El festín de los frikis

Jaime Villanueva

CIERRE LOS ojos e imagine una gran reunión de frikis. Por su mente aparecerá un grupo de jóvenes disfrazados de personajes extraños, reunidos frente a una pantalla de ordenador. Le deslumbrará el verde de los sables láser con los que se baten en duelo un par de chavales vestidos de negro. Estas escenas se acercan bastante a la realidad, pero más allá de los prejuicios se vislumbra un universo de fantasía y diversión por descubrir. Que se lo digan a la directora de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid, Anunciada Fernández de Córdova. El pasado 6 de mayo, esta veterana política participó ...

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CIERRE LOS ojos e imagine una gran reunión de frikis. Por su mente aparecerá un grupo de jóvenes disfrazados de personajes extraños, reunidos frente a una pantalla de ordenador. Le deslumbrará el verde de los sables láser con los que se baten en duelo un par de chavales vestidos de negro. Estas escenas se acercan bastante a la realidad, pero más allá de los prejuicios se vislumbra un universo de fantasía y diversión por descubrir. Que se lo digan a la directora de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid, Anunciada Fernández de Córdova. El pasado 6 de mayo, esta veterana política participó en la inau­guración de la XV edición de Expomanga, un fiestón que reúne durante tres días en Madrid a los seguidores del cómic japonés y la cultura oriental. Fernández de Córdova se quedó boquiabierta ante tanto cosplayer (gente disfrazada de temática manga) conquistando el pabellón número 12 del recinto ferial de Ifema. Entre los puestos de merchandising alternaba mucha niña mona con pelucas de todos los colores, algún justiciero enmascarado con la mayoría de edad recién cumplida y varios superhéroes blandiendo la espada en una mano y empujando con la otra un carrito de bebé.

pulsa en la fotoRangers del videojuego 'Fallout'.

“¡Han vuelto las fuentes de chocolate!”, exclamaba Victoria Díaz, una estudiante de maquillaje profesional vestida de Daenerys Targaryen, la madre de dragones de la serie Juego de tronos. Victoria se deleitaba con los puestos de dulces antes de someterse a las duras pruebas de la yincana de Humor amarillo. El rostro de Fernández de Córdova delataba su sorpresa ante el espectáculo. “Pero todo esto es cultura”, aclaraba mientras Emilio Gonzalo, director del evento y presidente de la Asociación Española de Amigos del Cómic, trataba de explicarle las reglas de la Tómbola del friki. La comitiva institucional, reforzada por Fermín Lucas, presidente de Ifema, se detuvo un buen rato en el stand gastronómico de la Embajada de Japón. “Queremos que la gente pruebe el dorayaki, el pastel que tanto le gusta a Doraemon [protagonista de la serie animada homónima], nuestro gato cósmico”, explica Akira Suzuki, agregado cultural de la Embajada. “Es una torta rellena de judía dulce”, añadió el señor Suzuki. Doraemon fue nombrado en 2012 el primer embajador anime (de dibujo animado) del Gobierno de Japón para dar a conocer su estilo de vida. Ya lo decía el politólogo Joseph Nye, Jr., en su teoría del poder blando: para conseguir tu propósito, utiliza tus medios culturales y diplomáticos.

De algo habrá servido Expomanga. Más de 50.000 aficionados visitaron su última edición. Y cada vez son más los lectores enganchados al cómic japonés por su infinidad de géneros y formatos. Héroes como Naruto, Mazinger Z o Goku (sí, el de Bola de dragón) copan libretos, series, videoconsolas y juegos de rol. Seamos sinceros: también forman parte de la cultura popular de muchos de los nacidos a partir de los años setenta del siglo pasado… ¡Al final resulta que todos tenemos un punto friki!

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