Funcas descarta que España pueda bajar la deuda del 100% del PIB en el próximo lustro sin hacer ajustes
El ‘think tank’ rebaja sus previsiones para el crecimiento del año que viene, hasta el 1,5%
La economía española resiste mejor de lo esperado, pero no lo suficiente como para alejar a sus viejos fantasmas. El think tank económico Funcas ha advertido este jueves durante la presentación de sus perspectivas económicas que, de no tomar medidas urgentes, España será incapaz de rebajar en el próximo lustro dos de sus fronteras psicológicas: el 3% de déficit y una deuda por encima del 100% del producto interior bruto (PIB). “Si no tomamos decisiones vamos a afrontar un desequilibrio importante”, ha advertido el director del servicio de estudios de la Fundación de cajas de ahorros, Ca...
La economía española resiste mejor de lo esperado, pero no lo suficiente como para alejar a sus viejos fantasmas. El think tank económico Funcas ha advertido este jueves durante la presentación de sus perspectivas económicas que, de no tomar medidas urgentes, España será incapaz de rebajar en el próximo lustro dos de sus fronteras psicológicas: el 3% de déficit y una deuda por encima del 100% del producto interior bruto (PIB). “Si no tomamos decisiones vamos a afrontar un desequilibrio importante”, ha advertido el director del servicio de estudios de la Fundación de cajas de ahorros, Carlos Ocaña, durante la presentación del informe.
Estas previsiones contrastan con las ofrecidas en el plan presupuestario enviado a Bruselas por el Gobierno, que mantiene el objetivo de déficit en el 3% para 2024, el máximo que permiten las reglas europeas. En su plan, el Ejecutivo también proyecta que la deuda pública bajará del 110% del PIB a finales de 2023. “Esta reducción del déficit vendría explicada por la retirada de medidas energéticas en un contexto de mayor estabilidad de precios”, apuntan. “A medio y largo plazo, la persistencia de un déficit público elevado es un factor de vulnerabilidad para la economía española, en un contexto de reactivación de las reglas fiscales europeas y de retirada del apoyo del banco central”, señalan desde Funcas en su informe.
Además, ha advertido el director de coyuntura económica de Funcas, Raymond Torres, la senda récord de subida de tipos tomada por el Banco Central Europeo (BCE) supone un giro en la capacidad de financiación de España. La deuda emitida por el Tesoro ha pasado de tener intereses cercanos al 1% hasta el 4% en los bonos a diez años, lo que encarece la capacidad de España para financiarse: el propio plan del Gobierno recoge que el gasto en intereses de la deuda pública marcará un récord de casi 40.000 millones en 2024. Este giro monetario no ha tenido, por el momento, impacto en la prima de riesgo, “pero requiere una cierta vigilancia”, ha recordado Torres.
La simulación realizada por el servicio de estudios “en base a hipótesis relativamente optimistas” —un crecimiento del 1,9%, una inflación del 2% y una política monetaria “normalizada”—, arroja un déficit público que no alcanzaría el 3% hasta el 2028, con la deuda por encima del 102% ese año. Un primer paso para atajarlo será la eliminación de las medidas de apoyo para paliar la inflación, con preferencia por las generalizadas, como las rebajas del IVA sobre los alimentos.
Enfriamiento económico
Los servicios de estudios ya han establecido su visión —siempre sujeta a cambios— para los próximos meses, y la conclusión es unánime: la economía española cerrará un 2023 mejor de lo esperado, pero se dirige a un 2024 de ralentización. Funcas ha sido el último en unirse: según el servicio de estudios de la Fundación de cajas de ahorro, la economía española crecerá un 2,6% en 2023 —dos décimas más de lo inicialmente previsto—, que menguará hasta el 1,5% en un 2024 marcado por el enfriamiento global de la economía.
“Lo cierto es que la economía ha respondido sorprendentemente bien a la difícil situación”, ha apuntado Ocaña. Detrás de esta resistencia se encuentran varios factores: por un lado, el buen rendimiento del mercado laboral, y, por otro, un sector exterior “que ha ayudado a impulsar el PIB por encima del nivel prepandemia”, ha afirmado Torres. Además, el consumo se ha comportado mejor de lo previsto estos últimos meses —ayudados por el empleo y las subidas de sueldos—, y el servicio de estudios prevé que alcance el nivel de 2019 a finales de este año.
Inflación
Los mercados han mostrado en las últimas semanas una preocupación ambivalente por una escalada del conflicto en Palestina que pueda alcanzar a Irán —responsable del 3% de la producción mundial de petróleo— y disparar así el precio del crudo y, de su mano, la inflación. Para Funcas, aunque esta sea la amenaza más inmediata para la economía, mientras el petróleo se mantenga por debajo de los 100 dólares —el brent ronda los 90 este jueves— “el escenario cambiaría poco”. “El enfriamiento de la economía es ya perceptible”, ha señalado Ocaña: “Nuestra opinión es que los tipos no deberían subir más”.
La inflación, con todo, va a ser más pegajosa de lo esperado hace unos meses: el servicio de estudios calcula que el deflactor del PIB —un indicador de inflación que refleja la diferencia entre el PIB nominal y el que tiene descontada la inflación— se sitúe en el 5,5% este año, para moderarse al 3,5% el que viene. El IPC seguirá subiendo hasta finales de 2023, impulsado por el efecto base, y comenzará su moderación a lo largo del que viene, pero siempre por encima del objetivo del 2% del BCE, ha apuntado Torres.
Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal