Los dioses que nos vienen

Getty

Guardan un notable parecido con los Reyes Magos y pronto, si los augurios económicos se cumplen, estas deidades chinas acabarán colándose en nuestro imaginario del mismo modo en que lo han hecho Lincoln, los Levi’s o las hamburguesas durante la hegemonía estadounidense. Shou, el anciano cabezón de la izquierda, porta una caña y un melocotón y simboliza la longevidad; Fu, en el centro, representa la prosperidad y suele sujetar un manuscrito, aunque a veces acarrea un bebé; a la derecha, Lu, dios de los salarios y la riqueza, aco...

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Guardan un notable parecido con los Reyes Magos y pronto, si los augurios económicos se cumplen, estas deidades chinas acabarán colándose en nuestro imaginario del mismo modo en que lo han hecho Lincoln, los Levi’s o las hamburguesas durante la hegemonía estadounidense. Shou, el anciano cabezón de la izquierda, porta una caña y un melocotón y simboliza la longevidad; Fu, en el centro, representa la prosperidad y suele sujetar un manuscrito, aunque a veces acarrea un bebé; a la derecha, Lu, dios de los salarios y la riqueza, acostumbra a vestir de mandarín. Conviene ir quedándose con sus nombres: son el secreto chino para la buena vida. Los de la imagen, de 41,6 metros, decoran la fachada de un hotel en Langfang, provincia de Hebei.

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