Los salarios en las grandes empresas crecen al mayor ritmo desde 2008, pero siguen por detrás de la inflación
La remuneración media en las compañías que ingresan más de seis millones creció un 5,5% en abril, según la Agencia Tributaria
Los sueldos medios de las grandes empresas, las que facturan más de seis millones de euros, crecieron un 5,5% en el mes de abril, el mayor aumento en 14 años, y se mantuvieron por cuarto mes consecutivo al alza, según la estadística Ventas, empleo y salarios en las grandes empresas publicada este miércoles por la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT). Se trata de la subida más elevada desde la que tuvo lugar...
Los sueldos medios de las grandes empresas, las que facturan más de seis millones de euros, crecieron un 5,5% en el mes de abril, el mayor aumento en 14 años, y se mantuvieron por cuarto mes consecutivo al alza, según la estadística Ventas, empleo y salarios en las grandes empresas publicada este miércoles por la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT). Se trata de la subida más elevada desde la que tuvo lugar en diciembre de 2008 (+5,8%), y supera en más de un punto a la registrada el pasado mes de marzo (+4,1%). Sin embargo, este ascenso no empata con el incremento de los precios, que en mayo fue del 8,7%, por lo que también se ha producido una merma en el poder adquisitivo de estos empleados.
Este informe sintoniza por su inercia alcista con la estadística de negociación colectiva del Ministerio de Trabajo, en la que se determina que los salarios pactados en convenios registrados hasta abril, y con efectos económicos en el cuarto mes del año (los últimos disponibles), subieron un 2,40%, ligeramente por encima de lo que lo hicieron en el mes de marzo (2,36%), pero muy lejos también del ritmo que marca la inflación. Se trata, además, de una subida inferior en términos porcentuales a la que acordaron Gobierno y sindicatos (la patronal se desmarcó) para el salario mínimo interprofesional de 2022 (3,6%), y que va en línea con el planteamiento de los sindicatos para la renovación del Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), que se encuentra parado.
En el documento de la AEAT, en el que no aparece el número total de empresas cuya facturación supera los seis millones de euros (y que rondaría las más de 9.900, según datos de 2019), se detalla también que el crecimiento del número de perceptores de estos rendimientos del trabajo sigue manteniéndose “estable”, después de haberse incrementado en una décima en abril con respecto a febrero y marzo (6,7%). Un impulso que ha llevado a que el número total resulte ya un 2,2% superior al que había en febrero de 2020, el último mes prepandemia.
De la misma forma, se afirma que esta concatenación de subidas salariales “pone de manifiesto el cambio producido en las subidas salariales desde principios de año, algo muy asociado con las subidas de precios que se vienen observando desde finales del pasado ejercicio”. En la tabla se recoge también la evolución del rendimiento bruto medio en función del sector al que pertenecen estas grandes compañías. Así, aquellas enmarcadas en los servicios presentan la subida más elevada (+5,9%), por delante de las de agricultura (+5,5%), industria (+5,5%) y construcción (2,8%).
Sin embargo, se trata de una contabilidad con matices, puesto que la subida del salario medio puede producirse por dos motivos: o bien por un incremento del salario en nómina, o por el cambio en la composición del empleo. “Este se da cuando las empresas despiden a los trabajadores con las rentas más bajas, y se quedan con aquellos que cobran más. O cuando contratan a perfiles más técnicos y, por lo tanto, con retribuciones más altas”, explica Carlos Martín, responsable del gabinete económico de CC OO. Aunque en el informe de la Agencia Tributaria no se realiza esta distinción, en opinión de Martín, sería el segundo motivo el que estaría primando, pues las grandes empresas “siguen externalizando tareas al tiempo que contratan trabajadores cualificados, lo que impulsa al alza el salario medio”.
El cambio de composición en el empleo sí que influyó en 2008 al estallar la crisis financiera, ya que las empresas españolas destruyeron hasta 900.000 puestos de trabajo ese año, y entre los trabajadores afectados estuvieron, principalmente, aquellos con los salarios más bajos y que resultaban menos costosos de despedir, lo que provocó un aumento del salario medio al mantener a los mejor retribuidos. La situación en estos momentos es opuesta a la de entonces, puesto que el número de nuevos contratos no ha hecho más que subir —son ya cerca de ocho millones en cinco meses—, y el número de afiliados a la Seguridad Social se ha situado por encima del que había antes de la irrupción de la pandemia y ha roto con la barrera de los 20 millones.
A pesar del crecimiento de los sueldos dentro de estas empresas, la inflación continúa en valores mucho más elevados ―incluso la subyacente―, por lo que la pérdida de poder adquisitivo de los asalariados en estas compañías se suma al resto de trabajadores. Tomando como referencia la variación del índice de precios de consumo (IPC), los precios subieron de media un 7,95% entre los meses de enero y abril con respecto al mismo periodo de 2021; mientras que los sueldos en las grandes empresas tan solo lo hicieron en un 3,65% para esta misma franja.
Proyecciones
La OCDE recorta su proyección de crecimiento para España al 4,1% en 2022 por la elevada inflación, y estima, además, que los salarios reales (descontando la inflación) en España caerán un 4,4% en 2022 con respecto al año pasado, siendo la segunda caída más elevada, solo por detrás de Grecia (-6,9%), según las proyecciones que ha dado a conocer el organismo este miércoles.
La ausencia de un pacto de rentas, y la incapacidad de sindicatos y empresarios para acordar una hoja de ruta que guíe los procesos de negociación colectiva en el próximo trienio han enturbiado el diálogo social. Hasta el punto de que este jueves, las centrales UGT y CC OO trasladarán a los 1.500 sindicalistas que integran las mesas negociadoras bloqueadas, y que se reunirán en Madrid, la estrategia con la que elevar la tensión de estos (des)encuentros. Su voluntad pasa por que la subida salarial para los próximos tres años sea de, al menos, un 3,5% en 2022; del 2,5% en 2023 y del 2% en 2024; además de que se introduzca una cláusula de revisión salarial.