Las escuelas de negocios se la juegan

Los centros se han vuelto virtuales a la fuerza y aspiran a atraer estudiantes el próximo año, complicado tras las suspensiones de programas

Aulas con el nuevo formato híbrido en IE Business School.Lúa Otero

Las escuelas de negocios han dado un salto de gigante por obra y gracia del coronavirus. De un día para otro han pasado de formar presencialmente a sus alumnos a hacerlo en remoto. Todas ellas por primera vez. Aunque algunas ya ofrecían clases online o blended (mezcla de in situ y virtual), otras se han estrenado durante el confinamiento. Y ahora comienzan a recibir a los directivos en las aulas, guardando las distancias, lo que implica reducir los aforos, y sometiéndoles a las prue...

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Las escuelas de negocios han dado un salto de gigante por obra y gracia del coronavirus. De un día para otro han pasado de formar presencialmente a sus alumnos a hacerlo en remoto. Todas ellas por primera vez. Aunque algunas ya ofrecían clases online o blended (mezcla de in situ y virtual), otras se han estrenado durante el confinamiento. Y ahora comienzan a recibir a los directivos en las aulas, guardando las distancias, lo que implica reducir los aforos, y sometiéndoles a las pruebas sanitarias pertinentes. IE Business School, IESE, Esade o la Universidad de Navarra hacen test a todos sus estudiantes y profesores.

La pandemia ha dado lugar a un nuevo modelo de enseñanza híbrido, que es el que se asentará el próximo curso, según todas las previsiones. Un formato que ha exigido formación acelerada del profesorado, modificaciones en cada una de las asignaturas y mucha inversión en tecnología. Santiago Íñiguez de Onzoño, presidente de IE University, asegura que su institución ha desembolsado 15 millones de euros en el desarrollo de plataformas, compra de licencias, equipos, sistemas de evaluación y demás herramientas de teleformación. En tanto que Esade ha destinado una partida de casi tres millones, que repetirá el próximo curso, según Koldo Echebarria, su director general.

Mientras, las escuelas se enfrentaban a la suspensión de programas, especialmente de educación ejecutiva, el área más afectada por la crisis ya que, como bien es sabido, lo primero que recortan las empresas cuando vienen mal dadas es su partida de formación. Un segmento que está pasando factura a las cuentas de estos centros de directivos que planean equilibrar o sostener el presupuesto que trazaron el año anterior, las frases más repetidas por sus portavoces. Un caso paradigmático es el del IESE, donde solo los denominados programas custom o a medida representan más de 15% de su facturación, el mismo porcentaje en que Eric Weber, director asociado de la institución, prevé que caigan los ingresos durante el curso 2019-2020.

Estos másteres se retoman ahora o se postergan para septiembre, octubre e incluso enero. En muchas ocasiones serán contabilizados en el balance económico de este curso, pese a que se cobren el que viene, indica Álvaro de la Rica, decano de Deusto Business School; “se aplazan más que suspenderse definitivamente”, dice. O no. Porque nadie sabe cómo va a evolucionar la pandemia en los próximos meses, igual que la crisis económica. En la escuela vasca, los cursos in company han bajado un 20%. En IE pasarán a generar nueve millones de euros en lugar de 15.

La escuela de negocios de la Universidad Pompeu Fabra, Barcelona School of Management (BSM), pensaba lanzar en marzo programas de formación directiva y ha tenido que cancelarlos por el confinamiento, según su decano, Oriol Amat, lo que recortará sus cifras en un millón de euros.

Matriculaciones

Sin embargo, para el próximo curso, los centros están detectando un aumento de la demanda de entre el 10% y el 15% “porque quizás no sea un buen año para incorporarse al mercado laboral”, justifica Alfonso Sánchez-Tabernero, rector de la Universidad de Navarra, y sí para reforzar el currículo con vistas a la recuperación económica. El incremento de las matriculaciones va por barrios, pues mientras que IESE aprecia un alza del 12% en su producto estrella, el MBA, en el IE bajan un 15% las aplicaciones. Al mismo tiempo, sus programas de grado suben un 12% y los másteres especializados, online y a tiempo parcial, un 9%.

El hándicap, no obstante, radica en los estudiantes internacionales de que se nutren estas escuelas. Existe mucha inseguridad sobre si podrán o no llegar a España para cursar los másteres. Tanto entre los procedentes de América Latina, el grueso, como de Estados Unidos y Asia. “Nos movemos en un sudoku con mucha incertidumbre. Desconocemos cuántos alumnos vamos a tener el próximo curso y por eso retrasamos su arranque para los estudiantes de primer año”, explica Echebarria. En la Universidad de Navarra tienen preparada la formación online para los que no puedan llegar bajo la máxima de ofrecer la mayor flexibilidad posible, que es el signo de los tiempos en las escuelas de dirección. Sánchez-Tabernero cree que su centro contará con un tercio de estudiantes internacionales en septiembre. “Nuestra movilidad se aplazará al segundo semestre y los alumnos extranjeros tendrán un primer semestre virtual por primera vez”, coincide De la Rica.

Con la eclosión del teleaprendizaje, muchos estudiantes —según las escuelas, los menos— se han quejado y han pedido una rebaja de los precios que pagaron. “No es un secreto en el sector que ha habido mucho ruido con este tema. La gente paga por un formato y no quiere que le den gato por liebre. Por eso hemos ofrecido diferir el segundo año del MBA si el alumno lo desea”, reconoce Weber. Ninguna de las escuelas consultadas se ha plegado a esta demanda. “No podemos bajar las tarifas de las matrículas porque no se han reducido nuestros costes fijos y hemos incurrido en nuevos gastos en tecnología, además de doblar la actividad docente como consecuencia de la división de las clases por las medidas de distanciamiento. Lejos de ser un ahorro, el modelo online ha supuesto una carga adicional y con el riesgo de la caída de las matrículas de los másteres y la formación ejecutiva”, justifica Íñiguez.

Lo que han hecho algunos centros es compensar a sus estudiantes. Esade ofrece un bono del 10% del precio abonado para realizar formación ejecutiva e IE programa clases abiertas. También han incrementado notablemente la cuantía de sus becas (BSM las ha triplicado, en la Universidad de Navarra han pasado de 4,5 a 6,5 millones de euros y Deusto lanzará un fondo de ayuda el próximo curso). Con todo, las escuelas de negocios creen que el curso que cierran se ha saldado con buenos resultados académicos. Y prevén un 2020-21 duro.

Bajada de sueldos

Para equilibrar sus cuentas, las escuelas han retraído inversiones y ajustado gastos al máximo durante estos meses. En IE se han desprendido de edificios alquilados y han recortado cerca del 25% los salarios variables, sobre todo de directivos, una medida que Esade puede que implemente el próximo curso tras perder este 4 millones de ingresos sobre los 105 millones presupuestados, que se han compensado con la reducción de gastos, y anticipar menores ingresos para el que viene, indica Koldo Echebarria, su director general.

IESE ha ido más lejos y ha rebajado, además de los bonus, los sueldos de sus docentes y demás empleados de la escuela. La masa salarial colectiva se ha ajustado un 11% de media, indica Eric Weber, un recorte progresivo que afecta en mayor medida a los salarios más altos, dice. Algunos profesores aseguran que ahora ganan un 30% menos.

Según Santiago Íñiguez, presidente de IE University, "el año que viene va a ser un año de contención". Aunque, la escuela está contratando profesores.

Barcelona School of Management ha invertido 600.000 euros en adaptar sus aulas.

Graduaciones en remoto y prácticas suspendidas

Los alumnos quieren su fiesta de graduación. Pero las medidas de distanciamiento impiden que se congreguen en las escuelas de negocios. Muchas han optado por retrasar el evento y otras han decidido realizarlo a través de la tecnología, de nuevo, en remoto.

Con las prácticas de los estudiantes en las empresas ha ocurrido otro tanto de lo mismo. Hay centros que han logrado mantenerlas apoyándose en su red de antiguos alumnos, como es el caso de Esade; otros como la Barcelona School of Management, que suspendieron 400 prácticas con el estado de alarma, las que no se podían realizar en remoto, y ahora las han retomado y otros, como IESE, han cambiado el verano, para los que no han podido desarrollarlas, por el periodo de septiembre a diciembre. En Deusto Business School han lanzado dos programas de prácticas nuevos para compensar el aplazamiento decidido por las empresas: uno de emprendimiento, en colaboración con start-ups, y otro solidario, mediante el cual los estudiantes ayudan a elaborar un plan de negocio a compañías con dificultades.

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