Reportaje:

Mausoleos de segunda mano

Cementerios de Barcelona vende panteones monumentales dentro de un plan para revalorizar el patrimonio funerario

El sátrapa Mausolo de Caria construyó en el siglo IV antes de Cristo una tumba en Halicarnaso para enterrarse, tras reunir a los mejores arquitectos y escultores griegos del momento. De la vida de este gobernador poco más se sabe, pero su tumba, el mausoleo de Halicarnaso, ha pasado a la posteridad como una de las Siete Maravillas del Mundo y ha dado nombre a los monumentos funerarios que se han construido después.

En Barcelona, todos los que quieran emular al persa Mausolo pueden hacerlo comprando un monumento funerario realizado por un arquitecto de renombre. Hay dos pegas: son de seg...

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El sátrapa Mausolo de Caria construyó en el siglo IV antes de Cristo una tumba en Halicarnaso para enterrarse, tras reunir a los mejores arquitectos y escultores griegos del momento. De la vida de este gobernador poco más se sabe, pero su tumba, el mausoleo de Halicarnaso, ha pasado a la posteridad como una de las Siete Maravillas del Mundo y ha dado nombre a los monumentos funerarios que se han construido después.

En Barcelona, todos los que quieran emular al persa Mausolo pueden hacerlo comprando un monumento funerario realizado por un arquitecto de renombre. Hay dos pegas: son de segunda mano y cuestan una media de 30.000 euros (los hay de 60.000 euros). Cementerios de Barcelona tiene en stock unos 80 panteones monumentales realizados durante el siglo XIX y principios del XX en los principales cementerios de la ciudad, pero sobre todo en Poblenou y Montjuïc, en espera de comprador. Son edificios neoclásicos, modernistas, neogóticos, o incluso neoegipcios que, con el paso de los años, no tienen a nadie que se ocupe de ellos. Jordi Valmaña, director general de la empresa funeraria, aseguró ayer que los monumentos, una vez desalojados sus antiguos inquilinos (que pasan a la fosa común más triste), se ponen a la venta con la única condición de que se restauren respetando los elementos arquitectónicos originales. La iniciativa ha sido ya seguida desde 2007 por seis familias.

Según Valmaña, esta campaña está en la línea de revalorizar y dar a conocer los elementos artísticos e históricos que encierran los cementerios de Barcelona. En este sentido, se firmó ayer un convenio entre Cementerios de Barcelona y la Biblioteca de Cataluña por la que se cede la documentación de 800 proyectos arquitectónicos inéditos de edificios funerarios construidos a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, para que la biblioteca haga su inventario, los clasifique y los haga accesibles a todos.

María Luisa de Yzaguirre, de Cementerios de Barcelona, explicó durante la firma del convenio: "en esta época, la arquitectura significaba posición social y las familias que construían sus casas en la nueva Barcelona, encargaban a los mismos arquitectos que hicieran sus panteones". Entre los arquitectos que firman los proyectos entregados están Josep Fontseré, Josep Oriol Mestres, Elies Rogent, Enric Sagnier, Leandre Albareda, Antoni Maria Gallisà, Claudi Duran Ventosa, Francesc Marinè y el famoso Josep Puig i Cadafalch que trabajaron para familias como los Olivella, Juncalleda, Batlló, la del chocolatero Antoni Amatller y la familia De la Riva, que encargó a Gallisà en 1892 un nuevo panteón en Montjuïc pese a que contaban con otro en Poblenou.

Algunos de estos mausoleos son los que ahora pueden comprarse. Los que lo hagan estarán, posiblemente, más cerca de la gloria.

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