En colaboración con:Bill & Melinda Gates Foundation
Planeta Futuro
11 fotos

Un día en el hospital de Martissant

En Martissant, la segunda favela más peligrosa de Puerto Príncipe, el Centro de Salud instalado por MSF desde hace diez años ha cambiado su principal actuación de primeros auxilios

Puerto Príncipe -
Whatsapp
Facebook
Twitter
Linkedin
La fachada del hospital da a una avenida de amplios carriles. En su entrada se apostan los enfermos, pero también vendedores y familiares. El reciente paso del huracán Irma, que azotó la parte norte del país, no se ha notado en este barrio, donde el centro atiende en una jornada a cerca de 100 personas. De ellas, unas 50 llegan por la noche.Javier Arcenillas
Uno de los departamentos del centro es una unidad destinada a los casos del cólera. Hoy solo lo ocupa S. M., un niño de cuatro años. Yace adormilado y entubado encima de un gran boquete situado a la mitad de la camilla. “Llegan con diarreas y cólicos, muy deshidratados, y lo importante es pillarlo a tiempo. Se les da suero y se controla cómo mejora el organismo”, alecciona Eleonora Motta, la supervisora médica.Javier Arcenillas
El 54% de los pacientes acude por accidente de moto. Alguno sufren traumatismos graves y son internados o derivados a otro hospital. Otros reciben el tratamiento y marchan a casa. En la foto, un recién curado descansa al salir del hospital.Javier Arcenillas
La fachada del hospital da a una avenida de amplios carriles. En su entrada se apostan los enfermos, pero también vendedores y familiares. En una jornada se atiende a cerca de 100 personas de las que 50 llegan por la noche.Javier Arcenillas
“De cada cinco, cuatro son por golpes”, sopesa la doctora Motta. Los más graves pasan a una unidad especial. Los de fracturas simples tienen un horario de 7.30 a 16 horas, de lunes a sábado. “Siempre ha habido accidentes, pero ahora las balas han disminuido”, señala Fritz, el enfermero de la habitación para niños que ahora anda por las dependencias donde ejecutan las reanimaciones. “Si en 2015 eran 50 al mes, en 2016 ya fueron 30”, calcula en medio de gente que camina en muletas o aguarda entre sábanas. Javier Arcenillas
Primeros auxilios, radiografías o intervenciones concretas. En el Centro de Urgencias de Martissant se toma el pulso al momento. Con una gama de cinco colores por índice de gravedad, los asistentes son llamados más o menos tiempo. Hoy se trata de una mujer casi inconsciente por problemas ginecológicos. “Estamos cortando la hemorragia para estabilizarla. Ya hemos tomado Rayos X y ahora se quedará aquí para ver cómo avanza”, traduce Motta.Javier Arcenillas
En otro departamento se aprecia el cuerpo semidesnudo de un anciano. Apenas consigue erguirse. “Está muy mayor”, indican los médicos en una nación cuya esperanza de vida al nacer se sitúa en torno a los 63 años. El lance menos arduo del cuarto principal es un chico de 11 años: le ha mordido un perro y con la vacuna antirrábica ya está listo para marcharse.Javier Arcenillas
Las tres ambulancias para traslados y las medicinas que pueden reclutar son algunas de las facilidades de que disponen en MSF. El responsable de este espacio en Puerto Príncipe, el doctor Helman, muestra cómo se organizan para atender a unas 300.000 personas al año. De los hospitales públicos del país dice que "llevan 15 años en huelga".Javier Arcenillas
Merandisse Harold, de 32 años y comediante, distrae a los niños con un atuendo de colores y botas de payaso. “Enumero los criterios de admisión, promuevo hábitos saludables y pido respetar el turno y llegar lo antes posible”, asume con orgullo. Javier Arcenillas
El terremoto de enero de 2010, con una potencia de 7,3 grados en la escala Richter, provocó en esta nación caribeña la impresionante cifra de más de 300.000 muertos y otros tantos heridos. Además, la ciudad quedó derruida. En 2006, Médicos Sin Fronteras se hizo cargo de este inmueble (previamente de la ONU) y lo habilitó para tratar los casos más inminentes.Javier Arcenillas
Los casos más comunes son los de personas con fiebre alta. “Vamos a investigar si es malaria, dengue o chikungunya”, tranquiliza la doctora Motta frente a uno de los pacientes. Está acostumbrada a lidiar con estas enfermedades: en Haití, según un informe de la Organización Panamericana de Salud, la incidencia de la malaria había pasado de 17.000 casos en 2010 a 25.000 en 2014. También puede ser un parámetro que conlleve algo más, como VIH, con prevalencia del 1,7% en adultos de entre 15 y 49 años.Javier Arcenillas