Este animal que planea es ‘hermano’ de los primates

El extraño colugo es esgrimido por los fanáticos cristianos para negar la evolución

Un colugo planeando con su membrana completamente extendida.Mason et al

La revista Creation es “una publicación familiar única, de 56 páginas a todo color, que le da la gloria a Dios, refuta la evolución y te ofrece las respuestas para defender tu fe y la verdadera historia del mundo, narrada en el Génesis” de la Biblia. Es un argumentario para fanáticos cristianos. En abril de 2011, sus editores dedicaron su portada a un desconocido animal: el colugo, un mamífero del tamaño de un gato pequeño capaz de volar. O, más bien, planear. L...

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La revista Creation es “una publicación familiar única, de 56 páginas a todo color, que le da la gloria a Dios, refuta la evolución y te ofrece las respuestas para defender tu fe y la verdadera historia del mundo, narrada en el Génesis” de la Biblia. Es un argumentario para fanáticos cristianos. En abril de 2011, sus editores dedicaron su portada a un desconocido animal: el colugo, un mamífero del tamaño de un gato pequeño capaz de volar. O, más bien, planear. Los colugos viven en las selvas del sureste asiático y Filipinas y se desplazan entre los árboles gracias a una membrana de piel elástica, de manera similar a las personas aficionadas a la modalidad de paracaidismo extremo wingfly.

“El colugo está perfectamente adaptado a su vida en los árboles, pero no encaja en el árbol de la vida de la evolución de los seres vivos”, proclamaba la revista en su portada. Sus características, sostenían los editores, “apuntan a que el colugo fue de hecho diseñado, por el Diseñador del que habla la Biblia” hace unos 6.000 años.

El colugo se separó de nuestro linaje hace 'tan solo' 86 millones de años

El lugar del colugo en la evolución no estaba claro para la comunidad científica. Y esa duda era munición para los creacionistas. Algunos investigadores relacionaban a los colugos con los murciélagos. Otros los vinculaban a las musarañas arborícolas que también viven en las selvas del sureste asiático. “Se denomina colugo o lémur volador, aunque es un nombre un poco inapropiado, ya que en realidad no vuela y desde luego no es un lémur. De hecho, nadie está completamente seguro de quién es su pariente más cercano”, reconocía el naturalista británico David Attenborough en un documental de la BBC.

Hoy se despejan todas las dudas. Nuevos datos sobre su ADN confirman que el colugo es un hermano de los primates, el grupo que incluye a las personas, los grandes simios, los monos, los lémures y otros mamíferos con cinco dedos en sus manos. El estudio, que se publica en la revista científica Science Advances, sugiere además que la diversidad de colugos es mucho mayor de lo que se pensaba. Actualmente, se creía que solo existían dos especies: el colugo malayo y el lémur volador de Filipinas. Los autores del trabajo, dirigidos por el genetista estadounidense William Murphy, creen que el número real de especies puede ser el triple.

Una hembra de colugo con su cría.Norman Lim

Murphy, de la Universidad de Texas A&M, predica en el desierto intelectual de los creacionistas. En 2007, su equipo ya adelantó en la revista Science que “los colugos son los parientes vivos más cercanos de los primates”, separándose de nuestro linaje hace tan solo 86 millones de años, cuando todavía reinaban los grandes dinosaurios. Nada que ver con los 6.000 años esgrimidos por los defensores empecinados de la Biblia.

El nuevo estudio compara el genoma de un macho de colugo malayo de Java Occidental (Indonesia) con los genomas de otras 21 especies de mamíferos y con especímenes disecados en museos. “Nuestros resultados apoyan de manera consistente la hipótesis llamada Primatomorpha, confirmando a los colugos como el grupo hermano de los primates”, explican los autores en su trabajo.

El antropólogo Robert D. Martin, del Museo Field de Historia Natural, en Chicago (EE UU), aplaude el nuevo estudio. En 2008, publicó un análisis en el que señalaba “una afinidad” entre los colugos y las musarañas arborícolas. “Una relación de hermanos entre los primates y los colugos me parecía la opción más probable. El nuevo estudio proporciona pruebas bastante sólidas de que, efectivamente, es así”, asegura ahora Martin. El colugo, por lo tanto, está perfectamente adaptado a su vida en los árboles. Y ahora también encaja en el árbol de la vida de la evolución.

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