Ovidio Zapico: “Uno de los objetivos de 2025 es declarar zonas tensionadas de vivienda en Asturias”
El consejero asturiano de Vivienda ve margen para el acuerdo con otros partidos y defiende priorizar el alquiler en las políticas públicas: “No quiero una juventud hipotecada”
Ovidio Zapico (Laviana, 53 años) se convirtió en verano de 2023 en consejero de Ordenación del Territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos de Asturias. Es el único cargo autonómico de ese rango que tiene su partido, Izquierda Unida, en esta legislatura, y reconoce que “estar en gobiernos de coalición implica aceptar contradicciones y también renuncias”. Pero lo defiende como un “ejercicio sano” a la vez ...
Ovidio Zapico (Laviana, 53 años) se convirtió en verano de 2023 en consejero de Ordenación del Territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos de Asturias. Es el único cargo autonómico de ese rango que tiene su partido, Izquierda Unida, en esta legislatura, y reconoce que “estar en gobiernos de coalición implica aceptar contradicciones y también renuncias”. Pero lo defiende como un “ejercicio sano” a la vez que reclama más consenso en torno a las políticas de Vivienda. Su casa está a 45 minutos de Oviedo, en Soto de Agues: “Era de la familia de mi mujer”, explica.
Pregunta. ¿Qué necesita Asturias para paliar la actual crisis de la vivienda?
Respuesta. Partimos de la premisa de que la vivienda es un derecho. Viene recogido en la Constitución en su artículo 47 y nos esforzamos en desarrollar ese artículo para que las personas tengan garantizado el acceso a una vivienda digna. En ese sentido, citaría cinco líneas de actuación. Hemos licitado en 2024 un total de 600 pisos en diferentes promociones para alquiler asequible y alguna ya ha empezado a construirse. Pero no estamos solamente trabajando con la idea de construir, también hay que adquirir viviendas existentes y rehabilitar, esa sería una segunda cuestión.
P. ¿Cuáles son las otras tres?
R. Además estamos impulsando un programa que se llama Alquilámoste para movilizar el parque privado de vivienda, con el Principado como garante de que el propietario cobra religiosamente y su propiedad le va a ser devuelta en perfecto estado. La cuarta cuestión es el desarrollo de la ley de vivienda y por lo tanto la declaración de zonas tensionadas. Y habría una quinta cuestión que es la búsqueda de un pacto social por el acceso a una vivienda digna, adecuada y asequible.
P. Asturias ha subido la partida presupuestaria en Vivienda, ¿es suficiente?
R. Creo que sería un mal consejero, y más de Izquierda Unida, si fuese conformista. Pero sí es cierto que hemos incrementado un 60% la partida y creo que este esfuerzo no tiene que ser algo puntual. Hay que combatir esta crisis que es de acceso a la vivienda, porque estamos seguros de que no es una crisis en cuanto a la construcción. Y para paliarla hay que movilizar dinero porque hay que intervenir en el mercado.
P. ¿Ha habido un tabú por parte de la izquierda con respecto a la construcción?
R. Nosotros [IU] llevamos con anterioridad, también en gobiernos de coalición, las políticas de vivienda en Asturias durante seis años en el presente siglo. Los que me precedieron impulsaron mucho el parque público, construyeron mucha vivienda pública en Asturias. Evidentemente hay que construir vivienda pública, pero también somos conscientes de que hay una bolsa importante de vivienda vacía que hay que movilizar.
P. ¿Cuándo funcionará el plan de mediación de alquiler y con qué objetivos?
R. Tenemos ya el decreto avanzado, queríamos en estos primeros meses del año hacer toda la tramitación y en la segunda parte del año poner en marcha el programa. Para este año tenemos un millón de euros. El compromiso a partir de 2026 es que sea un crédito ampliable, que garanticemos siempre que va a haber crédito para los gastos que el programa. Una cuestión para todas las políticas de vivienda es que hay que ser perseverantes en el tiempo, no vale lanzar un programa y, si no funciona el primer año o el segundo, desentendernos.
P. ¿Pero hay algún objetivo numérico?
R. No nos atrevemos a cifrar un objetivo, para 2025 es simplemente poner en marcha el programa.
P. Le dirá la oposición que igual no funciona por la desconfianza de los caseros…
R. En Asturias este programa genera consenso. Solamente la ultraderecha nos lo ha cuestionado, el resto del arco parlamentario democrático y los agentes sociales lo valoran positivamente.
P. ¿Vamos a ver el control de alquileres este año?
R. Sí. Uno de los objetivos en 2025 es declarar las primeras zonas tensionadas en Asturias. Recientemente hemos publicado un estudio y hay 12 municipios susceptibles de que alguno de sus pueblos o barrios sean declarados zona tensionada. Estamos haciendo una ronda de encuentros con los alcaldes y alcaldesas e irán saliendo propuestas. Hay ya una petición del pleno del Ayuntamiento de Gijón para declarar dos barrios. Fue una votación curiosa, apoyada por la izquierda con el rechazo de Vox y la abstención de Foro, que es quien gobierna, y PP.
P. ¿Y qué pasaría si ahora Foro y PP se retractan?
R. Bueno, primero tendrían que explicar el porqué de ese cambio. Por qué hace unos meses permiten en Gijón, donde tienen la mayoría, ese acuerdo y qué es lo que cambia para que la medida no sea necesaria.
P. ¿Es suficiente el control de precios para solucionar el problema?
R. Nosotros destacamos mucho la necesidad de trabajar en los programas complementarios que la ley establece. Más allá de simplemente topar los precios, ayudar a rebajar los precios desorbitados con programas específicos en esos lugares.
P. ¿Qué hacemos con la vivienda turística?
R. Combatirla. Tenemos que trabajar en legislaciones que la combatan y la sitúen en un porcentaje muy pequeño respecto al de ahora. La vivienda no puede ser un negocio. Y desgraciadamente, cuando alguien ve la vivienda como un negocio y por lo tanto especula con ella, en contra también de lo que dice la Constitución, genera distorsiones e injusticias sociales.
P. ¿Y cómo se combate?
R. Hemos trabajado en una primera modificación de la Ley de Turismo y estamos trabajando también en otra Ley de Ordenación del Territorio, donde también creemos que tenemos hueco para seguir constriñendo la proliferación de esas viviendas.
P. ¿Qué medidas concretas contemplan para los jóvenes?
R. Gran parte de las promociones que ya hemos puesto y que ponemos en marcha ahora se dirigen a jóvenes menores de 35 años. Esa es la fórmula que hemos encontrado: movilizar vivienda de alquiler asequible.
P. ¿Se plantean otras fórmulas como avales hipotecarios?
R. Yo no quiero una juventud asturiana hipotecada y endeudada. Evidentemente, quien lo desee, que se hipoteque. Pero la mayoría de la juventud, conociendo sus necesidades y su renta media, siendo conscientes de que no tiene una capacidad para endeudarse, no me gustaría que fuese presa de una hipoteca que les lastrase durante muchísimos años. Creo que tenemos que facilitarles a través de los poderes públicos el acceso a esa vivienda digna y adecuada en régimen de alquiler.
P. Ponen mucho el foco en el alquiler, pero España se considera tradicionalmente un país de propietarios…
R. Nosotros defendemos el modelo europeo, que es diferente al modelo que un ministro franquista en su momento implantó cuando dijo aquella frase de que “no queremos un país de proletarios, sino de propietarios”. Ahí están los orígenes de lo que fue la especulación. La experiencia de la crisis de 2008, con el drama de los desahucios, por ejemplo, nos tendría que invitar a una reflexión y a la búsqueda de nuevos modelos. Y en ese sentido, el modelo europeo de alquiler público y alquiler asequible es un modelo que interviene en el mercado y lo equilibra.
P. Pero hay pocos países europeos que tengan resuelto el problema…
R. La clave es si la situación es mejor. La vivienda es un problema de Europa y la Comisión Europea lo ha reconocido. Pero creo que en países como España el problema está más acentuado y que tenemos que fijarnos en modelos como Viena o como los países nórdicos, donde el modelo ha sido otro y las dificultades son diferentes.
P. ¿Qué puede aportar la experiencia de Asturias a otras comunidades?
R. Tenemos un parque público que no es pequeño en relación con otros y trabajamos por aumentarlo. Hay en torno a 9.600 viviendas. Desgraciadamente teníamos 30.500 en los ochenta, cuando se transfirieron las competencias, y al principio hubo una descapitalización. Ahora no vendemos. De las 9.600 viviendas, unas 8.900 las tiene una empresa pública que se llama Vipasa y se dedica al alquiler social, con una renta media de unos 71 euros al mes. Luego tenemos la gestión de otras 700 más destinadas al alquiler asequible. Ahí están la clase trabajadora, los jóvenes, una parte importante de la población que tiene un sueldo, pero que no le permite afrontar con garantías un alquiler. A esa gente es a la que nos queremos dirigir. Y también creo que otro de los aspectos que quizás no estaría de más trasladar al panorama nacional es la voluntad de acuerdo que estamos manifestando.
P. ¿Cuál es la idea del pacto social que están buscando?
R. En primer lugar tiene una temporalidad, de 2025 a 2035, porque comprometer políticas a más de diez años creo que escaparía de la realidad. Queremos buscar un marco de consensos que nos permita definir la hoja de ruta, hacer una planificación pactada para no tener que trabajar, como nos lo hemos encontrado nosotros, acuciados por la necesidad del día a día.
P. ¿No hay demasiado ruido político para eso?
R. Sí, creo que sobra ruido y sobra confrontación.
P. Y más allá de pactar un diagnóstico, ¿ustedes y el PP pueden ponerse de acuerdo sobre hasta dónde debe llegar la intervención pública?
R. Los partidos del arco democrático también estamos obligados a llegar a entendimientos y acuerdos de mínimos. Del compromiso de empezar otras 400 viviendas públicas, donde primero hemos acordado una licitación ha sido en Oviedo con un alcalde del PP. Creo que esto demuestra que el acuerdo es posible porque hay mínimos comunes que sirven a aquellos partidos que son constitucionalistas y que por lo tanto respetan el artículo 47 de la Constitución.