México aumenta la tasa de interés para contener la inflación

El banco central eleva el precio del dinero hasta el 7,5%, su nivel más alto en nueve años

Un mercado en Guadalajara, Jalisco. Cuartoscuro

La inflación sigue siendo la preocupación número uno del Banco de México. El instituto emisor mexicano ha vuelto a aumentar este jueves los tipos de interés —un cuarto de punto, hasta el 7,5%, la cifra más alta desde febrero de 2009— para contener la espiral alcista de los precios y reducir la presión sobre la moneda nacional, el peso. Horas antes de que Banxico subiese el precio del dinero —por segunda vez consecutiva desde que Alejandro Díaz de León es gobernador— se había hecho público el dato de inflación del primer mes del año: un 5,55% interanual, la cifra más alta para un mes de enero e...

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La inflación sigue siendo la preocupación número uno del Banco de México. El instituto emisor mexicano ha vuelto a aumentar este jueves los tipos de interés —un cuarto de punto, hasta el 7,5%, la cifra más alta desde febrero de 2009— para contener la espiral alcista de los precios y reducir la presión sobre la moneda nacional, el peso. Horas antes de que Banxico subiese el precio del dinero —por segunda vez consecutiva desde que Alejandro Díaz de León es gobernador— se había hecho público el dato de inflación del primer mes del año: un 5,55% interanual, la cifra más alta para un mes de enero en nueve años, en buena medida por el aumento de precio de la gasolina y del gas LP.

El alza de tasas de interés no ha pillado a nadie por sorpresa: era el escenario base de la mayoría de casas de análisis a la vista de la presión de los precios y de la trayectoria del banco central en los dos últimos años, en los que la tasa de referencia ha pasado del 3% al 7,5%. A la inflación, que ha apretado a la economía mexicana en 2017, se añaden las presiones sobre el peso: la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), que une a México con Estados Unidos y Canadá desde hace casi un cuarto de siglo y que Donald Trump amenaza con romper en cualquier momento, las elecciones presidenciales de julio y la más que probable aceleración en la subida de los tipos de interés en EE UU a partir de marzo, a medida que la inflación también repunta en la primera potencia mundial. "Si bien la cotización de la moneda nacional ha presentado una moderada apreciación en el transcurso de 2018", agregan los técnicos de Banxico, "esta se ha mantenido volátil".

En un país como México, que compra en EE UU una parte importante de los productos de consumo básico que consume, el tipo de cambio está estrechamente ligado con la inflación: si el peso pierde valor frente al dólar, automáticamente se encarecen todas esas importaciones y los precios al consumidor repuntan. 

Con la "incertidumbre" presidiendo el contexto interno y externo, el Banco de México se reafirma en su lucha sin cuartel contra la inflación. "Es importante que la política monetaria evite efectos de segundo orden sobre el proceso de formación de precios", dice en la nota en la que explican los motivos del alza de tipos. En otras palabras: aunque el banco central sigue confiando en que la inflación siga disminuyendo y acercándose a su propio objetivo —entre un 2% y un 4%—, subirá las tasas de interés tanto como sea necesario para evitar el contagio a otros ámbitos de la economía.

Banxico clasifica en dos grupos los factores que podrían tener incidencia sobre la inflación: aquellos que podrían hacer crecer aún más los precios y aquellos que podrían aliviar la presión que soportan, mes tras mes, los salarios. En el primer caso destacan dos: una depreciación adicional del peso —si se tuerce la negociación del TLC, si los tipos de interés en EE UU suben a un ritmo más rápido de lo previsto o si aumenta la "volatilidad asociada al proceso electoral de 2018"— y un encarecimiento mayor de los productos agropecuarios o energéticos. Por el contrario, una apreciación del peso si el resultado de la renegociación del acuerdo comercial con EE UU y Canadá es "favorable" podría presionar los precios a la baja.

Mayor crecimiento en el tramo final de 2017, pero inversión débil

El tirón, mayor de lo previsto, en el tramo final de 2017, llevó a la economía a crecer un 2,1% el año pasado, el primero de Trump en la Casa Blanca: por debajo del crecimiento potencial de un país emergente y joven, pero más de lo que cabría esperar tras la victoria del magnate en noviembre de 2016. "La información disponible sugiere que en el último trimestre del año la economía mexicana registró una importante expansión, impulsada especialmente por el desempeño de los servicios", subraya el instituto emisor. Por sectores, las exportaciones continuaron mostrando un "buen desempeño" y el consumo privado siguió presentando una "tendencia positiva"; la inversión, sin embargo, siguió siendo "débil". A futuro, aunque la economía mundial pasa por un momento dulce, el Banco de México abre la puerta a que la economía presente un "menor dinamismo de lo anticipado".

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