Jóvenes, ciencia y cultura, entre los más beneficiados por las nuevas cuentas
En los Presupuestos con el mayor gasto de la historia solo descienden las partidas para vacunas, desempleo y deuda pública
El Gobierno ha aprobado este jueves unas cuentas públicas para 2022 marcadas por la búsqueda de una “recuperación justa”. Para el segundo año de crecimiento tras la pandemia, en el que se espera que la economía española regrese a los niveles de actividad previos al virus —aunque con el lastre de un déficit y una deuda mucho mayores—, los Presupuestos más expansivos de la historia prevén un...
El Gobierno ha aprobado este jueves unas cuentas públicas para 2022 marcadas por la búsqueda de una “recuperación justa”. Para el segundo año de crecimiento tras la pandemia, en el que se espera que la economía española regrese a los niveles de actividad previos al virus —aunque con el lastre de un déficit y una deuda mucho mayores—, los Presupuestos más expansivos de la historia prevén un respiro en tres conceptos: el gasto en vacunas cae gracias a la mejora sanitaria, la partida de desempleo desciende por el aumento de las contrataciones tras el fin de las restricciones, así como lo que se paga por la deuda pública gracias al alivio del Banco Central Europeo. Estas son algunas de las grandes prioridades que recogen las nuevas cuentas.
Inyección en políticas de juventud. Los Presupuestos incluyen 12.550 millones de euros para políticas de juventud, un 84,8% más, gracias, en buena parte, al uso de fondos europeos. El Gobierno trata así de acortar la brecha generacional, con España convertida junto a Grecia en el principal foco de desempleo juvenil de la UE después de dos crisis demoledoras en poco más de una década. La educación es uno de los puntales con los que se busca salir del hoyo. Crece la inversión en becas hasta los 2.199 millones, de los que se beneficiarán 808.517 estudiantes —una media de 2.719 euros para cada uno—. Y se destinarán 2.076 millones a la formación profesional.
También aparecen dos medidas estrella anunciadas en los últimos días. Un bono cultural de 400 euros para que los entre 450.000 y 500.000 jóvenes que cumplen 18 años en 2022 lo gasten a su antojo en libros, cine, música y otros productos culturales, con un coste para el erario público de 210 millones. Y una ayuda al alquiler de vivienda de 250 euros al mes durante dos años a los jóvenes de entre 18 y 35 años con salarios inferiores a 23.725 euros, que supondrá a las arcas del Estado unos 200 millones. En un contexto de dificultades para emanciparse, la iniciativa busca aliviar el alto porcentaje del sueldo que supone el alquiler, pero existen dudas sobre si será útil para paliar un problema estructural, y existe el riesgo de que los caseros traten de repercutir en el precio parte de esa ayuda.
Más inversión en ciencia. Los recursos para I+D+i y digitalización aumentan un 7,7% hasta los 13.299 millones de euros, el mayor importe jamás registrado. En el impulso tiene mucho que ver la llegada de los fondos europeos: un 19,6% de los 27.633 millones de euros que el Gobierno augura que España recibirá de la UE irán destinados a innovación, investigación y digitalización. Eso la convierte en la segunda partida más importante a la que se dedicará el dinero comunitario, solo ligeramente por detrás de la energía, que copará el 19,8% de las transferencias de Bruselas.
Apoyo para las pymes. En un país especialmente dependiente, por su estructura empresarial, de las firmas de menor tamaño —más del 90% lo son—, el Ejecutivo espera que 8.503 millones de euros en inversiones de los fondos europeos beneficien a las pymes. Sobre todo para dar nuevos bríos a tres áreas: su digitalización, la recuperación del turismo y la llamada Estrategia España Nación Emprendedora con la que, entre otros objetivos, se pretende promover la creación de start-ups y ayudar a las empresas españolas a crecer en tamaño para que sean más resistentes cuando llega una crisis. Dejando a un lado las subvenciones de Bruselas, la partida para comercio, turismo y pymes de los Presupuestos aumenta un 32,1%, hasta los 2.932 millones.
Facilitar el acceso a la vivienda. El rubro que más crece en los Presupuestos es el de acceso a la vivienda y fomento de la edificación. El gasto previsto se dispara hasta los 3.295 millones, un 46,3% más, muy por delante de cultura (38,4%). Entre las medidas, habrá 500 millones destinados a incrementar la oferta de vivienda en alquiler a precio asequible. La mayoría del montante en este ámbito proviene de los fondos europeos, cuya presencia se notará con fuerza en la ayuda a la rehabilitación de viviendas.
El maná europeo. El Gobierno anticipa que podrá contar en 2022 con 27.633 millones de los fondos europeos, aunque para obtenerlos deberá superar cada seis meses los sucesivos exámenes de Bruselas sobre sus reformas. Los principales gastos se dedicarán a industria y energía (19,8%), I+D+i y digitalización (19,6%), infraestructuras y ecosistemas resilientes (17,4%), acceso a la vivienda y fomento de la edificación (9,4%) y comercio, turismo y pymes (7,1%). Si todo va bien, España percibirá 70.000 millones en transferencias a fondo perdido de Bruselas entre 2021 y 2023, y tiene derecho a pedir otros 70.000 millones en créditos hasta 2026.
Sin cambios en la Casa del Rey. Por segundo año consecutivo, el Gobierno ha congelado la partida destinada a la Casa Real. Percibirán unos ocho millones de euros. Sus gastos han alternado años en los que no se ha tocado (2015 y 2016), con las leves alzas de 2017 y 2018. En 2019 y 2020, a falta de Presupuestos, se prorrogaron las cuentas de 2018, cuando esta partida fue de 7.887.150 euros. Por su parte, el Consejo General del Poder Judicial, inmerso en una polémica por su renovación que enfrenta a los dos grandes partidos, verá incrementados sus recursos de 73 a 76 millones. Otras instituciones también contarán con más medios: el Tribunal de Cuentas pasa de 69 a 75 millones, el Constitucional de 27 a 28 millones, y el Consejo de Estado de 13 a 14 millones.