Georgieva llama a la cooperación frente a los conflictos y el proteccionismo
La directora gerente del FMI alerta del riesgo de que la economía mundial se queda estancada en una situación de bajo crecimiento y alta deuda
La economía mundial ha resistido “extraordinariamente bien” el episodio de alta inflación global. “El aterrizaje suave está a la vista”, ha insistido este jueves en Washington la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva. Sin embargo, el mundo corre el riesgo de quedarse estancado en una situación de bajo crecimiento y elevada deuda, ha advertido. La responsable del organismo internacional ha hecho un llamamiento a la cooperación internacional ante los riesgos derivados de los conflictos geopolíticos y el creciente proteccionismo.
Georgieva ha subrayado la disonancia entre las buenas cifras macroeconómicas y la situación de la población. “Las familias siguen sufriendo por los altos precios y el crecimiento mundial es anémico”, ha dicho. El FMi espera que la economía mundial crezca un 3,2% este año y se ralentice hasta el 3,1% anual de media en cinco años. Se trata de las perspectivas a medio plazo más bajas en décadas y el comercio ha dejado de ser un potente motor de crecimiento: “Vivimos en una economía mundial más fragmentada”, ha dicho Georgieva.
Mientras, la deuda pública va camino de superar los 100 billones de dólares este año, un máximo histórico que equivale al 93% del producto interior bruto (PIB) mundial. El FMI prevé que para 2030 se acerque al 100% del PIB. “La economía mundial corre el riesgo de estancarse en una senda de bajo crecimiento y elevado endeudamiento. Esto significa menores ingresos y menos empleos. También significa menos ingresos públicos, y, por tanto, menos inversión para mantener a las familias y luchar contra retos a largo plazo como el cambio climático”, ha advertido la directora gerente del Fondo.
Georgieva ha presentado la agenda global del FMI, que coincide con las recetas anticipadas estos días por sus economistas. El objetivo es doble: asegurar el aterrizaje suave y salir de la senda de bajo crecimiento y alto endeudamiento. Y para ello, propugna un triple giro en las políticas económicas que se resume en aflojar la política monetaria, endurecer la política fiscal sin que lastre demasiado el crecimiento (“esto puede hacerse gradualmente, pero hay que empezar ahora”, ha dicho) y abordar reformas estructurales que impulsen la productividad.
Como jefa de un organismo económico que, tras la incorporación de Liechtenstein, cuenta con 191 miembros, Georgieva ha hecho un llamamiento a la cooperación internacional como receta frente a las amenazas derivadas de las guerras, los conflictos geopolíticos y el proteccionismo económico. “La deuda, el comercio, el cambio climático y la tecnología están desencadenando transformaciones en la economía mundial que requieren una respuesta global. Solo trabajando juntos podremos aprovechar las oportunidades y mitigar los riesgos de estos grandes cambios sobre la deuda”, ha dicho.
“Tenemos sobradas pruebas de que cuando los países cooperan, todos se benefician. También tenemos amplias pruebas de que cuando hay una mayor incertidumbre, el valor de la cooperación es mayor”, ha insistido la responsable del Fondo.
En los informes publicados esta semana, el organismo advierte del lastre para el crecimiento mundial que supondría una guerra comercial. El candidato republicano a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, Donald Trump, propone establecer aranceles de forma general del 10%-20% y en el caso de China, del 60%, lo que probablemente desataría represalias y acabaría perjudicando a todos. Ese es el gran miedo de muchos de los responsables económicos presentes estos días en Washington, pero no ha habido ninguna pregunta sobre el elefante en la habitación en la rueda de prensa de Georgieva de este jueves.
La directora gerente del Fondo sí ha hablado de China. A falta de un estudio más detallado, ha valorado positivamente las últimas medidas tomadas por el Gobierno para impulsar la economía. Ha pedido a China que apueste de forma más decidida por el consumo interno como motor del crecimiento y ha aplaudido que las autoridades reconozcan que, a corto plazo, un gran obstáculo está en el sector inmobiliario. “Una acción decisiva para resolverlo ayudaría a levantar la confianza de los consumidores”, ha dicho.
En cuanto a las grandes economías de Latinoamérica, ha pedido ambición para acometer reformas que impulsen un crecimiento, que por ahora está siendo “decepcionante”. Ha pedido a los grandes países que aprendan de algunos más pequeños del Caribe. “Si tomamos un país como Barbados o Jamaica, las reformas están dando resultados, porque se han tomado en serio la importancia de la gobernanza y de implicar a la opinión pública para llevar a cabo las reformas”, ha dicho.