Para 'wasapear' también hay que entrenar

De lo contrario, el cuello se resiente. Cuatro ejercicios para aliviar (y evitar) la dichosa tortícolis

La tortícolis es una molestia de cuello y hombros que se suele producir por una contracción involuntaria de la musculatura –conocida como contractura– mientras dormimos, “por una mala posición sobre la almohada con posturas forzadas de rotación; por la altura de la almohada inadecuada o excesiva; por estrés, que altera el descanso apropiado por inadecuada relajación muscular mientras dormimos; o por debilidad muscular de la zona del cuello, hombros y espalda debido a la falta de ejercicio”, apunta el doctor Pablo Clavel, neurocirujano y director del ...

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La tortícolis es una molestia de cuello y hombros que se suele producir por una contracción involuntaria de la musculatura –conocida como contractura– mientras dormimos, “por una mala posición sobre la almohada con posturas forzadas de rotación; por la altura de la almohada inadecuada o excesiva; por estrés, que altera el descanso apropiado por inadecuada relajación muscular mientras dormimos; o por debilidad muscular de la zona del cuello, hombros y espalda debido a la falta de ejercicio”, apunta el doctor Pablo Clavel, neurocirujano y director del Instituto Clavel del Hospital Quirón Barcelona.

“Estar todo el día frente al ordenador, sobre todo, si no tenemos la pantalla donde debería, a la altura de los ojos, o con el móvil o la tableta en la mano, no ayudan en absoluto”, añade Marcos Flórez, director de Estarenforma, web de entrenadores personales a domicilio. “Para prevenirla conviene mejorar la musculatura de la zona con movimientos que ayuden a aumentar el tono y la resistencia muscular. Y, para aliviarla, se deben realizar ejercicios de flexibilidad activa y pasiva muy leves, siempre prescritos y dirigidos por un experto de manera personal”.

Gestos que le devolverán el movimiento

Haga cada uno de estos ejercicios con sus series y descansos antes de pasar al siguiente. Descanse lo mismo que tarde en hacer el ejercicio. Por Marcos Flores, entrenador personal.

1. Aproximación de escápulas

Tumbado bocabajo, coloque los brazos junto al cuerpo, oriente la cabeza al frente y lleve los hombros hacia atrás, intentando tocar la columna con las escápulas. Mantenga la posición dos segundos y vuelva al inicio. Haga tres series de ocho repeticiones.

2. Extensión de hombros desde la rotación interna

Comience en la misma posición que el ejercicio anterior. Rote un brazo sobre sí mismo, hacia dentro, hasta donde llegue y elévelo. Mantenga la posición dos segundos y vuelva al inicio. Haga también tres series de ocho y cambie de brazo.

3. Abducción de hombros en Uve

Túmbese bocabajo, con los brazos extendidos en uve, los pulgares apuntando hacia el techo y la mirada al frente. Lleve los brazos tan atrás (hacia el techo) como pueda, conservando la posición en uve. Mantenga la postura dos segundos.

4. Estiramiento activo de flexores laterales (cuello)

De pie o sentado –erguido–, separe los brazos del tronco, rótelos hacia fuera y junte las escápulas. Baje los hombros y flexione la cabeza llevando la oreja al hombro. Mantenga diez segundos y cambie de lado.

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