La posibilidad de votar
Alcancé mis 14 años sin hablar una palabra de catalán. Estrené la inmersión lingüística que consiguió que hablara con normalidad ambas lenguas. Una inmersión que cohesiona culturas y personas. Por mi trabajo he tenido que viajar fuera de Cataluña desde los tiempos de los pactos entre Pujol y Aznar, y escuchar con frecuencia cómo Cataluña robaba a España. Ahora escucho que España roba a Cataluña. Entiendo y comparto que las comunidades más ricas contribuyan a la distribución de la riqueza, pero que Cataluña contribuye excesivamente, es un hecho indiscutible. Y Madrid. Que existan comunidades c...
Alcancé mis 14 años sin hablar una palabra de catalán. Estrené la inmersión lingüística que consiguió que hablara con normalidad ambas lenguas. Una inmersión que cohesiona culturas y personas. Por mi trabajo he tenido que viajar fuera de Cataluña desde los tiempos de los pactos entre Pujol y Aznar, y escuchar con frecuencia cómo Cataluña robaba a España. Ahora escucho que España roba a Cataluña. Entiendo y comparto que las comunidades más ricas contribuyan a la distribución de la riqueza, pero que Cataluña contribuye excesivamente, es un hecho indiscutible. Y Madrid. Que existan comunidades con mayores beneficios fiscales genera descontento en todas. Y que, una mayoría de los catalanes decida un Estatuto y que éste sea lacerado por la justicia, solo genera descontento. Que formaciones políticas propongan cargos en los altos tribunales de la justicia no ayuda a reforzar su imagen de imparcialidad. Y hoy, parece sencillo sacar a un millón de personas a la calle. Entiendo que este sentimiento sea difícil de explicar y de entender fuera de Cataluña, pero es algo que no va a desaparecer. Ni contigo, ni sin ti, como un mal divorcio. Existe un consenso generalizado en Cataluña para votar. Será una imagen imborrable impedir un hecho tan democrático. Y cuanto más tarden en permitirlo, mayor proporción de independentistas habrá. Dejemos votar a la mayoría silenciosa y sabremos si son muchos o son pocos. Quizá Rajoy, pueda, por fin, dormir tranquilo. O no.— Matias Alpuente.
Vivo en Francia y soy profesora de español. Les veo desde fuera, y desde lejos me da pena la imagen de España que los políticos en general y los políticos catalanes en particular están dando del país. ¿En qué piensa el señor Mas para desafiar al Estado, a la Constitución y al resto de los españoles? ¿No hay temas más importantes que solucionar en Cataluña? ¿Paro, pobreza, deuda, educación, adecuándose a la enseñanza en los dos idiomas oficiales?
Ya se sabe aquello de que no hay que olvidar la historia, pero ¿qué tienen que ver la España y la Cataluña de hoy en día con la de 1714? Aquella vez Cataluña “perdió” y siguió formando parte de España; hoy en día Cataluña es España. Sigamos así, será la única manera de avanzar, juntos, solidarios. Otras veces lo hicimos, la Transición fue un buen ejemplo, no lo olvidemos, ¿por qué no volver a intentarlo? Señor Mas, no quiera separarnos, no hable de “los catalanes y los españoles”. Somos todos españoles, mal que le pese, y debemos cultivar la diferencia dentro de la unidad, así seremos más fuertes.país?— Ana García Torres. Saint Herblain, Francia