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La OCDE insta a España a reformar las pensiones teniendo en cuenta el aumento de la esperanza de vida

El organismo que agrupa a los países ricos cree que la carga fiscal sobre el trabajo es excesiva, lo que desincentiva el empleo, y aboga por aumentar la tributación sobre el consumo para recaudar más

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se ha sumado este miércoles a la cascada de elogios que recibe desde hace meses la economía española. “Se ha comportado de manera muy destacada, registrando un crecimiento del PIB superior al de otros países europeos y a la mayoría de las proyecciones económicas”, apunta en su informe sobre España. El documento, sin embargo, busca más ser una guía de actuación para el futuro que hacer un diagnóstico del momento actual. Y ahí, varias de sus peticiones chocan con las políticas del Gobierno, especialmente en materia de pensiones e impuestos.

Sobre las primeras, el organismo advierte de que a pesar de las recientes reformas, como el aumento de la edad legal de jubilación, la ampliación del periodo de cotización, el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) y la reforma del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, se prevé que la brecha entre el gasto y los ingresos en pensiones se amplíe en las próximas décadas. Por eso, ve necesarias medidas adicionales. Entre ellas cita el establecimiento de un ajuste por esperanza de vida (que ya rebasa los 84 años), la ampliación del periodo de referencia para el cómputo de los derechos de pensión o mecanismos similares. “Para que la deuda siga una senda de firme descenso es necesario abordar el aumento del gasto en pensiones, reducir el gasto ineficiente y mejorar la recaudación fiscal”, recomienda.

Rechaza, en cambio, que la carga fiscal recaiga sobre el trabajo, alertando de que nuevos aumentos de las cotizaciones a la Seguridad Social “podrían perjudicar al empleo”. Según la OCDE, la ratio de impuestos respecto al PIB que se pagó en España en 2023 fue del 37,3%, superior al 33,9% de media entre los países del club de las economías más ricas del planeta. Sin embargo, recauda menos del consumo que sus socios de la UE y la OCDE, por lo que ve necesario llevar a cabo una reforma fiscal integral para reequilibrar los pagos y hacer crecer los ingresos. “Las opciones incluyen armonizar los tipos del IVA y reducir las exenciones, igualar los impuestos especiales sobre el diésel y la gasolina, y reforzar la tributación de la energía y los vehículos, junto con la reducción de las cuñas fiscales para las familias de bajos ingresos”, enumera.

La factura demográfica sobrevuela las 132 páginas del texto, donde la OCDE usa los cálculos de la Airef de que el gasto en pensiones crecerá en 3,2 puntos de PIB entre 2023 y 2050, y el gasto relacionado con el envejecimiento aumentará en 5,2 puntos. “El gasto en pensiones aumentará, creando un creciente volumen de pasivos implícitos que no están provisionados actualmente. La indexación de las pensiones a la inflación y la falta de un ajuste automático para el aumento de la esperanza de vida incrementan los costes del sistema”, alerta.

Ante ello, reclama incentivar que los trabajadores de mayor edad permanezcan empleados y la ampliación de la educación para adultos. “La tasa de empleo de los trabajadores mayores ha aumentado en las últimas dos décadas, pero sigue siendo baja. Su tasa de empleo se encuentra por debajo de los niveles de la OCDE y disminuye drásticamente después de los 55 años debido a la jubilación anticipada, la obsolescencia de las habilidades y la limitada adaptabilidad laboral”, expone.

Preguntado sobre si el Gobierno planea tomar medidas adicionales para hacer frente al gasto en pensiones, como le pide la OCDE, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha insistido en que España está cumpliendo con las reglas fiscales europeas, y ha recordado que el Ejecutivo ha introducido una cláusula de cierre por la que se activa una subida de cotizaciones automática si se calcula que en el futuro no se cumplen las previsiones de ingresos y gasto. “El informe de la Airef por ahora dice que no hay una desviación, y no recomienda medidas adicionales para garantizar sostenibilidad del sistema y las cuentas públicas”, defendió durante la presentación del informe en Madrid.

En el acto estuvo acompañado del secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, que aseguró que las reformas “ambiciosas” que España ha llevado a cabo en los últimos años deben servir de ejemplo para otros países —Francia, a la que no citó, se antoja el más evidente—. Respecto a la falta de Presupuestos —las últimas cuentas en aprobarse fueron las de 2023—, Cormann se limitó a mostrar su confianza en que las dinámicas democráticas son las más eficientes.

La OCDE también apuesta por otras fórmulas para mejorar la sostenibilidad de las cuentas públicas. Como que España mejore la inclusión de los inmigrantes en el mercado laboral. Si no hay un cambio de tendencia, la llegada de extranjeros empujará la población española más allá de los 50 millones de habitantes en el segundo semestre de 2026. Y hay margen de mejora en áreas como la simplificación de los visados de trabajo previos a la llegada, los acuerdos laborales bilaterales, el reconocimiento de títulos o un aumento del personal para gestionar las llegadas. Pasos que “podrían atraer a más inmigrantes cualificados y ayudar a aliviar la escasez de mano de obra”.

La entidad admite que las finanzas públicas de España han mejorado, con la deuda acumulando descensos desde 2021, lo que la situaba en el 101,8% a cierre de 2024. Sin embargo, ese nivel es todavía elevado, y la OCDE estima que la creciente presión para gastar más a largo plazo en partidas como defensa, cambio climático y el citado envejecimiento, vuelve necesario contar con más espacio fiscal. “Para afrontar estas presiones sin comprometer el crecimiento, es esencial mantener una política fiscal creíble a medio plazo, creando al mismo tiempo margen para un gasto que impulse el crecimiento, combinado con políticas que fomenten el crecimiento potencial”.

El momento de bonanza que vive la economía española, que crece a un ritmo cercano al 3%, es para la OCDE propicio para recomponer las finanzas y dejarlas listas para afrontar turbulencias por llegar. “Dado el fuerte impulso del crecimiento, acelerar el ritmo de reducción del déficit permitiría a España reconstruir con mayor rapidez los colchones fiscales para responder eficazmente a futuras crisis o recesiones”, insiste.

Más construcción

Más allá de las cuentas públicas, el informe se adentra en asuntos como la situación de la banca, “bien capitalizada y rentable a pesar el endurecimiento de las condiciones financieras”. O la agenda más caliente políticamente, la vivienda. Sobre este punto, llama a aumentar la oferta de vivienda asequible, acelerar los procedimientos de desarrollo urbanístico, y en definitiva, invertir más en vivienda social.

Además, aborda cuestiones estructurales del tejido productivo español, como la situación de las pymes, que representan el 99% de las empresas y emplean a la mayor parte de la fuerza laboral, principalmente en el sector servicios. La OCDE lamenta que tienden a ser “significativamente menos productivas que las grandes empresas”. Culpa de ello a su acceso limitado a financiación externa y mano de obra cualificada, la complejidad regulatoria, y la menor adopción de tecnologías digitales avanzadas. “Dos tercios de las pymes reportan dificultades para contratar trabajadores con las competencias adecuadas, mientras que muchas carecen de recursos para desarrollar e implementar estrategias de formación”, indica el informe.

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