Michelle Obama, a la conquista de América

La esposa del expresidente de Estados Unidos lanza sus memorias y, precedida por su carisma personal, comienza la que se considera la mayor campaña de promoción de un libro de la historia

Michelle Obama durante una conferencia en Miami el pasado 28 de septiembre.haddaeus McAdams (Getty Images)

Barack Obama revolucionó la política estadounidense y se convirtió en una estrella en cada uno de los países que visitó durante su mandato como presidente de los Estados Unidos, pero a su lado estuvo durante todo ese tiempo una mujer que superó las expectativas sobre primeras damas al uso. Michelle Obama forjó su propia leyenda mientras estuvo en la Casa Blanca porque su estilo, su carisma y su compromiso fueron más allá de su papel de consorte. En El amigo americano, el libro que ha publicado recientemente ...

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Barack Obama revolucionó la política estadounidense y se convirtió en una estrella en cada uno de los países que visitó durante su mandato como presidente de los Estados Unidos, pero a su lado estuvo durante todo ese tiempo una mujer que superó las expectativas sobre primeras damas al uso. Michelle Obama forjó su propia leyenda mientras estuvo en la Casa Blanca porque su estilo, su carisma y su compromiso fueron más allá de su papel de consorte. En El amigo americano, el libro que ha publicado recientemente James Costos, embajador estadounidense en España durante la era Obama, el exdiplomático cuenta la fascinación personal que ejerce la esposa del expresidente y cómo su nombre fue suficiente para organizar actos multitudinarios y atraer cuantiosas donaciones económicas para la campaña de su presidencial marido.

Aunque siempre lo ha tenido, ahora parece que ha llegado con más fuerza el momento de que Michelle Obama ocupe su sitio. Hace unos meses se anunció que Penguin Random House publicaría sus memorias, Becoming, el 13 de noviembre. La fecha está a la vuelta de la esquina y se van conociendo detalles de una gira a la altura de una estrella de la canción. Como ejemplo un solo dato: quien quiera encontrarse con Michelle en el Barclays Center en Brooklyn el próximo 19 de diciembre tendrá que pagar 3.000 dólares (más de 2.600 euros). Eso sí, este precio garantiza un lugar en las primeras filas de este pabellón con capacidad para unas 19.000 personas. Otros 10 estadios de Estados Unidos esperan su presencia y las ventas anticipadas de entradas han sido todo un éxito.

Tampoco es la única cifra asombrosa de la que se considera la mayor gira promocional de un libro de la historia. Las memorias se traducirán a 24 idiomas; la organización corre a cargo de Live Nation, uno de los mayores promotores de conciertos del mundo; y está previsto –algo a lo que la ex primera dama ha cedido a regañadientes– toda una campaña de merchandising en la que el libro quedará estampado en tazas, colchonetas de yoga e incluso almohadas.

A esta pasión ha contribuido la nostalgia que en un amplio sector nacional e internacional provoca la actual era Trump, su amistad aparentemente sincera con grandes estrellas del mundo del espectáculo, y también la forma en la que los Obama se retiraron de la Casa Blanca, con discreción, la misma educación y empatía que caracterizó su mandato de cara al mundo y la humildad de querer retornar a una vida normal, si este calificativo puede ser adecuado para una pareja que levanta pasiones y genera negocios millonarios. Porque no hay que olvidar que al retiro mediático que la pareja mantuvo durante algo más de un año desde que la presidencia pasó a Donald Trump, le ha seguido un acuerdo multimillonario con Penguin Random House, que se estima en 60 millones de dólares (más de 52 millones de euros) y un contrato con Netflix por el que la pareja producirá ficción y documentales para la plataforma.

Michelle Obama durante un mitin en Las Vegas, Nevada, el pasado 23 de septiembre.CORDON PRESS

En cualquier caso no hay que restar carisma a la protagonista. Michelle es cálida, divertida, extrovertida y conecta con la gente. Eso no se lo ha regalado nadie, se lo ha ganado gracias a esa dualidad que consiste en ser parte del espectáculo y alguien apreciada por su implicación en causas políticas y sociales. El libro además promete, y por eso las ventas anticipadas se han disparado en los países que lo esperan. En él Michelle Obama contará las vivencias que han formado su personalidad: cómo fue la infancia de una mujer negra de familia humilde en el sur de Chicago, cómo vivió sus años como directiva antes de que su marido despegara en política y cómo consiguió equilibrar su vida de mujer trabajadora y madre. Ella misma dio algunas claves en un vídeo promocional del libro que publicó en su cuenta de Facebook el pasado mes de septiembre: “Será absolutamente sincero y honesto”. ¿A quién no le gusta cualquier cosa que anuncie con estas premisas quien para muchos es una heroína de los tiempos modernos?

Ella tiene otra intención o al menos así lo declara: contar una historia que casi nunca tiene reconocimiento, la de una mujer negra de origen obrero. “La gente piensa que soy algo así como un unicornio, un ser que no existe”, dijo en una entrevista. “Sé que hay muchas personas en este país, en este mundo, que sienten que no existen porque no cuentan sus historias o piensan que sus historias no son dignas de ser contadas”.

Su buena voluntad no es entendida como tal por todo el mundo. Un sector ve en toda esta exposición un trabajo de siembra para una futura carrera a la presidencia de Estados Unidos. Ese sueño anhelado por muchos de situar como primer mandatario del mundo libre a una mujer y negra. Entre los votantes de Trump la desconfianza es máxima respecto a las intenciones de la ex primera dama y nadie quiere descuidarse por si, de repente, surge como amenaza fantasma en las elecciones presidenciales de 2020. Si depende de sus palabras, la carrera política parece descartada en su caso: “Nunca me ha apasionado la política. Estoy casada con alguien que sí siente pasión por la política”, dijo durante la Conferencia de Liderazgo de Simmons en Boston el pasado mes de abril. Si se atiende a las de Barack Obama tampoco parece que los republicanos tengan nada que temer de ella. En un discurso en Luisiana en enero de 2016 se refirió a tres cosas inalterables que existen en la vida: “Los impuestos, la muerte y que Michelle Obama no se presentará a las elecciones presidenciales”.

Las dos primeras son seguras, la tercera necesita tiempo para verse confirmada, pero lo que sí es cierto es que, de momento, Michelle parece sentirse más útil teniendo un altavoz cargado de credibilidad desde fuera de la arena política.

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