Francisco Reynés avala los planes energéticos del Gobierno socialista

Naturgy espera obtener 1.400 millones de beneficio este año y elevar el dividendo un 5%

El presidente de Naturgy, Francisco Reynés, durante la junta general de accionistas de la empresa, este martes. Chema Moya (EFE)

Francisco Reynés, presidente de Naturgy, ha respaldado este martes de forma inequívoca los planes del Gobierno socialista sobre energía y clima. Aunque ha subrayado que no le toca "hablar de política" ni valorar la actuación de la ministra para la Transición Ecológica, ...

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Francisco Reynés, presidente de Naturgy, ha respaldado este martes de forma inequívoca los planes del Gobierno socialista sobre energía y clima. Aunque ha subrayado que no le toca "hablar de política" ni valorar la actuación de la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera Rodríguez, Reynés ha destacado que "existe un plan bastante coherente con el desarrollo previsto en el sector". "El Plan de Energía y Clima es una hoja de ruta clara que va por las directrices marcadas de descarbonización e impulso de las energías renovables y va a ser más o menos igual independientemente de quién este en el Gobierno", ha añadido.

En conferencia de prensa antes de la junta de accionistas que la empresa celebra este martes en Madrid, Reynés ha insistido en que el sistema español puede acometer todos los objetivos previstos en la transición energética, pese a que al plan aprobado por el actual Gobierno todavía le falta el marco normativo para hacer una valoración definitiva. No obstante, ha subrayado que el programa de cierre de plantas de carbón y nucleares es "ordenado" para llevar a cabo la sustitución por renovables y que cualquier problema que surja puede ser solventado por los ciclos combinados alimentados por gas natural. "Los ciclos combinados y el GNL [gas natural licuado] asegurarán el back-up del sistema y tranquilizan mucho", ha remarcado.

Sobre el desmantelamiento de las centrales de carbón, ha manifestado que depende de los permisos de la Administración. Naturgy tiene previsto cerrar Meirama, en Galicia; Narcea, en Asturias, y La Robla, en León, y su cierre está previsto para antes de julio de 2020. La de Anllares (León) ya está cerrada a la espera de desmantelamiento. Por su parte, participa en las nucleares de Almaraz 1 y 2 y Trillo con un 13,5% y 34,5%, respectivamente. Las nucleares, según el plan del Gobierno, tienen programado la clausura a partir de 2025.

Reynés, mientras tanto, ha subrayado que la empresa continuará con su plan estratégico 2018-2022, que este año prevé unas inversiones de 2.000 millones de euros. De ellos, el 65% se destinará a proyectos de crecimiento y aumentar a electrificación. La mayor parte de la inversión se destina a España, aunque la entidad piensa potenciar su presencia en Chile, Argentina, Brasil, México y Panamá. En ese sentido, no descarta comprar activos para aumentar su presencia competitiva. Reynés ha manifestado que el plan estratégico no tiene previsto crecimiento inorgánico, pero admitió que pese a ello está abierto a cualquier operación siempre que cumpla criterios de objetividad mínimos. "De momento, no hay nada", ha señalado.

El presidente de Naturgy, Francisco Reynés (pantalla), junto a varios accionistas, este martes.Chema Moya (EFE)

La inversión supone una reducción de 321 millones respecto al año pasado. Según Reynés, la diferencia se debe a que más de 400 millones corresponden a metaneros, por lo que la comparación sería un crecimiento de unos 100 millones. Las inversiones del año pasado crecieron un 30%, destinadas principalmente a ampliar la red y a crecer en renovables con un objetivo de multiplicar por tres sus activos en línea con las directrices de los planes de energía y clima del país y de la UE.

Naturgy también tiene la vista puesta en el norte de África, empezando por Marruecos, donde quiere ampliar sus negocios. Además, en Egipto pretende alcanzar algún acuerdo para volver a poner en marcha la planta de reclasificación de Damietta, parada por el Gobierno y sometida a un proceso de arbitraje internacional en el que el consorcio formado entre Naturgy y el grupo italiano ENI ha ganado dos de los tres arbitrajes. Según Reynés, "lo lógico es llegar a un acuerdo más pronto que tarde".

Respecto a Argelia, que vive un proceso electoral y de contestación a su líder Buteflica, ha comentado que no tiene previsto ningún cambio que afecte al suministro de gas. Argelia es clave para Naturgy en ese sentido y la empresa pública Sonatrach tiene el 4% del capital de la firma española. Reynés ha subrayado que las relaciones son buenas, pero no obstante "siempre hay un plan b por si surgen problemas y Naturgy tiene buena posición en el mundo".

Esta es la segunda junta que Naturgy celebra en Madrid tras el cambio de sede por el procés independentista. Según Reynés, la posibilidad de volver a Barcelona depende de lo que decidan los accionistas.

En su disertación a los accionistas, Reynes anticipó que para el presente ejercicio, Naturgy espera obtener un beneficio neto de 1.400 millones frente a los 1.245 millones del año pasado. Esa cifra se vio afectada por el ajuste contable de 3.800 millones que realizó por el deterioro de activos. El beneficio bruto (ebitda) previsto es de 4.600 millones frente a los 4.413 millones de 2018.

La propuesta que ha hecho a la Junta es un reparto de dividendo de 1,30 euros por acción, lo que supone un reparto complementario de 0,57 euros que se pagarían el 20 de marzo si lo aprueban los accionistas. Ello representa una mejora del 30% de la retribución respecto al año anterior. Para el presente ejercicio tiene previsto aumentarlo un 5% hasta llegar a 1,37 euros por acción. Asimismo, continuará con el programa de recompra de acciones por valor de 400 millones. De ellos, ya ha adquirido la mitad y espera cumplir con la otra mitad antes de junio de este año.

El pasado ejercicio se caracterizó por ser un año de transformación en el que, además del ajuste contable, la empresa cambió la denominación de Gas Natural a Naturgy, simplificó la organización y puso en marcha un plan estratégico en el que en el primer año ha reducido la deuda un 10% hasta 13.667 millones. Este año la deuda aumentará a 15.200 millones, en parte por la nueva normativa contable que incluye los compromisos aceptados.

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