19 fotos

Las monedas del Museo Arqueológico

La nueva presentación de sus fondos y la exposición de la ‘Mercedes’ ha disparado las visitas al Arqueológico de 150.000 a cerca de un millón. En su recámara hay 300.000 monedas.

La pieza más antigua del Arqueológico. Y una auténtica reliquia numismática. Acuñada en una aleación natural de plata y oro (el electro) tan solo unas décadas después de la “invención” de las monedas.Museo Arqueológico Nacional
En el anverso se reproduce un león, un símbolo de Mileto que también se repetiría en sucesivas emisiones monetarias.Museo Arqueológico Nacional
Uno de los pocos retratos de Aníbal, representado como el dios Melqart en el anverso. En el reverso se reproduce un elefante, símbolo del poder militar cartaginés. Durante la ocupación de la Península (237-206 antes de Cristo), los cartagineses acuñaron numerosas series de oro, plata y cobre para pagar a sus soldados y como elemento propagandístico.Museo Arqueológico Nacional
La cámara acorazada del Arqueológico, donde se conserva una colección de 300.000 piezas, está suspendida sobre vigas capaces de soportar ocho toneladas de peso.Uly Martín
Este ejemplar único, acuñado por Augusto para festejar la conquista de Egipto, es uno de los tesoros de la colección por su rareza. En el anverso hay un retrato del emperador.Museo Arqueológico Nacional
En el reverso se reproduce la imagen de un hipopótamo, como animal del Nilo, y la leyenda “Egipto conquistado”. Se acuñaba por alguna ocasión especial y no para su circulación comercial.Museo Arqueológico Nacional
Son escasas las monedas acuñadas por el último gobernante musulmán, Muhammad XII (Boabdil), que se conservan. Este dinar de oro informa en el anverso del lugar de producción: “Fue acuñado en la ciudad de Granada. ¡Que Dios la proteja!”. En el reverso, una sura coránica se repite cuatro veces: “Y no hay vencedor sino Dios”, lema de la dinastía nazarí.
Pertenece a la primera serie elaborada en el Reino de Nápoles tras la expulsión francesa y la conquista por Isabel de Castilla y Fernando de Aragón.Museo Arqueológico Nacional
Los carlinos son piezas escasas porque dejaron de emitirse en noviembre de 1504, tras morir la reina. Representan un acercamiento a la estética renacentista, con una reproducción más realista de los personajes.Museo Arqueológico Nacional
Trabajo de limpieza y restauración de una moneda en el Museo Arqueológico Nacional.Uly Martín
Es la moneda de oro más grande de la historia española: 338 gramos y 75,50 milímetros de diámetro. Se conocen muy pocos ejemplares, ya que se usaban como obsequio.Museo Arqueológico Nacional
La del museo perteneció a la colección de Tomás Francisco Prieto, grabador de todas las Casas de la Moneda de España y de Indias y el artista monetario más importante del XVIII.Museo Arqueológico Nacional
Una de las más deseadas y caras de la numismática española. Acuñada por el Gobierno Provisional, la peseta nació por decreto el 19 de octubre de 1868, pero la orden de fabricación se retrasó hasta abril de 1869. Como también se adoptó el Sistema Métrico Decimal, se crearon valores de 5, 2, 1, 0,50 y 0,20 pesetas de plata. Se acuñaron muy pocas de cinco.Museo Arqueológico Nacional
La restauradora Durga Orozco, del Museo Arqueológico Nacional.Uly Martín
El Concejo de Núremberg encargó a Alberto Durero el diseño de una medalla que conmemorase la celebración de la Dieta del Imperio en 1521 en la ciudad. Pero se cambió la ubicación y el emperador, que tenía 20 años, no llegó a recibir ninguna de las 24 medallas de plata. En el anverso se ve a Carlos V, rodeado por los 14 escudos de sus reinos.Museo Arqueológico Nacional
Los mineros de la Nueva España celebraron el nacimiento de los gemelos Carlos y Felipe, hijos de los príncipes de Asturias (el futuro Carlos IV y María Luisa de Parma), como garantía dinástica.Museo Arqueológico Nacional
En esta medalla de plata, diseñada por Gerónimo Antonio Gil, se puede ver en el anverso a la familia real, y en el reverso, una explotación minera.Museo Arqueológico Nacional
Vista de una de las bandejas del interior de la cámara acorazada.Uly Martín