450 tractores y miles de agricultores claman en Murcia por un “futuro y respeto para el campo”
Los costes de producción cada vez más altos hacen que la rentabilidad de la actividad de los campesinos penda de un hilo
Unos 450 tractores y miles de agricultores han tomado este miércoles las calles de Murcia para exigir soluciones a la crisis estructural que aseguran que les afecta desde hace años y que se ha incrementado desde que comenzó la pandemia del coronavirus, con costes de producción cada vez más altos que hacen que la rentabilidad de su actividad penda de un hilo.
La protesta, que se ha prolongado durante unas tres horas, ha transcurrido de forma tranquila y pacífica, encabezada por una gran pancarta...
Unos 450 tractores y miles de agricultores han tomado este miércoles las calles de Murcia para exigir soluciones a la crisis estructural que aseguran que les afecta desde hace años y que se ha incrementado desde que comenzó la pandemia del coronavirus, con costes de producción cada vez más altos que hacen que la rentabilidad de su actividad penda de un hilo.
La protesta, que se ha prolongado durante unas tres horas, ha transcurrido de forma tranquila y pacífica, encabezada por una gran pancarta que pedía “Futuro y respeto para el campo”. Toda la marcha ha estado rodeada de un importante despliegue policial, especialmente en las inmediaciones de la sede de la delegación del gobierno central en Murcia, donde finalizaba, con la imagen aún reciente de los altercados ocurridos en Lorca el pasado 31 de enero, cuando un grupo de ganaderos asaltó el pleno municipal impidiendo el debate de una moción para regular el sector de las granjas porcinas. Nada que ver con ese clima de tensión, y tampoco con el vivido en 2017, cuando los tractores colapsaron la capital autonómica durante varios días para hacer escuchar sus reivindicaciones.
Representantes de las organizaciones agrarias COAG, UPA, ASAJA, Proexport y Fecoam, de la patronal murciana y de los regantes del trasvase Tajo-Segura han insistido en pintar un panorama del sector agrario y ganadero “al borde del precipicio”, lastrado por múltiples factores y por la actitud pasiva de políticos y administraciones. De hecho, les habían pedido expresamente no participar en la protesta para no capitalizar la atención, pero excepto Podemos, todos han estado presentes en la convocatoria. El PP lo ha hecho con el presidente autonómico, Fernando López Miras, a la cabeza, además de varios consejeros, alcaldes y diputados, mientras que Vox ha llevado hasta Murcia a su portavoz en el Congreso de los Diputados, Macarena Olona y a su líder nacional, Santiago Abascal, que ha cargado contra el “fundamentalismo verde” que “por motivos ideológicos está condenando el campo”.
Desde COAG, José Miguel Marín, ponía el foco en el que con las actuales condiciones “está en riesgo todo el modelo productivo” murciano y la “soberanía alimentaria” del país, su capacidad para seguir produciendo con empresas locales y familiares que tienen que no pueden asumir más costes por sus producciones. Para esta organización es prioritario frenar los costes de producción regulando el precio del agua de riego, muy elevado cuando procede de desaladoras, una aportación fundamental por la caída de aportaciones del trasvase Tajo-Segura.
La viabilidad del sector, pero especialmente de los pequeños productores, insistía Marcos Alarcón, de UPA, está en riesgo también por la no aplicación de la ley de la cadena alimentaria, ya que no se están asignando “precios justos a los productos en origen”. Unos productos, lamenta Andrés Marín, que tiene una explotación de frutales de hueso en Cieza, por lo que cobra el mismo precio que cuando empezó en el oficio hace 30 años: unos 60 céntimos de euro el kilo, cuando su precio de venta llega a los 3 euros. Algo similar ocurre con las peras que cultiva Pepe en Jumilla: “Me pagan lo mismo, pero todo me cuesta más, la luz, el agua, el gasoil, los abonos. Vengo a manifestarme porque a este trabajo, tal y como estamos, le queda muy poco tiempo”, advierte.
José Carlos Gómez, de la empresa “El Dulze” de San Javier cree que la situación es “insostenible” además por las facilidades que tienen países terceros, como Marruecos, para traer a España productos que no pasan los mismos controles de calidad que los nacionales.
Desde la asociación de exportadores, Proexport, su presidente, Mariano Zapata, pone el foco en la importancia de que la Unión Europea aumente sus controles para que “todos tengan las mismas reglas de juego” y no se produzcan esas situaciones de competencia desleal. Una competencia desleal que lamentan también Julio y Rosa, que se han trasladado desde Cieza para advertir de que, con los actuales costes de producción, el relevo generacional es más que complicado.
Lo sabe bien Emilio, agricultor del sector del olivo, la viña y el almendro de Yecla, que es uno de los manifestantes que ha acudido montado en su tractor, junto a su mujer y su hijo de 32 años. “Le gustaría dedicarse al campo, pero para eso es necesario que tenga una condiciones mínimamente dignas, y ahora no se dan”, lamenta.
Otro de los grandes caballos de batalla del campo murciano es el agua. El presidente el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, Lucas Jiménez, advertía de que no se está cumpliendo la ley, ni en las cantidades que se están autorizando para llevar al campo murciano, ni en los precios del agua desalada que, si no bajan, advierte, no pueden ser asumibles para los agricultores.