4 alimentos que bajan la temperatura. Spoiler: el helado da más calor

La energía que el cuerpo necesita para digerirlos influye en el termómetro corporal

Si usted, con todos los respetos, fuera un simple reptil, regularía la temperatura de su cuerpo siguiendo un par de normas básicas: para alcanzar los grados centígrados que su metabolismo necesita para funcionar se tendería cual lagarto en una roca en la solana y, en caso de que quisiera templarse, se escondería en un rincón umbrío. Y, si por circunstancias ambientales, no fuera posible calentar los motores de forma suficiente, podría pasar varios días sin comer (y sin gastar energía) sin que eso le supusiera demasiado problema.

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Si usted, con todos los respetos, fuera un simple reptil, regularía la temperatura de su cuerpo siguiendo un par de normas básicas: para alcanzar los grados centígrados que su metabolismo necesita para funcionar se tendería cual lagarto en una roca en la solana y, en caso de que quisiera templarse, se escondería en un rincón umbrío. Y, si por circunstancias ambientales, no fuera posible calentar los motores de forma suficiente, podría pasar varios días sin comer (y sin gastar energía) sin que eso le supusiera demasiado problema.

Pero los seres humanos no somos ectotermos: no regulamos la temperatura del organismo a partir de la temperatura ambiental. Como mamíferos que somos, lo hacemos al estilo homeotermo (de forma interna). Nos termorregulamos mediante un proceso que consume una parte de la energía que obtenemos de la comida y gracias a ese mecanismo conservamos una temperatura corporal media que, en condiciones normales, se mantiene cercana a los 36,5ºC de forma constante, así nieve o caiga un sol de justicia.

Aún así, y sin ser una boa constrictor, existen formas con las que los humanos podemos modular nuestro termostato e incidir un poco en el termómetro interior, algo que nos puede venir muy bien en plena canícula veraniega. Ciertos alimentos pueden incidir en la potencia de ese 'fuego en el cuerpo' que suele invadirnos cuando arrecian las temperaturas. Mientras algunos la incrementan, otros la atemperan. ¿Se imagina qué alimentos hacen cada función? El común de los mortales no acierta.

Según explica Barry Swanson, profesor de la Escuela de Ciencias de la Comida de la Universidad Estatal de Washington (EE UU), los alimentos que más se perciben como enfriadores del cuerpo son los que se ingieren fríos. Pero a veces su sensación refrescante es efímera. En cambio, las comidas picantes, entre otras, pueden dar un resultado más prolongado. Aquí le dejamos una lista de algunos manjares que aumentan la temperatura corporal y otros que la disminuyen. Antes de seguir leyendo, un consejo: deje su sorbete en el congelador y sírvase una ración de curry caliente, manténgase hidratado y… medianamente sudoroso.

Alimentos que incrementan la temperatura corporal

Helados: Sí: los helados aumentan la temperatura del cuerpo por la grasa que contienen. Un almendrado, por ejemplo, contiene 19 gr. de grasa, más que un menú de caldo de verduras, callos de ternera y café con leche, según la tabla de la Base de Datos Española de Composición de Alimentos. No debe confundirse la grasa con las calorías, que pueden provenir también de las proteínas u otros nutrientes. Si nos fijamos en su aportación energética total —las kilocalorías—, 100 gramos de helado de chocolate suma 951, frente a este menú —en raciones de 100 gramos cada plato—, que aporta 990.

“Los alimentos con un alto contenido en grasa, proteína y carbohidratos, provocan a menudo que el cuerpo se caliente un poco más durante la digestión”, dice Swanson. La diferencia de temperatura que constatamos al ingerirlos nos da una sensación de enfriamiento, pero cuando empieza el proceso digestivo, el cuerpo produce energía en forma de calor para transformar las grasas en productos asimilables por el organismo.

Arroz integral: Los carbohidratos complejos como los que contiene el arroz, en especial el integral, compuesto de granos enteros y no refinados, son difíciles de digerir. Por eso el cuerpo debe invertir una mayor cantidad de energía en ese proceso, que se traduce en calor.

Bebidas alcohólicas: El alcohol, incluso en niveles como los que contiene la cerveza, puede provocar cierta deshidratación y, consecuentemente, un enrojecimiento de la piel causado por una vasodilatación que incrementa la temperatura de la dermis. La medida en la que eso sucede dependerá de la cantidad de alcohol ingerida. Cuanto más alcohol, más enrojecimiento y más sensación de calor.

Alimentos que refrescan el cuerpo

Sandía: En general, cuanta mayor cantidad de agua contenga un alimento, más bajará la temperatura de su organismo. La sandía está hecha en más de un 90% de agua, y es facilísima de digerir: los requerimientos energéticos para hacerlo son muy bajos.

Verduras de hoja: Al igual que la sandía, las verduras constituidas por hojas comestibles están hechas, en su mayor parte, por agua. El agua es muy fácil de digerir y no requiere un aporte de energía extra. “Al pasar a través del sistema digestivo muy rápidamente, genera una sensación de frescor”, dice Swanson.

Pimientos picantes: Los alimentos picantes provocan sudor, el cual proporciona una sensación de enfriamiento. Es por ello que a menudo son consumidos en países cercanos al ecuador, “donde se perciben como alimentos refrigerantes. Influyen en la transpiración del cuerpo y, a través del enfriamiento causado por la evaporación, la persona se siente más fresca”, explica el experto.

Bebidas calientes: Puede parecer contraintuitivo, pero son una buena manera de mantenerse fresco. Al beber, en la boca y la garganta se desencadena una reacción de sudor que permite disminuir la temperatura corporal. Por eso, en países como Marruecos o India beben té caliente frecuentemente, incluso en plena ola de calor. Varios estudios, como el liderado por Olly Jay desde la Universidad de Ottawa (EE UU), en Canadá, demuestran ese efecto.

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