De trabajar en el puerto de Southampton a ser el mesías del jamón en el Reino Unido: la increíble historia de José Sol
El emprendedor madrileño es uno de los grandes embajadores del cerdo de raza ibérica y es habitual su presencia en actos tan ‘british’ como las carreras de Ascot
El 5 de marzo de 2013, la directiva del Manchester United decidió apostar por un español atrevido y convincente que se ofrecía a cortar jamón ibérico de calidad en el palco VIP del estadio de Old Trafford. Qué mejor modo, les hizo ver, de dar la bienvenida al equipo visitante, el Real Madrid. Con goles de Luka Modric y Cristiano Ronaldo, la victoria fue para los blancos, pero también para José Sol (Madrid, 50 años), que se convirtió desde entonces y hasta hoy en el proveedor y cortador oficial del club. Le han llamado el “mesías del jamón” en Gran Bretaña, y pocas personas han hecho tanto como él para difundir entre el público inglés la excelencia del jamón procedente de cerdos de raza ibérica.
Apenas unos meses después de poner pie en territorio británico como representante de una empresa jamonera de Soria, con la misión de abrir mercados, la crisis financiera desmoronó la economía española. José, su mujer Nana —su socia y aliada todos estos años— y sus dos hijos se quedaron con una mano delante y otra detrás, pero también con la intuición irresistible de que habían llegado a un país que les invitaba a comerse el mundo. “Fue muy duro. Hablar de jamón hace 13 años era muy difícil. En el Reino Unido se conocían el prosciutto y el jamón de Parma. Yo fui el primero en promocionar en exclusiva el jamón ibérico aquí, cuando no existía ni mucho menos el boom que vivimos ahora”, recuerda José. Había recalado en Southampton, y se aferró a trabajos en el puerto de la ciudad mientras ideaba su aventura empresarial, y registraba la marca Spanish Ham Masters. El manido refrán de que “el buen paño, en el arca se vende” ha engañado a muchos españoles que, nada más llegar a Inglaterra, se asombran de que la isla no se haya rendido aún sin condiciones al jamón ibérico, y se conforme con alternativas italianas más suaves y dulzonas.
José Sol entendió que no bastaba con envasar al vacío unas cuantas lonchas y colarlas en un supermercado. Igual que el documental Los Cazadores de Trufas sedujo al mundo con esos abuelos solitarios del Piamonte y sus perros, conocedores de los lugares secretos del bosque donde se encuentra la codiciada trufa blanca de Alba, el maestro jamonero londinense sabía que su producto necesitaba una historia, una exhibición de arte y una puesta en escena.
La oportunidad surgió cuando un potente abogado británico de la City financiera se dejó convencer por Sol para que, en el evento de inauguración de su casa, incorporara un cortador de jamón. Con tres meses de plazo, el empresario, que todavía era un aficionado con el cuchillo jamonero, regresó a España para hacer todos los cursos necesarios. Volvió a Londres como un cortador profesional. “Me doy cuenta de que es un show, de que a la gente le encanta, que quieren ponerse a mi lado para hacerse fotos”, explica. Y entiende además que debe seleccionar para cada ocasión jamones muy selectos, de empresas pequeñas, con un componente familiar y una historia que los haga únicos. Como el caviar, la trufa blanca o el champán francés, el jamón ibérico debe situarse en la cima de la excelencia. “Nos reímos mucho de los británicos, porque su gastronomía era muy pobretona, pero son enormemente respetuosos con el producto, más que nosotros mismos. Y les apasiona la historia de ese producto”, cuenta.
Eventos privados, cursos de corte, catas junto a vinos o licores. José Sol es un clásico en actos tan británicos como las carreras de Royal Ascot o el festival floral de Chelsea, pero antes cortó para los Hombres G en su camerino, antes de su concierto en Londres, o introdujo el jamón en el Royal Albert Hall para la actuación de David Bisbal.
Los príncipes Guillermo y Enrique se han pegado a su mesa para saborear el jamón recién cortado, y el entonces alcalde de Londres, Boris Johnson, también se mostró fascinado por el producto. Aunque quizá la historia más llamativa fue la de la fiesta en la que José sirvió a Leonardo DiCaprio, Brad Pitt y Quentin Tarantino. El director de cine no dejaba de hacerle preguntas, como si se imaginara ya al cortador en un Kill Bill 3 con su cuchillo jamonero. El mesías del jamón no descuida el mercado británico, pero ya ha llevado sus exhibiciones y cursos de corte a Estados Unidos, Rusia, Corea del Sur y Australia. Para 2023 se ha propuesto saltar a la conquista de China.
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