Las altas temperaturas adelantan la vendimia
La producción se reducirá en el sur del país y en Cataluña debido a la sequía, mientras que se prevén buenas cosechas en Rioja, Duero, Rueda o Galicia
A falta de saber cómo se comportará la climatología en las próximas cuatro semanas, la vendimia se presenta marcada por la sequía. La producción esperada es de unos 38 millones de hectolitros, frente a los 40,3 del pasado año, que ya fue inferior a las cifras medias de las últimas campañas (43 millones). El calor y la falta de lluvia han obligado a adelantar la vendimia a partir de la segunda quincena ...
A falta de saber cómo se comportará la climatología en las próximas cuatro semanas, la vendimia se presenta marcada por la sequía. La producción esperada es de unos 38 millones de hectolitros, frente a los 40,3 del pasado año, que ya fue inferior a las cifras medias de las últimas campañas (43 millones). El calor y la falta de lluvia han obligado a adelantar la vendimia a partir de la segunda quincena de este mes para las variedades más tempranas como Chardonnay o Chauvignon blanc, para seguir con tempranillo y verdejo. Acabará la segunda quincena de septiembre, con la vendimia generalizada.
La producción, sin embargo, no será homogénea. Las cooperativas contemplan una reducción general de los rendimientos en la mitad sur de la Península. En Castilla-La Mancha, la mayor zona productora, la cosecha se elevaría a poco más de 21 millones, frente a una media de casi 23 millones. En las zonas más septentrionales de la comunidad se esperan unos resultados dentro de la normalidad, e inferiores en los viñedos situados más al sur. Lo mismo se estima para Extremadura. Por el contrario, se esperan buenos resultados en las principales áreas de la mitad norte del país, con la excepción de Cataluña debido a la sequía. En el Duero, si acompañan las condiciones climatológicas, las previsiones apuntan a una cosecha buena y de calidad, que se situaría entre los 110 y 120 millones de kilos de uva; unos 400 en Rioja. También se esperan buenos resultados en Rueda y en las diferentes zonas productoras de Galicia.
Hasta la fecha no se han barajado cotizaciones de compra en origen, donde son indispensables los contratos ―en los que debe figurar el precio— entre viticultores y empresas, salvo en el caso de las cooperativas. Pero no se esperan cambios importantes con respecto al año anterior, ante un nivel de existencias similar y una demanda estabilizada a la baja en volumen, tanto en el mercado interior como para la exportación.
Menos ventas
El sector del vino se enfrenta, de hecho, a una progresiva caída en beneficio de otras bebidas como la cerveza, muy especialmente en la población más joven. Desde la producción se considera que los elevados precios de la restauración suponen un freno a su consumo. Para aliviar los excedentes, especialmente en Cataluña y en Extremadura, el ministerio ha aplicado esta campaña una destilación de 91.700 hectolitros con un apoyo de 2,7 millones de euros que podían complementar las comunidades.
En materia de exportaciones, desde los tranquilos a los espumosos y los cavas, los niveles bajan, pero se mantienen elevados. En los últimos 12 meses, en cómputo interanual al mes de abril, las ventas al exterior ascendieron a más de 21 millones de hectolitros, con un descenso del 4%. Unos siete millones de ellos correspondieron a vinos tranquilos envasados, pero el grueso de las ventas se mantiene en los vinos tranquilos a granel, con más de 11 millones y un descenso superior al 10%. Lejos de ser un dato negativo, ese recorte en las ventas se ve compensado con un incremento de los precios de venta en más de un 20%, hasta cifras medias en el entorno de los 0,50 euros el litro. En conjunto, los ingresos anuales de las exportaciones de vinos superan ya los 3.000 millones de euros, un 5% más que en 2022.
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