El paro sube al 3,7% en octubre en Estados Unidos, pero la economía crea empleo con fuerza
Los 261.000 nuevos empleos superan las previsiones pese a las subidas de tipos de interés
La economía de Estados Unidos creó 261.000 empleos en el mes de octubre y la tasa de paro se situó en el 3,7%, frente al 3,5% de septiembre, según los datos publicados este viernes por la Oficina de Estadísticas Laborales. El dato de creación de empleo supera las previsiones y muestra la enorme fortaleza del mercado laboral estadounidense pese a las subidas de tipos de interés aprobadas por la Reserva Federal, que trata de enfriar la economía para controlar la inflación.
“Se produjeron notables aumentos de empleo en los sectores de la atención sanitaria, los servicios profesionales y té...
La economía de Estados Unidos creó 261.000 empleos en el mes de octubre y la tasa de paro se situó en el 3,7%, frente al 3,5% de septiembre, según los datos publicados este viernes por la Oficina de Estadísticas Laborales. El dato de creación de empleo supera las previsiones y muestra la enorme fortaleza del mercado laboral estadounidense pese a las subidas de tipos de interés aprobadas por la Reserva Federal, que trata de enfriar la economía para controlar la inflación.
“Se produjeron notables aumentos de empleo en los sectores de la atención sanitaria, los servicios profesionales y técnicos y la industria manufacturera”, indica el organismo dependiente del Departamento de Trabajo.
En Estados Unidos, la temperatura del mercado laboral se mide con dos encuestas diferentes, una a las empresas y otra a los hogares, que a veces muestran resultados un poco contradictorios. La estadística de las empresas es la más seguida por los mercados y es la que muestra la creación de 261.000 empleos no agrícolas, por encima de las previsiones que apuntaban a unos 200.000. Además, se ha revisado el dato de septiembre, desde los 263.000 empleos inicialmente anunciados hasta 315.000. Pese a esa fortaleza, la encuesta muestra que los sueldos por hora suben un 4,7%, con lo que la espiral precios salarios no se ha desatado por completo. La subida es menor que el 5,2% publicado en agosto y el 5% de septiembre.
La estadística de los hogares cifra la tasa de paro y ha dado lugar a ese incremento de dos décimas desde un nivel que igualaba el mínimo del último medio siglo. Esa encuesta a los hogares, de hecho, señala para el mes de octubre la pérdida de 328.000 empleos y una subida del número de parados de 306.000 personas, con una población activa que desciende en 22.000 personas y explica esa diferencia entre ambas. Lo que no está clara es la explicación entre los resultados tan diferentes que muestran las dos encuestas.
Es el último dato económico relevante que se publica antes de las elecciones legislativas de mitad de mandato de Joe Biden, en las que se renueva toda la Cámara de Representantes y un tercio del Senado. El mercado laboral ha resistido fuerte, pero los votantes valoran eso mucho menos de lo que les preocupa la inflación.
Libby Cantrill, directora general responsable de políticas públicas de Pimco, lo explica: “Hay un axioma de que la política va de la gasolina y los comestibles y, con la inflación en máximos de 40 años, creo que es una forma muy apropiada de describir lo que está en la mente de los votantes en este momento. Si miras todas las encuestas, aunque hay otros temas que son importantes, la economía, especialmente en lo que se refiere a la inflación, es con diferencia lo que parece estar en primer plano y en la mente de los votantes de cara al martes”, señala. Y añade: “Tal vez si hubiera un desempleo alto, entonces sí sería un problema para los votantes, pero está claro que no es el caso. El precio de la gasolina o el precio de una botella de leche están muy presentes en la mente de los votantes. No están tan centrados en que esta economía también haya producido un empleo muy alto”.
Biden ha tratado de hacer equilibrios con un comunicado que celebra la creación de empleo, en el que recuerda que durante todos los meses de su presidencia se han ganado puestos de trabajo, un acumulado de 10 millones, pero en el que también admite que la inflación es el principal problema: “Que quede claro: vamos a hacer lo que sea necesario para reducir la inflación. Pero mientras sea presidente, no voy a aceptar el argumento de que el problema es que demasiados estadounidenses están encontrando buenos trabajos. O que demasiados estadounidenses que trabajan tienen por fin más dignidad en el lugar de trabajo. O que nuestras empresas más grandes y rentables no deberían pagar su parte justa”, concluye una nota en la que también dice que “recortar los impuestos a las empresas y permitir que las grandes farmacéuticas vuelvan a subir los precios es el plan de inflación de los republicanos y es un desastre”.
Un escenario peor para Biden habría sido que la economía se hubiese enfriado antes y la recesión que se espera para el año próximo hubiese llegado antes de las elecciones, pero no es el caso. El producto interior bruto (PIB) de la primera economía mundial aumentó un 0,6% (un 2,6% anualizado) en el tercer trimestre del año, a pesar de las agresivas subidas de los tipos de interés oficiales que ha aprobado la Reserva Federal para enfriarla, según los datos publicados la semana pasada por la Oficina de Análisis Económico (BEA) del Departamento de Comercio.
El banco central de Estados Unidos intenta plantar cara a la inflación más alta en cuatro décadas con las subidas de tipos más agresivas también desde entonces. El miércoles, su comité de política monetaria aprobó una subida de los tipos de interés oficiales de 0,75 puntos porcentuales, hasta el rango del 3,75%-4%, los tipos más altos desde la primera mitad de enero de 2008. Es la sexta subida del año y la cuarta consecutiva de esa cuantía en menos de cinco meses. El banco central anticipa que los tipos van a seguir subiendo, y aunque abre la puerta que las próximas subidas sean a un ritmo menor, también advierte que es posible que las alzas se extiendan más y lleven el precio del dinero a un nivel más alto del previsto hasta ahora.