El pueblo del incienso

Luong Thai Linh (EFE)

QUANG OHU CAU, una aldea situada a 40 kilómetros de Hanói, es desde hace 100 años una pequeña potencia exportadora de varillas de incienso. Este fin de semana sus habitantes pueden tomarse un descanso después de un mes de duro trabajo. En enero han preparado cientos de miles de varillas, a un ritmo de 70 toneladas por jornada, para abastecer las celebraciones del Año Nuevo Lunar vietnamita, que se celebró el pasado día 31. El trabajo es duro: hay que dividir el bambú en férulas, secarlas, añadirles el incienso y teñirlas de rojo o fucsia. Las que aparecen en la fotografía están listas para ser...

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QUANG OHU CAU, una aldea situada a 40 kilómetros de Hanói, es desde hace 100 años una pequeña potencia exportadora de varillas de incienso. Este fin de semana sus habitantes pueden tomarse un descanso después de un mes de duro trabajo. En enero han preparado cientos de miles de varillas, a un ritmo de 70 toneladas por jornada, para abastecer las celebraciones del Año Nuevo Lunar vietnamita, que se celebró el pasado día 31. El trabajo es duro: hay que dividir el bambú en férulas, secarlas, añadirles el incienso y teñirlas de rojo o fucsia. Las que aparecen en la fotografía están listas para ser utilizadas como ofrendas en los templos. 

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