahora, a punto de cumplir 40 años y consciente de lo efímero de una profesión en la que el físico determina la duración de su carrera, ha empezado a buscar nuevos campos de acción. “La moda sigue siendo un porcentaje alto de mi trabajo, pero ahora estoy metido en varios proyectos empresariales”. El primero arrancó en 2015: la creación del vino Traca i Mocador con su viejo compañero de colegio Josep Borràs. El segundo, hace dos años, con la firma de sastrería B Corner Madrid. “Mi labor se centra en la parte creativa y comercial. Llevo media vida protagonizando campañas con las que alguien quería contar una historia. He trabajado mano a mano con las figuras más relevantes de esta industria, como Ralph Lauren, y en este sector desarrollas buen ojo estético. Ahora aplico todo lo que aprendí en estos 20 años de profesión”. Su ajetreado día a día se parece hoy al de muchos hombres y no tanto al de otros modelos. A diferencia de la mayoría, no vive pegado a su instagram. Tiene perfil, claro. Y más de 15.000 seguidores. Pero su cuenta es privada. “Las redes sociales son un arma de doble filo. Creo que la sobreexposición puede perjudicarnos, por eso la privacidad importa tanto”.

Texto de Sara Cuesta Torrado — Asistente de estilismo: Almudena Cañedo. Maquillaje y peluquería: Paco Garrigues (de Kasteel) para Sisley y Bumble and Bumble. Producción: Lighthouse. Agradecimientos: hotel The Barcelona Edition y Noak Room Furniture Store.