El universo de los ‘selfies’

Peter Nicholls (Reuters)

El arte de Yayoi Kusama es sinónimo de obsesión. Obsesión por las formas: circulares, elongadas, esféricas. Obsesión por la luz y el color. Obsesión por su repetición hasta el infinito, a base de juegos de espejos que dilatan y multiplican la realidad hasta convertirla en un todo cerrado y continuo. En la exposición inaugurada hace unas semanas en la galería londinense Victoria Miro, la creadora japonesa, uno de los nombres más populares del arte de nuestro tiempo, retorna a su misma idea fija: la generación nada espontánea de un universo multicolor y reiterativo que, sin duda, muchos habitará...

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El arte de Yayoi Kusama es sinónimo de obsesión. Obsesión por las formas: circulares, elongadas, esféricas. Obsesión por la luz y el color. Obsesión por su repetición hasta el infinito, a base de juegos de espejos que dilatan y multiplican la realidad hasta convertirla en un todo cerrado y continuo. En la exposición inaugurada hace unas semanas en la galería londinense Victoria Miro, la creadora japonesa, uno de los nombres más populares del arte de nuestro tiempo, retorna a su misma idea fija: la generación nada espontánea de un universo multicolor y reiterativo que, sin duda, muchos habitarán confinados en los ­límites de sus selfies. 

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