Las mujeres solo cuentan con el 60% de la protección legal de los hombres en el mercado laboral
El Banco Mundial estima que el PIB global duplicaría su ritmo de crecimiento en la próxima década si se alcanzara la plena igualdad de oportunidades
“La brecha de género para las mujeres en el lugar de trabajo global es enorme; de hecho, mucho más amplia de lo pensado previamente”. Esta es una de las conclusiones demoledoras del último informe del Banco Mundial sobre igualdad, titulado Women, Business and the Law 2024 (La mujer, la empresa y el derecho), y publicado este lunes. El organismo multilateral analiza las trabas que se encuentran las mujeres en el mercado laboral de 190 países y determina que, pese a los numerosos avances logrados en los último...
“La brecha de género para las mujeres en el lugar de trabajo global es enorme; de hecho, mucho más amplia de lo pensado previamente”. Esta es una de las conclusiones demoledoras del último informe del Banco Mundial sobre igualdad, titulado Women, Business and the Law 2024 (La mujer, la empresa y el derecho), y publicado este lunes. El organismo multilateral analiza las trabas que se encuentran las mujeres en el mercado laboral de 190 países y determina que, pese a los numerosos avances logrados en los últimos años, gozan hoy en día de solo el 64% de las protecciones legales que tienen los hombres, muy por debajo del 77% estimado anteriormente. Es más: en hasta 37 economías este porcentaje se reduce a menos del 50%. Si se lograra la igualdad, el PIB mundial avanzaría más de un 20% o, lo que es lo mismo, en la próxima década se podría duplicar el ritmo actual de crecimiento.
Los resultados han empeorado con respecto a la edición previa tras la inclusión de dos nuevos indicadores: la seguridad frente a la violencia y el acceso a los servicios de cuidado infantil. “Cuando se tienen en cuenta estos indicadores adicionales, se observa que ningún país ofrece igualdad de oportunidades a las mujeres, ni siquiera los de ingreso alto”, subraya el estudio, que también observa, por primera vez, si la legislación para favorecer la inclusión laboral femenina tiene reflejo en la práctica, con conclusiones poco prometedoras.
No solo las normativas vigentes reconocen a las mujeres cerca de dos tercios de los derechos de los que disfrutan los nombres; los Estados han puesto en marcha el 40% de los mecanismos necesarios para que estos se concreten en la práctica. Un ejemplo: 98 países cuentan con normas para que las mujeres tengan el mismo salario que los hombres si realizan el mismo trabajo, pero en la mayoría de los casos estas disposiciones solo están sobre el papel, porque únicamente un tercio de estas economías han aprobado marcos y sistemas de transparencia y seguimiento para atajar de facto la brecha salarial.
En resumen: las mujeres solo ocupan uno de cada cinco puestos directivos, ganan 77 céntimos por cada dólar que reciben los hombres y solo en la mitad de los 190 países analizados hay igualdad salarial y de acceso a empleos de responsabilidad.
Pese a esta instantánea, desoladora en muchos aspectos, varios países han implementado en 2023 reformas en distintos campos (remuneración, derechos parentales y protección contra el acoso en el trabajo) para fomentar la igualdad, y el índice Mujeres, Empresas y el Derecho subió de 77,1 puntos a 77,9 sobre 100 —este analiza la regulación de distintas áreas, desde las pensiones a los derechos de propiedad y herencia, los salarios o el cuidado de los hijos―, el mayor aumento desde la pandemia. Sin embargo, solo 14 economías, entre las cuales destaca España, alcanzaron una puntuación plena. Los otros que también la obtienen son Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Alemania, Grecia, Islandia, Irlanda, Letonia, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal y Suecia. Los peor parados son Afganistán, Irán, Yemen y Palestina.
Pocos avances en seguridad y cuidado infantil
Las economías analizadas muestran deficiencias generalizadas en los dos nuevos indicadores del estudio, seguridad y cuidado infantil. Las lagunas son más marcadas en el primer ámbito: la puntuación media es de 36 sobre 100, es decir, las mujeres gozan de solo un tercio de las garantías jurídicas necesarias ante la violencia, el acoso sexual, el matrimonio infantil y los femicidios, y de los 151 países que prohíben por ley el acoso sexual en el trabajo, solo 40 prevén la misma protección en los espacios públicos, por ejemplo en el transporte.
En cuanto al cuidado de los hijos, las mujeres siguen siendo las principales responsables de esta labor. En general, dedican 2,4 horas más diarias con respecto a los hombres a tareas de cuidado no remuneradas, y menos de un tercio de los países que forman parte del estudio han desarrollado normas de calidad para el cuidado infantil. Según el análisis, la mejora de los servicios de cuidado infantil tiene un claro impacto positivo en la inclusión laboral: aumenta en cerca de un punto porcentual el número de las mujeres trabajadoras, una cifra que se duplica en los cinco años siguientes.
También hay otras muchas áreas en las que las mujeres siguen rezagadas: tienen menos garantías legales si quieren emprender, menos de un cuarto de los países cuentan con criterios de género en los procesos de las adquisiciones públicas, hasta 20 Estados excluyen a las mujeres de los trabajos nocturnos y 45 de ocupaciones calificadas como peligrosas.
También hay un número importante de economías donde las mujeres no pueden transmitir su nacionalidad a los hijos y al cónyuge al igual que los hombres, y donde las prestaciones vinculadas a la jubilación siguen presentando disparidades tanto en la edad del retiro como en el cómputo por el cuidado de los hijos. “Hoy en día, apenas la mitad de las mujeres participa en la fuerza laboral mundial, mientras que, en los hombres, la proporción llega casi a tres de cada cuatro. Esto no solo es injusto, sino que constituye un despilfarro”, denuncia Tea Trumbic, autora principal del informe.
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