No habrá dinero en 2010 para la fuente de neutrones
La fuente de neutrones no contará con dinero en 2010, al menos de momento, pero con los 30 millones consignados este año es suficiente para iniciar el proyecto sin retrasos, según la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia. Con este mensaje intentaba tranquilizar a quienes temían que el recorte que ha sufrido el presupuesto de su ministerio pudiera afectar a las inversiones previstas para instalar en Vizcaya la subsede de la Fuente de Neutrones por Espalación, que estará en Suecia. Las instalaciones vascas contarán con un centro tecnológico y una unidad de desarrollo de ...
La fuente de neutrones no contará con dinero en 2010, al menos de momento, pero con los 30 millones consignados este año es suficiente para iniciar el proyecto sin retrasos, según la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia. Con este mensaje intentaba tranquilizar a quienes temían que el recorte que ha sufrido el presupuesto de su ministerio pudiera afectar a las inversiones previstas para instalar en Vizcaya la subsede de la Fuente de Neutrones por Espalación, que estará en Suecia. Las instalaciones vascas contarán con un centro tecnológico y una unidad de desarrollo de software.
Garmendia dijo ayer que la ubicación concreta de la subsede está prácticamente decidida. La inversión total prevista es de 180 millones, y ella se mostró optimista ante la posibilidad de que, al menos en parte, el centro pueda estar operativo en 2011. Sin embargo, en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado no hay partida para 2010. Garmendia explicó ayer que los Ejecutivos central y vasco tienen consignados en sus cuentas de este año 15 millones de euros cada uno para el inicio del proyecto.
Por su parte, la Real Academia de Ingeniería hizo pública ayer una declaración manifestando que la reducción de los fondos públicos destinados a I+D+i "supone frenar las posibilidades de desarrollo de nuestro país y, simultáneamente, desilusionar a todos aquellos que, desde diferentes lugares y con distintos enfoques, hemos dedicado años de esfuerzos a propiciar lo contrario". Los académicos manifiestan que la reducción anunciada "supone no ya una mera equivocación, sino un error de efectos dañinos seguros".