Tus preguntas de Alemán en Selectividad las redactó ChatGPT
El enunciado de un examen de idioma para bachilleres de centros extranjeros ha sido redactado partiendo de inteligencia artificial en cinco horas, en lugar de 50
La inteligencia artificial suele ser denostada en el contexto educativo y Germán Ruipérez, catedrático de Lingüística Alemana en la Universidad Nacional a Distancia (UNED), se ha propuesto demostrar que su uso en la enseñanza de las lenguas no tiene por qué ser pernicioso. Por eso su equipo y él se han valido del modelo de lenguaje ChatGPT para redactar el enunciado del examen de Alemán de la Selectividad de los alumnos que, tras cursar el bachillerato en un centro extranjero, se han presenta...
La inteligencia artificial suele ser denostada en el contexto educativo y Germán Ruipérez, catedrático de Lingüística Alemana en la Universidad Nacional a Distancia (UNED), se ha propuesto demostrar que su uso en la enseñanza de las lenguas no tiene por qué ser pernicioso. Por eso su equipo y él se han valido del modelo de lenguaje ChatGPT para redactar el enunciado del examen de Alemán de la Selectividad de los alumnos que, tras cursar el bachillerato en un centro extranjero, se han presentado esta semana a los exámenes de la UNED, que en su caso reciben el nombre de PCE (Pruebas de Competencias Específicas).
El examen se formula por consenso y Ruipérez, coordinador de Alemán, propuso al equipo ―conformado por profesores de universidad e instituto― ver cómo ChatGPT “podía elaborar una propuesta y hacer luego ellos las correcciones”. No hubo objeciones y empezaron a hacer pruebas. Algunos expertos piden que se regule e, incluso, que se detenga el desarrollo de ChatGPT, una herramienta que cuenta ya con 100 millones de usuarios.
Conscientes de su desconocimiento de la herramienta, consultaron el manual ChatGPT. Instrucciones precisas para resultados óptimos, de la formadora en nuevas tecnologías aplicadas a la educación Meritxell Viñas, que enseña a desarrollar los prompts, las instrucciones detalladas para sacar el máximo rendimiento educativo. “La sorpresa es que ChatGPT genera textos en los idiomas que dice que domina y le puedes delimitar el tema, el nivel de idioma e incluso decirle: ‘Y ahora hazme una serie de preguntas concretas sobre este texto’”, explica Ruipérez, que fue designado en 1999 el primer director de Tecnologías Avanzadas de la UNED.
El mandato a la máquina decía así: “Escríbeme un artículo periodístico en alemán de 220 palabras completamente a favor de la energía atómica, que incluya también la opinión de algún político o ecologista alemán que haya manifestado su opinión en contra de la energía nuclear”. Probaron con más de una decena de textos en el mismo chat, que va aprendiendo.
Quedaron contentos. “Había alguna errata mínima. Le pondría un 8,5 sobre 10. ChatGPT es como una navaja suiza, que tiene muchas herramientas y que para algunas cosas es tremendamente malo y para los idiomas es sorprendentemente bueno”.
Ruipérez compara: “No es un robot automático, sino un asesor de lujo que te sale gratis”. Y lo razona: “En la UNED tenemos convenio con el DAAD (Servicio Alemán de Intercambio Académico) que ofertan lectores nativos, que son a los que encargas que hagan este tipo de trabajos. Así ahora tienes a alguien que redacta muy bien y que, a golpe de Enter, en 10 minutos te saca 10 propuestas de examen de Selectividad”.
A través de unas preguntas de comprensión escrita del texto y otras de libre opinión se evalúa si el alumno tiene el nivel B2 (usuario independiente avanzado) que exige la EBAU. Y de nuevo se encomendaron al modelo de lenguaje. “Le pedimos que hiciese propuestas de preguntas, pero también nosotros desechamos”, relata. Añade más elogios: “Es muy productivo. Calculo que antes tardábamos unas 50 horas, entre que hacíamos propuestas, buscábamos textos, los adaptábamos al nivel B2 de alemán, formulábamos las preguntas... Y con ChatGPT, en cinco horas, en una tarde, tienes una oferta”.
Al examen se sometieron este martes unos 50 alumnos de parte de los otros centros de la UNED y este viernes será el turno de una cincuentena de otras sedes, de nuevo con ChatGPT como ayudante. Los primeros aspirantes no pusieron ningún reparo, ni durante el examen ni luego. Eran advertidos en un pie de página: “Fuente del texto principal y de las posteriores preguntas: ChatGPT (https://chat.openai.com; fecha de acceso: 11.04.2023)”.
A modo experimental, los evaluadores de Alemán en la UNED van a corregir con ChatGPT. “Nosotros recibimos los exámenes escaneados y yo voy a pedirle que corrija y marque en rojo el texto. Pero la primera y última responsabilidad la vamos a tener nosotros, es una ayuda. Yo ahora no sé cómo se va a comportar ChatGPT, pero detecta cosas muy razonables en los ejemplos de la web. A veces la gente le ve como el gran gurú. No, es así, a veces mete la pata. Evidentemente, no va a sustituir la corrección porque es un tema más complejo. No hay que olvidar que es una herramienta muy dinámica que está aprendiendo”.
Ruipérez estuvo involucrado en el ingente reto de que 200.000 alumnos de esta universidad online, equivalente a la población de Pamplona o Almería ciudad, se conectasen por ordenador para recibir clase y su nuevo reto es esta herramienta. En la plataforma de la UNED de Alemán están usando ChatGPT para ofrecer textos y ejercicios. “Puedes decirle: ‘Elabórame un texto sobre bulling en Alemania en el que se omitan palabras ―para que rellenen los huecos― y haz preguntas sobre las formas verbales’, por ejemplo”, prosigue Ruipérez. “Y luego le dices: ’Numera los huecos [de las palabras] e incluye la solución’. Evidentemente, luego lo verificas, pero el texto en bruto es el 80% del trabajo. Pierdes el miedo de la hoja en blanco”.
Nuria Oliver, experta en inteligencia artificial, ahondaba en ello en una reciente entrevista en EL PAÍS: “Va a ser muy difícil para un ser humano resistir la tentación de no pedirle a un gran modelo de lenguaje que rompa una página en blanco. Aunque quizás nos ayude a arrancar y sigamos nosotros. Pero habrá también creaciones algorítmicas, en las que no hay ninguna garantía de veracidad, aunque suene muy creíble”.
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