La Airef critica al Gobierno la falta de información sobre la ejecución de los fondos europeos
El organismo calcula que la próxima subida de tipos de interés elevará el coste de la deuda española en 12.000 millones
Los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia son claves para la economía española. Así se constata en los Presupuestos y en las estimaciones del Gobierno sobre su impacto como dinamizador de la economía. Por ello, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) criticó este martes al Ejecutivo la falta de datos existente. “El Gobierno considera que hay información suficiente. Es cierto que hay mucha, pero a n...
Los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia son claves para la economía española. Así se constata en los Presupuestos y en las estimaciones del Gobierno sobre su impacto como dinamizador de la economía. Por ello, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) criticó este martes al Ejecutivo la falta de datos existente. “El Gobierno considera que hay información suficiente. Es cierto que hay mucha, pero a nuestro juicio es muy desagregada y dispersa. Para conocer el impacto real sobre la economía se requiere otro tipo de información. Hasta que no se proporcione, es difícil hacer un seguimiento”, ha reprochado este martes Cristina Herrero, presidenta de la Airef.
Con la información que existe, según Herrero, se complica la labor de seguimiento y de previsión del efecto que tendrá la llegada del maná europeo. “Es muy difícil hacer una estimación del impacto económico, aunque ya hemos revisado a la baja nuestras previsiones del multiplicador de estas inversiones por el contexto más adverso actual”, ha añadido la presidenta del organismo que vela por las cuentas públicas en Santander, durante su participación en el seminario organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). Además de esta reducción del efecto multiplicador, la Airef también retrasa el impacto de los fondos a los últimos años del plan, una bombona de oxígeno que no se dejará sentir con fuerza al menos hasta 2023.
El Gobierno, mientras tanto, mantiene su postura: insiste en que hay información suficiente. Algo que es cierto, en parte, ya que se remite de forma periódica datos sobre cantidades autorizadas, comprometidas o transferidas a las comunidades autónomas. Sin embargo, el vacío llega cuando se trata de complementar esto con el gasto real. Es decir, esa ejecución que ha llegado a pie de calle y que tiene un efecto multiplicador sobre la economía local. Es ahí donde la Airef pone deberes tanto al Ejecutivo como a las autonomías.
“Es cierto que en términos presupuestarios el nivel de información es muy detallado y el grado de ejecución elevado. Lo que ocurre es que una parte importante son transferencias, de manera que las comunidades son las que tienen que gestionar esos recursos y realizar el gasto. Por eso pedimos información de ejecución a la Administración central y a las comunidades autónomas, que se están encontrando con varios problemas de gestión”, ha explicado Herrero. Además, ha matizado que la Administración pública necesita refuerzos para hacer frente a este tsunami: “Tienen recursos escasos en muchos casos para atender los fondos estructurales tradicionales y también los del Next Generation”.
Sube la factura de la deuda
La presidenta de la Airef ha aprovechado su participación en los cursos de verano de la UIMP para explicar la labor del organismo. Para reincidir en la necesidad de que España se fije una estrategia fiscal y se marque una senda de reducción de deuda creíble y gradual. Así como para señalar que el nuevo entorno económico saldrá caro al Estado: con el alza de los tipos, “subirá en otros 12.000 o 14.000 millones el coste de la deuda pública” para 2025, ha cifrado Herrero. Hace unos meses el organismo ya calculó que este gasto por el pasivo se elevaba en 20.000 millones para el periodo 2022-2025, una cantidad que ahora sube al menos esos otros 12.000 millones.
Estos cálculos están cargados de matices, como ha insistido Herrero en su intervención: “Todo dependerá de cómo de firmes sean las actuaciones del BCE con el instrumento antifragmentación [de la deuda de los países de la zona euro] y de la revisión de los tipos”. Sobre este punto sirve de ejemplo los vaivenes de los mercados en los últimos días tras los anuncios del Eurobanco y explicaciones de las medidas a llevar a cabo.
Además, ha detallado los efectos positivos y adversos de la inflación para la corrección del déficit. A corto plazo, aumenta la recaudación, lo que resulta favorable para el erario. Sin embargo, a medio plazo terminará causando un sobrecoste al elevar el pago en pensiones y por un mayor coste de los intereses de la deuda. Así, ha desgranado que si el pago en pensiones se actualiza con el IPC, cada punto de inflación cuesta 1.500 millones de euros. Y hay 65.000 millones de deuda vinculados al alza de los precios, en los que cada punto tiene una factura de unos 700 millones adicionales en pago de intereses. Esto, junto a la incertidumbre actual y la previsible vuelta de las reglas fiscales comunitarias, deja a España en una posición de fragilidad. “El déficit estructural ha aumentado en medio punto respecto a antes de la crisis”, ha detallado la presidenta de la Airef.
La morosidad, bajo control
Otro de los efectos de la subida de tipos de interés se reflejará de forma nítida en el negocio bancario. Por un lado, sobre los ingresos, que serán mayores con el mismo negocio. Por ejemplo, en los préstamos hipotecarios, que están vinculados en una parte importante el euríbor a 12 meses, que varía en función de los tipos. Esto puede tener dos consecuencias: que se frene la demanda y que aumenta la mora.
Sobre ello, el consejero delegado del Banco Sabadell, César González-Bueno, aseguró que la demanda hipotecaria es sana y que los tipos de interés todavía son asumibles. Es decir, prevé que se mantengan los niveles actuales sin que afloren los impagos. “La demanda no está fuera de contexto como sí ocurrió en 2007″, afirmó el directivo. Y añadió sobre la mora: “Los análisis no arrojan cifras que sean preocupantes”.