El día de Acción de Gracias más caro de la historia
El precio del menú típico de la celebración se ha disparado un 20% en un año
La inflación no perdona ni a la fiesta más popular de Estados Unidos. La comida tradicional del día de Acción de Gracias, que se celebra cada cuarto jueves de noviembre, llega este año con los precios disparados. El menú típico de la celebración, que ya se encareció un 14% en 2021, ha subido de precio otro 20% este año. Comerse el pavo es más caro que nunca.
La American Farm Bureau Federation (AFBF), que en realidad es una aseguradora del sector agrario, ...
La inflación no perdona ni a la fiesta más popular de Estados Unidos. La comida tradicional del día de Acción de Gracias, que se celebra cada cuarto jueves de noviembre, llega este año con los precios disparados. El menú típico de la celebración, que ya se encareció un 14% en 2021, ha subido de precio otro 20% este año. Comerse el pavo es más caro que nunca.
La American Farm Bureau Federation (AFBF), que en realidad es una aseguradora del sector agrario, lleva desde 1986 midiendo el coste de la tradicional cena. Incluye el precio de 12 ingredientes para la receta tradicional, empezando por el pavo y continuando con arándanos, guisantes, panecillos, guisantes, nata, leche, patatas, ingredientes para el relleno y otros.
Según sus cálculos, el conjunto de los ingredientes del plato tradicional ha pasado en un año de una media de 53,31 a 64,05 dólares en cantidades suficientes para 10 personas. Eso supone un incremento del 20% que se suma otro del 14% que ya se experimentó en 2021. Con todo, el precio de 6,40 dólares por comensal no disuadirá a la inmensa mayoría de los estadounidenses de celebrar una cena de Acción de Gracias como mandan los cánones.
El ingrediente básico de la cena es, obviamente el pavo, que se ha disparado en los últimos dos años. Supone el 45% del coste total. Un pavo de 16 libras (7,25 kilos) ha pasado de 23,99 a 28,96 dólares, un incremento del 21% en un año y del 49% desde 2020. La AFBF calcula un precio medio, aunque hay grandes disparidades entre zonas del país y también dependiendo del momento en que se compre.
De los 12 ingredientes analizados, solo la bolsa de arándanos frescos de 12 onzas (340 gramos) ha bajado de precio, un 14%, hasta 2,57 dólares.
Un pavo de 16 libras cuesta unos 28,96 dólares, casi 5 dólares o un 21% más que el coste medio de hace un año y 9,57 dólares más que en 2020, según la encuesta. Lo que más ha subido es la mezcla para relleno en cubos, un 69%, hasta los 3,88 dólares por una bolsa de 12 onzas; las cortezas de masa para el pastel, un 26%, hasta 3,68 dólares por dos unidades, y la nata para montar, también un 26%, hasta 2,24 dólares. Los guisantes congelados y los panecillos también se han encarecido más de un 20%.
Otros informes dan subidas de precios incluso mayores. La ventaja del de la AFBF es que lleva usando una metodología consistente desde hace 37 años, lo que otorga mayor valor a sus comparaciones. El coste promedio nacional de este año se calculó utilizando 224 encuestas completadas con datos de precios de los 50 Estados más Puerto Rico. Voluntarios comprobaron los precios en persona y por internet utilizando las aplicaciones y sitios web de las tiendas de comestibles, buscando los precios más baratos disponibles, aunque sin tener en cuenta cupones promocionales ni ofertas especiales.
La encuesta ha venido midiendo los 12 ingredientes tradicionales desde 1986, pero como la cena de Acción de Gracias ha ido evolucionando, en los últimos años ha empezado a medir los precios de una versión actualizada, que también incluye como ingredientes el jamón, las patatas Russet y las judías verdes congeladas. Incluir también estos alimentos en el menú eleva el coste total en 17,25 dólares, hasta los 81,30 dólares. Esta cesta más completa se ha encarecido un 18% en comparación con 2021.
El costo promedio nacional de este año se calculó utilizando 224 encuestas completadas con datos de precios de los 50 estados y Puerto Rico. Los compradores voluntarios de Farm Bureau comprobaron los precios en persona y en línea utilizando las aplicaciones y sitios web de las tiendas de comestibles. Buscaron los mejores precios posibles sin aprovechar los cupones promocionales especiales ni las ofertas de compra.
La inflación y algo más
La subida de los precios de los ingredientes para la cena de Acción de Gracias es mayor que la de los precios en general, que se ha movido entre el 7% y el 9% interanual en los últimos meses. La inflación dio un pequeño respiro en octubre y bajó hasta el 7,7%, pero el precio de los alimentos para consumir en casa sube más, un 12,6% interanual.
Esa subida general del nivel de precios explica parte del encarecimiento, pero no todo. “Otros factores que contribuyen al aumento del coste de la comida son las interrupciones en la cadena de suministro y la guerra en Ucrania”, según el economista jefe de la AFBF, Roger Cryan. “El mayor coste del pavo al por menor en la tienda de comestibles también puede atribuirse a una producción ligeramente más pequeño este año, al aumento de los costes de los piensos y a los pesos de procesamiento más ligeros”, añadió Cryan a través de un comunicado de la AFBF.
Según Cryan, el suministro de pavos enteros disponibles para los consumidores debería ser adecuado este año, aunque puede haber escasez temporal y regional en algunos Estados donde se detectó la gripe aviar a principios de este año. En general, no se han detectado problemas graves de falta de suministro, aunque el secretario de Agricultura, Tom Vilsack, advirtió de que la gripe aviar había recortado la oferta y podía complicarse algo encontrar pavos grandes.
Un mito nacional
El día de Acción de Gracias se ha convertido en parte de la mitología nacional estadounidense, como explica Philip Jenkins en su Breve historia de Estados Unidos. Tiene su origen en los llamados padres peregrinos, el centenar de colonos que a bordo del Mayflower llegaron en 1620 a Plymouth, en la bahía de Massachusetts. Los colonos se dotaron de autogobierno y establecieron buenas relaciones con los indios wampanoag, que les instruyeron sobre los alimentos de la nueva tierra, como el maíz. La primera cena de Acción de Gracias celebraba la primera cosecha y la viabilidad y supervivencia de los colonos. Fue en realidad una celebración que duró tres días y a la que asistieron unos 90 nativos wampanoag y 53 colonos, según los historiadores. En otras colonias hubo otras celebraciones similares, incluso antes de la de Plymouth, que es, sin embargo, la que se ha instalado en el ideario de unidad nacional estadounidense, aunque dejando a los nativos de lado.
Tras asentarse el mito en la segunda mitad del siglo XIX, el primer día de Acción de Gracias a nivel nacional lo proclamó el presidente George Washington en 1789 tras una petición del Congreso. Desde entonces se celebró de forma intermitentes. El presidente Thomas Jefferson, por ejemplo, optó por no observar la festividad. Abraham Lincoln lo proclamó en 1863 con una fuerte carga religiosa para el último jueves de noviembre y en 1970 el presidente Ulysses S. Grant firmó la Ley de Días Festivos que convirtió el día de Acción de Gracias en un día festivo federal anual en Washington En 1885, una ley del Congreso convirtió el Día de Acción de Gracias en un día festivo pagado para todos los trabajadores federales en todo el país. Franklin D. Roosevelt adelantó la fecha de celebración una semana entre 1939 y 1941, desatando una fuerte polémica. Desde 1942, el día Acción de Gracias se celebra el cuarto jueves de noviembre como fiesta federal por una ley del Congreso.
Para los wampanoag, sin embargo, hay poco que celebrar. Ellos conmemoran el Día Nacional del Luto, el inicio de un genocidio que les relegó al olvido y les arrebató su forma de vida al tiempo que daba lugar al mito más exitoso de la historia de Estados Unidos.
El Black Friday
Los grandes almacenes han patrocinado desde hace un siglo parte de los desfiles de Acción de Gracias, incluidas las carrozas de Santa Claus. La temporada de compras navideñas empieza oficiosamente al día siguiente de la tradicional celebración. La denominación de ese día como Black Friday empezó a calar en la década de 1980. El término se refería originalmente a la cantidad de trabajadores que se declaraban enfermos ese viernes para así tener un puente de cuatro días, y era consecuente con otros días calamitosos, incluido el viernes negro del Pánico de 1869.
La policía de Filadelfia empezó a referirse a la fecha como viernes negro por los atascos y aglomeraciones que colapsaban la ciudad por las compras navideñas. Luego se le quiso quitar la carga negativa y se le adjudicó otro significado, también en Filadelfia: el día que las tiendas, con el tirón de las ventas, pasan de los números rojos (pérdidas) a los negros. En cualquier caso, el término caló, se extendió por Estados Unidos, primero, y por buena parte el mundo después, como una fecha de compras y ofertas comerciales, cuya duración se ha ido extendiendo más allá del propio viernes. Este año, el Black Friday llega también marcado por la inflación.
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