ELA y LAB entierran la mesa de diálogo antes de su inicio

Los sindicatos nacionalistas ELA y LAB dieron ayer ya por muerta la mesa de diálogo con todos los agentes sociales que está intentando poner en marcha el Gobierno al confirmar LAB que no participará en un foro que considera "un fraude". ELA ya había adelantado que sólo aceptará relaciones bilaterales con el Ejecutivo y ayer confirmó su desdén por la iniciativa.

Los dos sindicatos convocantes, junto con STEE-EILAS, HIRU y EHNE, de la huelga general del pasado jueves, acudirán la próxima semana a la cita de la Lehendakaritza, pero no darán continuidad a la visita y menos en una mesa con l...

Los sindicatos nacionalistas ELA y LAB dieron ayer ya por muerta la mesa de diálogo con todos los agentes sociales que está intentando poner en marcha el Gobierno al confirmar LAB que no participará en un foro que considera "un fraude". ELA ya había adelantado que sólo aceptará relaciones bilaterales con el Ejecutivo y ayer confirmó su desdén por la iniciativa.

Los dos sindicatos convocantes, junto con STEE-EILAS, HIRU y EHNE, de la huelga general del pasado jueves, acudirán la próxima semana a la cita de la Lehendakaritza, pero no darán continuidad a la visita y menos en una mesa con la patronal y los otros dos sindicatos más representativos, CCOO y UGT. Sus líderes aseguraron que la huelga les ha reafirmado en la invalidez de esa mesa de diálogo.

Los líderes de todas las centrasl convocantes de la huelga del 21-M convocaron una rueda de prensa conjunta en Bilbao en la que la secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, recalcó: "Lo que se está planteando [el lehendakari] es un fraude en el que no estamos dispuestos a participar". En su opinión se ha puesto de manifiesto que la alternancia política no es sinónimo de cambio y que "patronal y administración han compartido objetivos y guión ante la celebración de esta huelga".

A renglón seguido, argumentó que no entiende de qué quiere hablar el lehendakari. "Sí entendemos que ha cerrado totalmente las puertas a la posibilidad de articular un diálogo social eficaz para responder a la demanda que miles de trabajadores hicieron el día 21", añadió.

En términos similares se expresó el secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, quien calificó el diálogo social de "tinglado" sin contenidos porque "el Gobierno le da todo lo que quiere a la patronal" para luego remitir las reivindicaciones sindicales "a una mesa en la que la patronal tiene veto".

ELA y LAB volvieron a hacer un balance positivo de la huelga del 21, sin ofrecer nuevos datos más allá del muestreo en 538 empresas que ya presentaron la pasada semana. Se limitaron a decir que contabilizaron a 45.000 personas en las manifestaciones de las capitales vascas y navarra, dato en que se refugiaron para evitar reconocer el fracaso de la protesta.

ELA acudirá a la cita con López el próximo 3 de junio. Al día siguiente lo hará LAB, que retrasó la reunión que tenía prevista para ayer por problemas de agenda.

El Gobierno continuará hoy con CC OO una ronda de contactos que va a ser ampliada a otros agentes sociales, como bancos y cajas, ayuntamientos y partidos, aunque no necesariamente participarán después en la mesa. El Ejecutivo se reunirá también el 4 de junio con Eudel.

La portavoz del Ejecutivo, Idoia Mendia, explicó ayer tras la reunión del Consejo de Gobierno que el lehendakari López ha decidido ampliar y hacer partícipes de estas conversaciones a más agentes sociales, debido a la complejidad de la crisis, que abarca a numerosos sectores y tiene diversas vertientes.

Ante la constatación de que ni ELA ni LAB participarán en la concertación social, el dirigente de la patronal vizcaína Cebek, José María Vázquez Eguskiza, reafirmó su validez y se mostró partidario de convocarla independientemente de quienes se excluyan de la misma. Apuntó que el hecho de que haya agentes que no quieran participar no quiere decir que no se pueda llegar a acuerdos y que estos acuerdos se hagan además extensivos a todos los trabajadores. "No es que se excluya a nadie, pero estamos en un momento en el que nadie puede excluirse del diálogo social y, si se excluye, nadie puede pensar que las medidas que se vayan adoptar, no van con todo el mundo del trabajo", concluyó.