CON MUCHO GUSTO

¿Agua del grifo? No

Mi madre siempre se empeña en pedir en los restaurantes "un vasito de agua" (para el cóctel de medicinas de la tercera edad). Yo le digo que no se moleste, que le van a sacar la botella. Y la sacan. Grande. Porque misteriosamente no las tienen pequeñas. Pero ni en los restaurantes de menú para oficinistas y comensales rápidos. En uno de estos, hace poco, pedí agua. Como no me terminé el botellón, y ya que estaba incluido en el precio, quise llevármelo para beberme el agua en el trabajo. Me pidieron que les devolviera el casco. Lo devolví, pero al contenedor de reciclaje de vidrio. En otro siti...

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Mi madre siempre se empeña en pedir en los restaurantes "un vasito de agua" (para el cóctel de medicinas de la tercera edad). Yo le digo que no se moleste, que le van a sacar la botella. Y la sacan. Grande. Porque misteriosamente no las tienen pequeñas. Pero ni en los restaurantes de menú para oficinistas y comensales rápidos. En uno de estos, hace poco, pedí agua. Como no me terminé el botellón, y ya que estaba incluido en el precio, quise llevármelo para beberme el agua en el trabajo. Me pidieron que les devolviera el casco. Lo devolví, pero al contenedor de reciclaje de vidrio. En otro sitio fueron más amables y me fui tan contenta con mi botellita azul de diseño, que ahora luce una gerbera. Viva la reutilización.

Una colega tuvo menos suerte al pedir agua en una taberna de moda. No solo no le quisieron dar el vasito de agua, sino que le dijeron: "Aquí el agua se vende", y la cosa acabó con libro de reclamaciones de por medio. A otro amigo le pasó lo mismo en Alemania. Lógico. ¿Para qué van a regalar un humilde vaso de agua del grifo cuando pueden venderte una de las cientos de aguas gourmet a precio casi de champán?

Mi madre sigue dándole vueltas al tema y recordándome la fama del agua de Madrid, las bondades del líquido que brota en la sierra y que lleva saciando sed desde tiempos inmemorables. No se da cuenta de que esto es viejuno. Que en los restaurantes de todos los niveles reina la botella de agua. Aguas tratadas para mantener la figura (y el esnobismo a ser posible). ¿Qué pasa con el agua del grifo? ¿Ya no está rica? ¿No la podemos beber si no es en jarras-filtro? ¿Tiene rastros de lejía, mercurio, plomo u otras sustancias mortíferas para los que quieren tragar los dos litros de agua que les recomiendan para limpiar las tuberías corporales? ¿Le han llegado efluvios contaminantes de las interminables obras que surcan la capital? ¿Acaso han viajado hasta aquí radiaciones de Fukushima? Mamá, admítelo: agua del grifo, no.

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