El Gobierno vasco ejecutará las obras de acceso del tren de alta velocidad a Bilbao y Vitoria
Los nacionalistas darán su apoyo a las cuentas del Estado a cambio de asumir la construcción de las estaciones soterradas en ambas capitales
El PNV ha llevado hasta el extremo las negociaciones con el Gobierno de Pedro Sánchez para asegurarle su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado de 2022. A cambio, la formación nacionalista ha conseguido un acuerdo que ha calificado de “hito histórico” sobre las obras de construcción del tren de alta velocidad (el conocido como AVE vasco). El pacto cerrado a última hora consiste en ceder al Gobierno vasco la construcción de los accesos del TAV a Bilbao y Vitoria, así como el so...
El PNV ha llevado hasta el extremo las negociaciones con el Gobierno de Pedro Sánchez para asegurarle su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado de 2022. A cambio, la formación nacionalista ha conseguido un acuerdo que ha calificado de “hito histórico” sobre las obras de construcción del tren de alta velocidad (el conocido como AVE vasco). El pacto cerrado a última hora consiste en ceder al Gobierno vasco la construcción de los accesos del TAV a Bilbao y Vitoria, así como el soterramiento de sus estaciones. Con este “importante” logro, según ha dicho el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, da por alcanzados los objetivos que se había marcado al inicio de la negociación presupuestaria, que también incluía otra de sus reclamaciones estrella: la gestión íntegra del Ingreso Mínimo Vital (IMV).
Esteban ya había advertido durante las conversaciones que mantenía con el Ejecutivo de coalición que forman el PSOE y Unidas Podemos de que “hasta el rabo todo es toro”. El PNV da por finalizadas esas negociaciones con un “importante” logro que afecta a las obras del TAV y compromete así su respaldo a las Cuentas de 2022 cuando el proyecto económico ha iniciado su tramitación en el Senado. El Gobierno central acepta que las instituciones vascas se hagan cargo, a través de una encomienda de gestión, de la obra civil de los accesos ferroviarios a Bilbao y Vitoria. El AVE llegará a estas ciudades a sendas estaciones soterradas, como venían reivindicando los nacionalistas desde hace mucho tiempo.
Esta fórmula de gestión permitirá ahora “dar un empujón definitivo” a la construcción de la citada infraestructura, ha dicho Esteban en una comparecencia junto a la estación de tren de Vitoria en compañía del presidente del PNV, Andoni Ortuzar; la portavoz de este partido en el Senado, Estefanía Beltrán de Heredia, y el presidente del PNV alavés, José Antonio Suso. “Dijimos que no aceptaríamos soluciones de segunda, y es lo que hemos conseguido”, ha añadido Esteban.
En el acuerdo no se incluye el montante económico que supondrá la construcción de las entradas subterráneas del tren rápido en Bilbao y Vitoria, a la espera de que se aprueben los proyectos constructivos definitivos. Tampoco constan los plazos previstos para las obras. En cualquier caso, el PNV considera que mediante esta fórmula de gestión se van a acelerar los tiempos. La encomienda de las obras a las instituciones vascas ya se viene aplicando en el tramo guipuzcoano de este proyecto ferroviario. En esta parte de la red, el Gobierno vasco asume la totalidad del coste de las obras, pero después lo descuenta del Cupo que abona al Estado.
El tren de alta velocidad que circulará por Euskadi, conocido como la Y vasca por la forma que tienen los 175 kilómetros de recorrido que conecta las tres capitales vascas, se proyectó en 1989 y las obras no comenzaron hasta octubre de 2006. La ejecución de los trabajos acumula muchos retrasos y el proyecto no estará culminado, según las últimas previsiones realizadas este año por el consejero vasco de Transportes, Iñaki Arriola, hasta finales de 2026 o comienzos de 2027. El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha lamentado en varias ocasiones la lentitud de las obras y criticado la “gestión deficiente” que está realizando el Gobierno central. EH Bildu aseguró en un pleno reciente del Parlamento vasco que el desembolso en las obras del AVE vasco se había “disparado” hasta los 6.500 millones de euros, de los que 2.300 millones eran por sobrecostes.
Tanto el Gobierno vasco como los ayuntamientos de las tres capitales, gobernados por el PNV y el PSE-EE, han defendido en los últimos años que estas instituciones deben encargarse de ejecutar los tramos que restan. Bilbao y Vitoria también han exigido que la llegada del tren se haga de forma soterrada, y no mediante soluciones provisionales que obligarían a realizar un trasbordo y acceder mediante un Cercanías al centro de las dos capitales. El acuerdo entre el PNV y el Ejecutivo de Sánchez permite que esto se haga así en ambos casos. El proyecto para la capital vizcaína prevé una estación soterrada en Abando con dos alturas (la primera para Cercanías y la inferior para el TAV). En el caso de Vitoria, se construirá un nudo ferroviario en Arkaute y la estación término se ubicará en el casco de la ciudad.
Esteban ha mostrado su “satisfacción” por este acuerdo que, según ha afirmado, permitirá “poner fin a los injustificables retrasos” que acumula esta infraestructura. El portavoz nacionalista en el Congreso ha aprovechado para remarcar que el PNV mantiene un “diálogo permanente” con el Gobierno para avanzar en otros asuntos “pendientes” que se acordaron hace dos años para favorecer la investidura de Sánchez, como es el caso de la culminación del Estatuto de Gernika.