Entrevista:NEREA LARREA | Dietista | Chequeo a la salud de los vascos

"No hay alimento prohibido, sino cantidad errónea"

Ni dietas-milagro ni secretos. La alimentación, un pilar "importantísimo" de la salud, es cuestión de "variedad, cantidad y orden". Lo dice la dietista Nerea Larrea, que durante más de una década se ha dedicado a la nutrición de niños y de personas enfermas.

Pregunta. ¿Es la alimentación la base de la salud?

Respuesta. Es una parte importantísima. Desequilibrios alimentarios pueden derivar en desequilibrios orgánicos.

P. ¿Sabemos los vascos en qué consiste comer bien?

R. Sí, no se nos ha olvidado. Lo que pasa es que nuestro ritmo de vida ...

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Ni dietas-milagro ni secretos. La alimentación, un pilar "importantísimo" de la salud, es cuestión de "variedad, cantidad y orden". Lo dice la dietista Nerea Larrea, que durante más de una década se ha dedicado a la nutrición de niños y de personas enfermas.

Pregunta. ¿Es la alimentación la base de la salud?

Respuesta. Es una parte importantísima. Desequilibrios alimentarios pueden derivar en desequilibrios orgánicos.

P. ¿Sabemos los vascos en qué consiste comer bien?

R. Sí, no se nos ha olvidado. Lo que pasa es que nuestro ritmo de vida hace que llevemos hábitos no tan saludables, a sabiendas. Damos prioridad a otras cosas, y comer bien ha pasado a un segundo plano. La gente come rápido porque debe volver al trabajo o recoger a los niños. La cesta de la compra no la llenamos como antes, ni planificamos el menú semanal.

"El picoteo es sano: no se trata de comer más, sino de repartir la comida"
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P. ¿Dónde está el secreto de una buena alimentación?

R. No hay secretos, sino tres palabras clave: variedad, cantidad y orden. Si mantienes un orden de comidas diarias, comes de todo y equilibras las cantidades, es decir, si no abusas de nada, has dado con la clave. Grande Covián, experto en nutrición, decía: "Hay que comer de mucho, poco".

P. ¿Comer poco es comer bien?

R. No. Comer ensaladas y filetes a la plancha para entrar en el bañador del año anterior es más desequilibrante que una dieta en la que metamos dulces o cerdo. Al comer poco, el organismo reduce el metabolismo al mínimo y gasta menos energía, lo que al final se traduce en una mayor tendencia a engordar.

P. ¿Nuestra imagen externa es un indicador de nuestra salud?

R. A veces, delgadez y salud son palabras antagónicas, y un ejemplo extremo, pero por desgracia frecuente, es la anorexia.

P. Los platos precocinados han invadido las estanterías de los supermercados: pastas, arroces, sopas, salsas, pescados...

R. Se puede recurrir a ellos, pero en su medida. Lo que no haremos será basar en ellos nuestra alimentación. Podemos recurrir a ellos de forma puntual, pero nuestra base debería ser la pescadería, la carnicería, la frutería...

P. ¿Existe la dieta-milagro?

R. No. Las dietas-milagro se caracterizan por ser muy restrictivas en energía y desequilibradas en algunos nutrientes. Excluyen muchísimos alimentos necesarios para el organismo. Muchas son ricas en grasas saturadas o en proteínas de origen animal y carecen de vitaminas y minerales. Carecen también de todo rigor científico. El único milagro [para adelgazar] consiste en comer sano y hacer ejercicio. Mucha gente busca resultados espectaculares y una nueva imagen en poco tiempo y con el mínimo esfuerzo, y eso no existe. Lo que hay tras las dietas-milagro son enormes intereses económicos.

P. ¿Cuántas veces debemos comer al día?

R. Cinco: desayuno, media mañana, comida, merienda y cena.

P. ¿Un pincho de tortilla a media mañana es saludable?

R. Por supuesto. El picoteo es sano, entendido como la comida que se hace entre horas, y bajo un control. No se trata de comer más a lo largo del día, sino de comer lo mismo pero repartido. Un pincho de tortilla con una caña en una persona sedentaria puede no ser bueno, pero ese pincho con agua o un refresco light puede ser sanísimo. Un picoteo sano (yogur y fruta, barrita de cereales, frutos secos, un bocadillito de jamón y queso) puede estar en el orden de las 100-200 calorías, y uno insano, una bolsa grande de patatas fritas, entre las 500 y las 800.

P. ¿Comer sano es sinónimo de pasar hambre?

R. No, hay que comer de todo. No hay ningún alimento prohibido, sólo proporciones incorrectas y cantidades erróneas. Y es vital comer sin prisa. Debemos masticar bien y servirnos al plato una ración completa, más de primero que de segundo.

P. Si nos ponen un plato de alubias con morcilla, ¿lo apartaremos educadamente?

R. Para nada. Pero hagamos que sea plato único, o acompañémoslo con una ensalada, cuidando siempre las cantidades. Por ejemplo, bastará con medio chorizo y media morcilla. Y ese día cenaremos verdura.

P. ¿Cuáles son las claves de la alimentación infantil?

R. Un buen desayuno. En España, el 8% de niños y jóvenes acude a clase sin desayunar, y un 4% no ingiere ningún alimento a lo largo de la mañana. Y sus segundos platos serán más importantes que los nuestros, pues necesitan de un mayor aporte protéico.

P. ¿Y las chucherías?

R. Ese tema se está desmadrando. Muchos niños consumen chucherías a diario, cuando antes era un rito semanal. No son grandes cantidades las que comen, pero sí son raciones muy calóricas y muy ricas en azúcar, lo que no les hace ningún bien. Yo abogo por las meriendas de antes: pan con chocolate, embutido, pavo, atún... ¡Mucho mejor que la bollería!

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