Reportaje:ESTILOS DE VIDA | DISEÑO

Cocinas que mudan de piel

Qué llevó al prestigioso arquitecto y diseñador milanés Antonio Citterio a reunir cada mes durante un año a 12 interioristas de todo el mundo para repensar la cocina? ¿Se le acabaron las ideas? ¿O buscaba la sinergia de mentes creativas para reinventar lo esencial? El plan secreto se reveló en el salón Eurocucina 2010, un evento bienal dentro de la Feria de Milán. El invento, que se comercializa este año a través de Arc Linea, se llama Spatia y no es una cocina. Es un eficaz sistema de almacenamiento que aprovecha las colecciones anteriores de la firma, pero las camufla con astucia tras puerta...

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Qué llevó al prestigioso arquitecto y diseñador milanés Antonio Citterio a reunir cada mes durante un año a 12 interioristas de todo el mundo para repensar la cocina? ¿Se le acabaron las ideas? ¿O buscaba la sinergia de mentes creativas para reinventar lo esencial? El plan secreto se reveló en el salón Eurocucina 2010, un evento bienal dentro de la Feria de Milán. El invento, que se comercializa este año a través de Arc Linea, se llama Spatia y no es una cocina. Es un eficaz sistema de almacenamiento que aprovecha las colecciones anteriores de la firma, pero las camufla con astucia tras puertas escamoteables. El resultado son muros del suelo al techo que aprovechan hasta el último milímetro con armarios y electrodomésticos de vanguardia.

"Los buenos diseños no tienen por qué ser caros. Lo importante son las ideas. Y cuanto más sencillas, mejor"

Máxima funcionalidad y capacidad de almacenaje, dos valores que vuelven a estar en alza. Pero se esconden tras cajas neutras y exquisitas que parecen muebles de salón, para que la cocina esté sin estar. "Líneas estilizadas, volúmenes limpios y el blanco como inspiración máxima". Estas son las recetas de la interiorista catalana Susanna Cots para cambiar la imagen tradicional de una cocina que puede contenerse en un simple cuadrado de 2×2 metros. Ocultas las señales de identidad (fogones, fregadero y electrodomésticos), el espacio se comprime y, sin hacer ruido, coloniza la casa.

"La idea es recuperar los objetivos primigenios del diseño: servir, ser útil", apunta el interiorista Sergi Quílez desde Arc Linea Barcelona. "La cocina espectáculo ha muerto", asegura. "La de hoy ha de formar parte de una globalidad, que es la vivienda. Tareas como comer, cocinar y compartir deben discurrir de la forma más fluida y confortable posible. Ni los usuarios ni los arquitectos de prestigio -como Jean Nouvel- quieren que la cocina se manifieste o que se coma la casa. El reto es que refleje la identidad del hogar y no la de una firma de muebles".

¿Caminamos hacia una cocina invisible? "Se huye de los fuegos de artificio, pero no se renuncia a la expresividad", asegura Quílez. Y tampoco se trata de que pase inadvertida, sino de que gane protagonismo desde el anonimato. Integrándose para multiplicar su presencia en la casa. Busca ajustarse a los deseos de sus protagonistas para permanecer con ellos durante años. "Integración y adaptabilidad son los parámetros del lujo en la nueva cocina", según Quílez.

Para el joven arquitecto gallego Iván Cotado, la versatilidad es otro ingrediente a tener en cuenta en un proyecto de calidad. "Hoy una cocina tiene que poder cambiar y transformarse fácilmente, para adaptarse in situ a las diferentes acciones de las personas. Las necesidades son cada vez más, y las casas son cada vez más pequeñas. Hay que buscar la polivalencia, la doble funcionalidad y la flexibilidad para rentabilizar los espacios". Cotado reivindica los muebles a medida, pero no los grandes presupuestos. "El arma debe ser el ingenio", dice. "Los buenos proyectos no tienen que ser caros. Lo importante son las ideas, y cuanto más sencillas, mejor". Como defiende Antonio Citterio, "diseños cómodos y funcionales, sin extravagancias ni abusos de formas. Bellos e innovadores, pero discretos". Omnipresentes.

Escultura desplegable

Un 'office' social en dos metros cuadrados.

Pensando en convertirla en el centro de reunión, la diseñadora Susanna Cots ha ideado el modelo Blocc (Camamilla Design). Se trata de una cocina familiar camuflada en un cubo, un bloque de 2×2 metros de madera lacada en blanco que incluye cajones, lavavajillas, nevera, horno, despensa y cubos de reciclaje. Cuando la encimera se desplaza, crea una barra-office que deja vistos los fogones, el fregadero y la campana. Tiene el suficiente espacio para que cinco personas pueden usarla a la vez: "Mientras uno cocina, otro ordena, el otro recicla y dos más se pueden tomar un aperitivo", asegura Cots.

Mueble ambiguo

Integrado y personalizable.

Como un traje a medida. Así es Spatia, la última creación que ha presentado Antonio Citterio para Arc Linea. Más que una cocina se trata de un sistema de almacenaje a la carta que puede crear (o hacer desaparecer) el ambiente de fogones en un instante. Las zonas de servicio se ocultan en módulos de puertas escamoteables, también conocidos como Pocket System. Los interiores exprimen hasta el último milímetro, tal y como ya venían haciendo las anteriores colecciones de la firma. Eso sí, se acompañan con nuevos elementos de mobiliario, como armarios suspendidos o una isla con una mesa adosada que hace las veces de encimera y comedor. En definitiva, construye un espacio ambiguo que se integra con el resto de la casa.

Acento en la versatilidad

Cambio de función y tamaño a lo largo del día.

Esta cocina puede tener 20 metros o solo 1,20. Si no se usa, la mesa del comedor se desplaza y la oculta, transformando los hornillos y el fregadero en un bufé de dos metros de largo. Esta magia la ejecuta una estructura de DM con forma de L que se desliza por una guía Klein encastrada en la pared. No hay más. Y es más que suficiente para que un piso de 28 metros cuadrados en Malasaña (Madrid) pueda transformarse varias veces al día, según el uso. La idea la firma el arquitecto gallego Iván Cotado. Puro ingenio.

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