Si su amigo le critica es porque le quiere

Según un estudio, lo hace para verle cumplir sus metas en el futuro

La próxima vez que su amigo le indique que su atuendo no le queda bien intente no tomárselo tan “a pecho”. Lo más probable es que lo haga porque le quiere: o al menos, esta ha sido la conclusión de un estudio de la Universidad de Plymouth (Reino Unido).

La investigación contó con 140 participantes, a quienes se le formularon a una serie de preguntas hipotéticas para analizar qué les motivaba a enunciar un juicio sobre un ser querido. “En algunos casos ...

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La próxima vez que su amigo le indique que su atuendo no le queda bien intente no tomárselo tan “a pecho”. Lo más probable es que lo haga porque le quiere: o al menos, esta ha sido la conclusión de un estudio de la Universidad de Plymouth (Reino Unido).

La investigación contó con 140 participantes, a quienes se le formularon a una serie de preguntas hipotéticas para analizar qué les motivaba a enunciar un juicio sobre un ser querido. “En algunos casos las críticas constructivas pueden resultar beneficiosas para el recibidor", explicó la autora del estudio Belén López-Pérez: al recriminar a un compañero que no ha estudiado lo suficiente para un examen, por ejemplo, podríamos lograr que se aplicase más.

En este sentido, los científicos descubrieron que los participantes más bordes mostraban una mayor tendencia a la empatía. Es decir, lo hacían porque querían que sus parejas alcanzaran las metas que se habían propuesto.

No obstante, según un estudio de la Universidad de Wake Forest (EE UU) las personas que viven criticando a terceros muestran perfiles que tienden a la negatividad, a la infelicidad e incluso hacia la depresión. Por el contrario, quienes acostumbran a fijarse siempre en lo mejor de sus semejantes, suelen ser más felices. Además, poseen una satisfacción personal bastante equilibrada, según esta investigación publicada en el Journal of Personality and Social Psychology.

Si la crítica no suma, que no reste

Querer que nuestros más allegados triunfen es un sentimiento noble. Es algo que no se consigue a base de mentiras piadosas, pero no es excusa para descuidar las formas. Hablar de manera sincera —pero con tacto— es la clave para establecer relaciones interpersonales saludables, según Juan Cruz, psicólogo clínico del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.

Se debe a que la mayoría de nosotros no encajamos bien las críticas. Las estadísticas indican que ante un comentario de este tipo, un 70% de personas reaccionará sintiéndose herida, un 20% la rechazará negándola, y tan solo un 10% reflexionará serenamente, la interiorizará y decidirá si debe o no cambiar alguna conducta.

También influye que no todas las críticas son iguales, por lo que no siempre producen el mismo efecto: “si se trata de una observación, las posibilidades de que sea bien recibida aumentan considerablemente. En cambio, si la crítica implica un juicio, es muy probable que siente mal”, explica Cruz.

En cualquier caso, el motivo de que nos afecte tanto “no es otro que nuestra inseguridad”, añade. Cuanto menos seguros estemos internamente, más vulnerables seremos a la crítica. Por ello, el experto aconseja desarrollar "técnicas de asertividad", para "saber valorar si una crítica le va a ayudar a crecer y a mejorar o si, por el contrario, es una proyección de la inseguridad de quien la emite".

Si se trata de una crítica constructiva lo mejor es "aceptarla con humildad" pero para protegerse de los ataques sin dañar, según el experto, "conviene hablar en primera persona". O lo que es lo mismo: la próxima vez que alguien ponga a prueba su paciencia, en vez de responder 'me está poniendo nervioso', pruebe a contestar 'lo que me está diciendo me hace sentir nervioso'. De este modo, "el juicio se centra en la conducta —y no en su persona— dándole la oportunidad de cambiar", concluye Cruz.

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